Alfonso de Borbón y Battenberg
Nace
en Madrid el 10 de mayo de 1907 Alfonso de Borbón y Battenberg y su nacimiento
supone para el rey Alfonso XIII y su esposa la reina Victoria Eugenia una
inmensa alegría. Había nacido el heredero varón de la Monarquía española. Había
nacido el Príncipe de Asturias.
Pero,
este nacimiento iba a ser el inicio del drama que ensombreció, y ya para siempre, la vida de un
matrimonio que se había casado por amor y que terminó en el desamor más
absoluto.
Cuenta
Balansó que: "Existía en la corte
española la costumbre de circuncidar a los príncipes a los pocos días de nacidos; puede ser que ésta costumbre tuviera
su origen en aquellos monarcas castellanos que se aconsejaban de sabios judíos.
Así se hizo con el príncipe recién nacido, en la nursery de palacio se
reunieron médicos y enfermeras y entrando en funciones el bisturí se realizó
una incisión anular de la que se desprendió el colgajo y se procedió a
suturarla con sumo cuidado viendo con
sorpresa que no cesaba la hemorragia….se acababa de tropezar con la hemofilia".
La
enfermedad le había sido trasmitida por su madre la reina Victoria Eugenia y
parece ser que Alfonso XIII "nunca
pudo resignarse a que su heredero contrajese una enfermedad que había sido traída por la familia de su mujer" según nos cuenta José Mª Tavera en su obra "Los
últimos días".
La
vida del pequeño hemofílico no fue fácil.
Al todavía heredero, se le tenía medio
escondido, a salvo de cualquier golpe ó herida que le pudiera causar una
hemorragia, pero también a salvo de todos aquellos que pudieran dar publicidad
a su enfermedad ya que el rey intentó
ocultar a todo el mundo el padecimiento de su hijo.
Pero
llegó el 14 de abril de 1931 y se proclama
la II República en España. La familia real debe abandonar el palacio y huir. Esa noche
recogen apresuradamente sus pertenencias
privadas y ante los rumores hostiles que llegan de la plaza de Oriente y por razones de seguridad se decide que la
reina y sus hijos tomarán el tren en El Escorial. El príncipe se encuentra
enfermo, ha sufrido un accidente de caza de poca importancia pero que lo tiene
encamado y debe abandonar el palacio en camilla camino del exilio; "soy el ser más involuntariamente
inoportuno que existe", se dice que confesó. Deprimentes palabras sin duda.
Desde
ese momento, el matrimonio real se separa de hecho y parece ser que el
posicionamiento de Don Alfonso al lado de su madre le enfrenta definitivamente
con su padre.
El
príncipe de Asturias cae de nuevo enfermo y es ingresado en el sanatorio de
Leysin en Suiza. Allí conoce a una joven
cubana, Edelmira Sanpedro, hija del
propietario de una plantación de caña de azúcar de origen español, de la que,
al parecer, se enamora perdidamente decidiendo casarse.
Enterado
el rey por la prensa de las intenciones de su hijo le exige su renuncia a sus
derechos dinásticos por ser el matrimonio morganático y así lo hará D Alfonso
el 11 de junio de 1933 tomando desde
entonces el titulo de conde de Covadonga. Diez días después, el 21 de junio,
contrae matrimonio con Edelmira en la Iglesia del Sagrado Corazón de Ouchy,
junto a Lausana. A la ceremonia acudieron la reina Victoria Eugenia y sus hijas.
Empieza
aquí un periodo de “vino y rosas” que durará dos años hasta que finalmente
Edelmira lo abandona y regresa a Cuba. Allí la sigue el conde pero el
matrimonio quedará definitivamente disuelto
por sentencia de divorcio dictada en
La Habana en mayo de 1937.
Dos
meses después de su divorcio, en el mes de julio, Alfonso vuelve a casarse, esta vez con una modelo de alta costura también cubana a la
que había conocido en Manhattan y llamada Marta Rocafort. El matrimonio duró
apenas 6 meses.
Se
lanza entonces el conde de Covadonga a una carrera loca por vivir y anda de
nuevo en amores con Mildred Gaydon, la cigarrera de un club nocturno de Miami,
cuando sufre un accidente de automóvil.
Escribe José María Zabala: “postrado en el lecho de una desangelada
habitación del Hospital General de Miami, el príncipe se dispuso a consumir la
gran tragedia de su vida en completa
soledad. Balansó añade:“murió como un
perro abandonado por los suyos”
Murió
desangrado a causa de una hemorragia interna.
Era el 8 de septiembre de 1938. Tenía 31 años.
A
su entierro en el Graceland Memorial Park de Miami sólo asistieron tres personas.
Graceland Memorial Park
Tenía Don Alfonso un gesto desvalido, taciturno. Alfonso XIII se equivocó al no afrontar esta situación en la forma debida. Al parecer le advirtieron de las funestas consecuencias que podía traer su matrimonio con Doña Victoria Eugenia, para la Monarquía y la sucesión dinástica,y que no hizo caso alguno.
ResponderEliminarMis saludos.
Tienes toda la razón,el soberano británico parece que advirtió a D Alfonso XIII que existía la posibilidad de que Victoria Eugenia fuera transmisora de la hemofilia. También el ministro de Estado,marques de Villa-Urrutia fué informado.Pero el rey español, siempre impresionable ante la belleza femenina, no lo tuvo en cuenta.
EliminarSaludos
Una enfermedad que definitivamente cambió el curso de la sucesión de la monarquía española. También tuvieron otro hio hemofílico si mal no recuerdo.
ResponderEliminarSaludos
Recuerdas bien,el infante D Gonzalo también era hemofílico, murió en 1934 pocos meses antes de cumplir los 20 años, en Austria en un accidente automovilistico.
EliminarQué tristeza.
ResponderEliminarPues el rey Alfonso XIII también le pidió a su segundo hijo Jaime renunciar a la corona por ser sordo.
Este también se divorció y acabó casado con una cabaretera. Si es que parece que no hay mayores republicanos que los de la misma familia real que ellos solos acaban con su dinastía.
No deja de haber cierta verdad en lo que dices.
EliminarGracias por tu comentario
Saludos
Realmente lo que vivió lo vivió rápido. Si murió con 31 años y según nos cuentas se casó dos veces, en diferentes partes del mundo, y tuvo otras tantas relaciones, lo suyo fue una carrera contra reloj.
ResponderEliminarSiempre interesantes tus entradas. Un saludo.
Si, vivió rápido y sin rumbo y parece ser que también sin amor.El príncipe de cristal lo llamó Zabala y como tal se rompió.
EliminarSaludos
La familia Real, o la Real familia en cuantos charcos se han ido metiendo a lo largo de la historia y no tan lejana.
ResponderEliminarMuy buena la entrada.
Saludos.
Gracias por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminarUn saludo
Desconocía el detalle de la cincuncisión y la hemorragia que ello le ocasionó; y me ha venido a la memoria la historia del zarevich Alexis, que también de niño estuvo a punto de morir por lo mismo y ¿salvado? en última instancia por Rasputín.
ResponderEliminarAlfonso, desde luego, no puede negarse que sacó jugo a su corta vida. Un jugo amargo.
Un saludo.
Ambos, Alfonso y Alexis descendian de la reina Victoria de Inglaterra.Y ambos compartieron la hemofilia y un triste destino.
EliminarUn saludo
Excelente retrato el que tratas de D. Alfonso, hombre nacido para ser rey y, que por la dichosa enfermedad, se queó en el camino, y muchas veces, injustamente, olvidado. Que tengas una excelente semana, querida amiga. Abrazos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.Yo también te deseo una feliz semana.
EliminarUN ABRAZO
Por quererlo circuncidar todo el rastro que le llevó de cuidados y enfermedad que le afectó su corta vida, muy triste.
ResponderEliminarTanto visitarte se me olvidó de apuntarme como seguidora y no veía tus nuevas publicaciones.
Hola amiga, esta entrada no la había leído, y como no has publicado nada recientemente, me pongo a repasar mas historias de la historia. Siempre es un placer leerte, aun siendo historias tristes y desconocidas para mi. Un abrazo.
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