Nace esta princesa en Paris en 1662, hija del duque Felipe de Orleáns único hermano de Luis XIV, el Rey Sol y de Enriqueta de Inglaterra.
Su boda con Carlos II, el último Austria de España, se realiza por poderes en Fontainebleau en 1679, no llegando la reina a su nueva patria hasta cuatro meses después. El embajador español, marqués de Balbases, describe a María Luisa como "airosa, bien entallada y de ojos y cabellos negros" mientras que el embajador francés, marqués de Villars, dice de D. Carlos que era hombre que "asustaba de feo". Fuera como fuese, parece ser que ambos pusieron en un principio todo su empeño en cumplir su cometido que no era otro que el de la procreación.
Dª María Luisa sufría frecuentes alteraciones menstruales que la llevaron a pensar en más de una ocasión que se encontraba en estado de gestación pero lo cierto es que el deseado embarazo no se producía. Según testimonio de una sirvienta de palacio, Margarita Lautier, la reina "lloraba mucho cuando se sentía con el achaque y tomaba durante esos días gran cantidad de bebidas heladas y de comida ácida".
Pasaron los años y esta esterilidad tendría distintas interpretaciones. La marquesa de Villars, esposa del embajador francés, le comunica al diplomático Rebenac "la reina me dijo hoy que un defecto atribuido al exceso de vivacidad de Rey impedían que la cópula fuera perfecta". Mientras, el embajador Foscarini escribe al Dux y al Senado del Véneto en los siguientes términos "Fallida repetidamente la necesaria sucesión, se ha tachado de infecunda a la Reina llegando la malicia y la perversidad a sospechar que el rey Luis XIV, su tío, la había hecho propinar medicamentos esterilizadores y que ella misma toma brebajes con este fin".
Mucha gente pensaba que el Rey Sol estaba muy interesado en sentar en el Trono de España a un Borbón, y las sospechas llegaron a tal punto que se efectuó un registro en un mueble de la cámara de la Reina encontrándose cosméticos y otras sustancias, redactándose después un informe firmado por los doctores D. Juan de Clavería y D Miguel de Alba, protomédicos de su majestad y por D Diego Martinez Pedernoso, boticario mayor, en el que se hace constar "si fuera mujer la que lo usase pudiera infecundarse y si con los ingredientes que componen las confecciones dichas, polvos y aguas destiladas se hiciesen mechas y se aplicara su uso por la boca de la madre, con gran facilidad abortaran".
Carlos II con armadura - Juan Carreño de Miranda ( Museo del Prado)
Los españoles sospechaban de todos los cortesanos y servidores que acompañaban a la reina y que habían venido con ella desde Francia, en especial de su ex nodriza Francisca Duperroy, viuda de Quentin, a quien los españoles deformando su apellido llamaban "La Cantina" y de quien se decía tenía orden de intentar privar al rey D Carlos de un heredero directo.
En agosto de 1685 el marques de Feuquiére escribe: "La reina de España esta en muy grave peligro, se la ha procesado secretamente por crimen de aborto y sus enemigos no tropezaran con dificultad ninguna para aducir a modo de prueba cuantos falsos testimonios necesiten. Temo que el Rey, por debilidad de carácter, la sacrifique al frenesí popular".
María Luisa de Orleáns murió en febrero de 1689 con el temor de haber sido envenenada.
El próximo día hablaremos de su muerte.
A María Luisa de Orleans, el pueblo español la obsequiaba con lindezas como ésta:
ResponderEliminar“Parid, bella flor de lis,
Que en fortuna tan extraña,
Si parís, parís a España.
Si no parís, a París.”
Y parece ser que Carlos II andaba hechizado y no podía engendrar porque, según creencias de la gente, de pequeño le habían dado a beber un chocolate caliente con los sesos desleídos de un cadáver.
Macabro este pueblo nuestro.
Hace tiempo le dediqué una entrada:
http://www.latinajadediogenes.blogspot.com.es/2011/11/coplillas-satiricas-en-la-epoca-de.html
Un saludo.
Acabo de leer tu entrada y reconozco que no conocía todas las "lindezas" que le dedicaron los españoles y que tu recoges.La que escribes aquí es quizás la más divertida.
EliminarSaludos
Pobre mujer, la ciencia no estaba lo suficiente avanzada para poder comprobar el problema que tenían entre los dos, esperando ver tu próxima publicación, un abrazo
ResponderEliminarSi, fue una mujer desdichada.
EliminarGracias por tu comentario. Saludos
Que ambiente enrarecido, llegar a pensar que María Luisa no quisiera llegar a quedar preñada, cuando su descendencia hubiese sido la que reinara en España, me parece totalmente de mentes retorcidas.
ResponderEliminarUn saludo y buen fin de semana.
Es muy español eso de intentar ver siempre la culpa de todo lo que ocurre en los demás.De todos modos teniendo en cuenta la endogamia repetitiva de los Austrias españoles lo mejor es que no tuvieran descendencia.
EliminarSaludos
Cuentan que el Rey se había vuelto loco de amor al conocerla a través de un retrato. Ella también le conoció a través de un cuadro pintado por el pintor Claudio Coello, pintor de la corte pero, al parecer, sintió todo lo contrario y eso que el citado cuadro venía enmarcado con un riquísimo marco de diamantes.
ResponderEliminarSiempre muy amenas e interesantes tus entradas. Un cordial saludo.
Efectivamente el Rey se enamoró al ver su retrato, tanto que no pudiendo esperar salió a recibirla a Burgos. Ordenó que la misa de velaciones se realizara de inmediato y nada más terminar ésta y tras el almuerzo se retiraron a sus aposentos, pero parece ser que a pesar de estos "ardores" la reina seguía virgen al año del matrimonio o eso al menos contaba la marquesa de Villars.
EliminarGracias por tu visita.Saludos
Nos ha interesado mucho el retrato que haces de María Luisa de Orleans, un personaje del que no se habla habitualmente. Por otra parte, resulta paradójica la situación, pues pese a que el pobre Carlos II no fuese un aliciente sexual en absoluto, la seguridad y la reputación de la reina como tal iba ligada a la gestación de un heredero. Por último, sería interesante hablar del sistema de calumnias entrelazadas en las cortes de Madrid y Paris al respecto de la no fecundidad de estos dos personajes.
ResponderEliminarEsperamos tu próxima entrada. Un saludo y buen fin de semana.
Paris se frotaba las manos, Luis XIV ya tenía heredero preparado al trono de España y Madrid deseaba que el Rey probara con otra princesa por si había suerte. Si, hubo muchas calumnias e intrigas.
EliminarGracias por vuestra visita. Saludos
Triste vida la de la sobrina del soberano más poderoso que jamás hubo en la tierra y esposa, tal vez, del más incapaz, nuestro Carlos II, que también retrató Carreño de Miranda o Claudio Coello. Entre sus problemas menstruales y la infertilidad del último Austria, poca descendencia esperaba nuestro país, envuelto en todo tipo de intrigas sucesorias. Un retrato muy humano y cercano el que nos deja de nuestra reina. Saludos cordiales.
ResponderEliminarEfectivamente fue triste la vida de esta Reina, vivió una infancia rodeada de escándalos con un padre homosexual y una madre que eligió como amante entre otros a su propio cuñado, Luis XIV,y terminó en España casada con este enfermizo monarca del que nadie esperaba que superase la infancia
ResponderEliminarSaludos
Había una gran afición a las bebidas heladas en los siglos XVII y XVIII. Los médicos no se ponían de acuerdo sobre su conveniencia o sus posibles consecuencias perniciosas.
ResponderEliminarSaludos.
Si que había afición a las bebidas heladas en aquellos siglos.
ResponderEliminarGracias por tu visita.Un saludo
Buenas tardes:
ResponderEliminarMuy instructiva esta entrada. Carlos II posiblemente tenía un sindrome llamado de Klinefelter, donde había un escaso desarrollo de los genitales, acompañado de esterilidad. En algunos casos había talla alta y delgadez, parece ser características del rey. Tienen estímulo sexual, pero al tener escaso desarrollo de los testículos, no había espermatozoides....Y no hay descendencia.
La princesa no se escapó de ser moneda de cambio...
Saludos
Hay autores que han pensado que Carlos II pudiera tener un síndrome de Klinefelter.A favor su tardío desarrollo psicomotor y su esterilidad, en contra morfológicamente tenia una estatura media, en sus retratos no se aprecia el talle corto y nadie habló de que tuviera ginecomastia, aunque también es cierto que muchos varones XXY presentan un aspecto normal.Yo estoy más cercana a la teoría de que los distintos matrimonios endogámicos que realizaron los Austrias acabaron dando este resultado.
ResponderEliminarUn saludo
Muy bien contada la historía y con muchos detalles desconocidos. No ha sido una vida muy placentera. El poder todo lo engulle.
ResponderEliminarBss
No fue una buena vida la que tuvo la pobre María Luisa, creo que ella fue "engullida" desde que nació
EliminarUn abrazo
Muy interesante amiga mía esta entrada sobre la reina de la sí estuvo enamorado el abúlico Carlos II. Leyendo los ripios de Cayetanos sobre la esterilidad de la reina he recordado que yo mismo los use en otra entrada sobre el final de Carlos II en "El punto final"
ResponderEliminarUn abrazo.
He leído tu entrada y me ha resultado muy interesante, como tu dices Carlos II puso el punto final a la dinastía de los Austrias españoles y vaya punto.
ResponderEliminarUn Saludo
Jo crec que qualsevol persona mereix un respecte.I especialment si no es responsable directe del tipus de circumstàncies físiques que es van donar en la seva existència. .Aquest personatge sempre ha patit lestigmatitzacio de la seva persona...Per part de persones que es creuen en dret de fer servir un tipus de qualificatius grollers que mostren la seva poca talla pel que fa la humanitat més bàsica. ..És a dir es podria acceptar comentaris negatius respecte a personatges històrics atroç os..Però en aquest cas en concret crec que aquest tipus destimatitzacio s hauria de suprimir. .I oferir un tipus d'estudi objectiu sense deixar de banda el respecte.
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