Amadeo I - Vicente Palmaroli. Museo del Prado
Nacido en Turín el 30 de mayo de 1845, era hijo de Maria Adelaida de Habsburgo-Lorena y de Victor Manuel de Saboya - que sería proclamado rey de Italia en 1861 - y nada en el momento de su nacimiento hacía pensar que un día ocuparía el trono de España.
Las costumbres en la corte de su padre eran sencillas y austeras. Era el tercero de los hermanos y compartía juegos, deportes y estudios con su hermano mayor, Humberto, que heredaría la Corona de Italia. Cuando contaba diez años moriría su madre y su padre enviaría a sus hijos al castillo de Montcareli, cercano a Turín, donde iniciarían su formación castrense. El general Rossi y los coroneles Ricci y Giovanetti serían los encargados de su educación militar. Posteriormente realizaría diversos viajes por Europa para completar su formación.
Las costumbres en la corte de su padre eran sencillas y austeras. Era el tercero de los hermanos y compartía juegos, deportes y estudios con su hermano mayor, Humberto, que heredaría la Corona de Italia. Cuando contaba diez años moriría su madre y su padre enviaría a sus hijos al castillo de Montcareli, cercano a Turín, donde iniciarían su formación castrense. El general Rossi y los coroneles Ricci y Giovanetti serían los encargados de su educación militar. Posteriormente realizaría diversos viajes por Europa para completar su formación.
En 1866, siendo comandante de la brigada de granaderos de la Lombardía, participó en la guerra contra Austria y fue herido en la batalla de Cavelchina. Mientras se recuperaba de sus heridas conoció a Victoria dal Pozzo della Cisterna y se enamoró de ella. En Mayo de 1867 contraían matrimonio.
Apenas un año después, en septiembre de 1868, en España se desencadena una revolución, - "la Gloriosa" sería llamada - que conduce al exilio a la reina española y que llevaría a Amadeo al trono de España. Tras la revolución, el gobierno provisional, redactaría la Constitución que establecía un régimen monárquico. Mientras se buscaba un rey que sentar en el trono, el general Serrano, duque de la Torre, ejercía la regencia.
María Victoria dal Pozzo
El presidente del gobierno, general Prim, fue el encargado de instaurar una nueva dinastía que impidiera el regreso de los Borbones a España. Desde el principio, el general Prim pensó en Amadeo de Saboya y así se le comunicó a su padre, el rey de Italia pero, ni Amadeo tenía ganas de ser rey de España ni el momento en que se planteó la oferta era el oportuno para su padre. Pasado un tiempo y dado que los otros candidatos que se barajaban no eran considerados los adecuados, el general Prim volvió a ofertar el trono español al rey de Italia y esta vez, Victor Manuel, que ya había culminado el proceso de la reunificación italiana, aceptó la oferta.
Amadeo acató los deseos de su padre, aunque no le agradaran. Fue el primer rey elegido democráticamente por unas cortes constituyentes en España. Su candidatura fue aprobada por 191 diputados. De inmediato se puso en marcha la delegación que habría de dirigirse a Italia para acompañar al nuevo soberano en su viaje hacia España. Amadeo ya estaba casado y tenía dos hijos, el menor de los cuales acababa de nacer, razón por la que su esposa María Victoria permanecería en Italia recuperándose del parto.
Tenía Amadeo 25 años, su experiencia política era nula y no tenía ningún conocimiento sobre España. Era el 30 de diciembre cuando llegó a Cartagena, a bordo de la fragata Numancia, y de inmediato le comunicaron la muerte del general Prim.
Cuando llegó a Madrid, se dirigió en primer lugar a la iglesia de Atocha, donde se velaba el cuerpo de Prim y posteriormente a las Cortes donde juró la Constitución. Era un día de enero muy frío y fría fue también la acogida del pueblo madrileño. Las ventanas y balcones permanecieron cerrados al paso de la comitiva regia.
Amadeo I ante el cadáver de Prim. Antonio Gisbert
Vivió solo D. Amadeo esos primeros meses en Madrid y utilizó unas pocas dependencias del palacio. Intentando congraciarse con el pueblo, visitaba bares y cafés acompañado de su fiel secretario Dragonetti.
Amadeo, como buen Saboya, era mujeriego y no estando cómodo en la soledad, anduvo en amoríos con Adela Larra, hija de Mariano Jose de Larra, ella fue su amante más duradera, aunque no la única. Todo Madrid lo sabía y la historia no tardo en llegar a los oídos de su esposa.
María Victoria había llegado a la capital de España en marzo y el recibimiento que se le dispensó fue tan frío como el que se dio a su marido. Tal vez porque se la consideraba más vulnerable, las ofensas y desprecios a la Reina fueron mayores. Las damas de la aristocracia borbónica brillaron por su ausencia en cualquier acto organizado por ella, los agravios llegaron hasta el punto de organizar la llamada "rebelión de las mantillas" en el que todas las damas lucirían de forma ostensible la flor de lis símbolo de los Borbones .
Los Reyes intentaban por todos los medios congraciarse con el pueblo, vivían en palacio utilizando pocas estancias, asistían a conciertos populares, no tenían ningún lugar reservado en la iglesia y además la Reina estaba volcada en obras caritativas. Pero, este trato tan cercano parece ser que no gustaba a los españoles. Es posible que la clave para entender esta reacción del pueblo español esté en las palabras que pronunció Castelar: "Ésta institución necesita, como el pontificado, algo de misterio….Necesita que la nube del origen divino la envuelva y que un rayo de poesía histórica la alumbre".
A pesar de haber conseguido la continuidad monárquica el clima de inestabilidad en España era creciente. Prim era su principal valedor y la coalición de gobierno que éste había levantado se fraccionó tras su muerte Los distintos gobiernos fueron incapaces de desarrollar su cometido con normalidad. En los algo más de dos años que duró el reinado de Amadeo I hubo hasta seis ministerios. Los gobiernos presididos por Serrano, Sagasta, Malcampo y Ruiz Zorrilla se alternaban y la escisión entre los seguidores de unos y otros era cada vez mayor. Se trató entonces de dar una imagen de un rey activo y el Monarca acudió a visitar distintas provincias. No se consiguió el efecto deseado, hubo algunos altercados y los carlistas iniciaron una nueva ofensiva.
Las luchas por alcanzar el poder de unos y otros acabaron desacreditando la figura del rey. Los ataques no venían solo de carlistas y republicanos, también aquellos que lo habían apoyado lo criticaban sin piedad. Así ocurrió con un articulo publicado en el periódico - claramente partidario de Ruiz Zorrilla - "El Imparcial", en junio de 1872. El articulo se titulaba "La loca del Vaticano" y, en él, se criticaba el celo religioso de María Victoria y se hacía alusión a la posible influencia política sobre su marido.
Atentado de la calle Arenal
En julio de ese mismo año los monarcas sufren un atentado en la calle Arenal de la que saldrían ilesos. La serenidad de los reyes al afrontar los hechos se consideró una oportunidad para mejorar su imagen. Al día siguiente los monarcas salieron por las calles de Madrid en coche descubierto y recibieron el homenaje del pueblo llano que aplaudió a su paso. No interesaba esto a sus detractores y periódicos republicanos como " El Combate" se lanzarían a subrayar las infidelidades del rey.
Las ofensas continuaron. A principios de 1873 nace el tercer hijo de los reyes. Era el primero en hacerlo en España. Ninguna dama de la aristocracia estuvo dispuesta, como era la costumbre, a llevar al infante a la pila bautismal y de los cincuenta invitados al evento más de veinte presentaron sus excusas y no acudieron.
La situación de Amadeo era ya insostenible, el 10 de febrero redacta una carta de abdicación al congreso que es presentada al día siguiente. El 11 de febrero de 1873, el congreso acepta la renuncia y el presidente, Ruiz Zorrilla, proclama la república.
En un clima de tristeza y con la soledad, la frustración y, tal vez, también el alivio acompañándoles, Amadeo y María Victoria abandonan el Palacio Real y parten rumbo a Portugal.
A su llegada a Turín se le devuelven sus cargos en el ejército y el título de duque de Aosta. Se instalan en el Palazzo dalla Cisterna y comienzan una vida tranquila, lejos ya los sinsabores de su breve reinado.
En 1876 moría María Victoria, enferma de tuberculosis. Fue un duro golpe para Amadeo.
Continuó con su trabajo como inspector general del ejército y despertando la simpatía de la mayoría de los turineses. Se había convertido en un hombre tranquilo y afable.
Amadeo I - Antonio Gisbert
En 1888, cuando se cumplían quince años de la muerte de María Victoria contrajo nuevo matrimonio, la elegida era María Leticia Bonaparte. Esta boda supuso un gran escándalo en Italia porque la nueva esposa de Amadeo era hija de su hermana Clotilde y por lo tanto su sobrina y además, Amadeo, era 22 años mayor que ella. El matrimonio duro poco, apenas año y medio. Tuvieron un hijo.
El 13 de enero de 1890 Amadeo amanece enfermo, tose, la fiebre es alta. En un principio se pensó que sufría gripe, pero con el paso de los días su estado se agrava y los médicos que le atienden se muestran pesimistas, el día 18 se produce el fallecimiento como consecuencia de una neumonía. Fue enterrado en la basílica de Superga en su Turín natal.
En honor a Amadeo, Giacomo Puccini compuso un cuarteto para cuerda "Crisantemi". Si quieres escucharlo pulsa aquí.