Etiquetas

Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha Esposo de Victoria I Alberto I de Bélgica Alberto Victor duque de Clarence Alejandra de Dinamarca Reina consorte de Reino Alejandra Románova Zarina de Rusia Alejándro I de Grecia Alejandro III de Rusia Alejandro Mountbatten Alfonso de Borbón y Battenberg Alfonso X el Sabio ( I ) Alfonso X el Sabio ( II ) Alfonso XI Alicia de Battenberg Alicia de Sajonia-Coburgo- Gotha Amadeo I de España Andres de Grecia y Dinamarca Antonio María de Orleans y Borbón Arturo Tudor Príncipe de Gales Astrid de Suecia Bárbara de Braganza esposa de Fernando VI Blanca II de Navarra Boris III de Bulgaria Carlos Príncipe de Viana Carlos de Austria y Portugal Carlos II de Inglaterra Carlos VIII de Francia Carlota de Bélgica. Emperatriz de México Carol II de Rumanía Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel Carolina Matilde de la Gran Bretaña Catalina de Aragón Catalina de Medici Charlotte de Prusia Christián VII de Dinamarca D. Jaime de Borbón y Battenberg D. Juan de Aragón y Castilla Príncipe de Asturias D. Juan de Austria Eduardo II de Inglaterra ( I ) Eduardo II de Inglaterra ( II ) Eduardo VII del Reino Unido Enrique III "el doliente" Enrique IV de Castilla "el impotente" Enrique VIII de Inglaterra Enriqueta Ana Estuardo Esposa de Fernando VII Estefanía de Bélgica Eugenia de Montijo Emperatriz de Francia Eulalia de Borbón Infanta de España Federica de Grecia Federico III de Alemania Felipe de Edimburgo Felipe I de Castilla Fernando El Católico I Fernando el Católico II Fernando VI Germana de Foix Gran Duquesa Hesse-Darmstadt Guillermo II El último Kaiser de Alemania Guillermo IV del Reino Unido Gustavo V de Suecia Isabel de Aragón Isabel de Borbón y Borbón " La Chata" Isabel de Borbón y Médicis Isabel de Farnesio Isabel de Habsburgo Reina de Dinamarca Isabel de Portugal esposa de Carlos I Isabel de Valois Isabel la Católica Isabel María de Austria "la archiduquesa roja" Jorge de Grecia y Dinamarca Jorge de Kent Jorge III del Reino Unido Jorge IV del Reino Unido Juana I "La Loca" Leonor de Austria Leonor de Castilla Reina de Inglaterra Leonor de Guzmán Leopoldina de Austria. Emperatriz de Brasil Leopoldo II de Bélgica Leopoldo III de Bélgica Liebster Awards Luis Fernando de Orleáns y Borbón Luis I de España Luis II de Baviera Luis XV de Francia Luisa Isabel de Orleáns Mafalda de Saboya Margarita de Austria duquesa de Saboya Margarita Teresa de Austria María Amalia de Sajonia Esposa de Carlos III María Antonia de Borbón Lorena María Cristina de Habsburgo- Lorena María de Edimburgo Reina consorte de Rumanía María de las Mercedes de Orleáns y Borbón Maria I Estuardo. Reina de Escocia María II de Inglaterra María José de Bélgica Reina de Italia María Josefa Amalia de Sajonia Esposa de Fernando VII Maria Luisa de Orleans María Luisa de Orleans ( II ) María Manuela de Portugal María Tudor María Victoria dal Pozzo Mariana de Austria Marie Bonaparte Maud de Gales. Reina de Noruega Maximiliano de Habsburgo Emperador de México Pablo I de Grecia Pedro I el Grande Zar de Rusia (I) Pedro I el Grande Zar de Rusia ( II ) Petronila I de Aragón Rodolfo de Habsburgo Sancho I de León " el Craso" Sofía Dorotea de Celle y de Brunswick-Luneburgo Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha emperatriz de Alemania Victoria Eugenia de Battenberg Victoria Eugenia de Battenberg ( II ) Victoria Eugenia de Battenberg ( III ) Victoria Luisa de Prusia Hija del último Kaiser Zarevich Nicolás Aleksándrovich de Rusia

martes, 14 de mayo de 2013

Carlos Príncipe de Viana






Carlos  Príncipe de Viana


 En Peñafiel el 29 de mayo de 1421 nace Carlos de Trastamara y Evreux, hijo de Blanca futura reina de Navarra y de Juan, príncipe de Aragón y que con el tiempo se convertiría en el rey Juan II.

A los dos años de su nacimiento se traslada a Olite donde su abuelo, el rey Carlos III de Navarra, apodado El Noble, le proporciona una esmerada educación y un Principado, el de Viana, que instituye a favor de su nieto en  Real Carta fechada en Tudela el 20 de enero de 1423.

En la corte de su abuelo en Olite empezaba a soplar la brisa del próximo renacimiento y Carlos fue sometido a un programa de educación muy completo, llegó a hablar cinco lenguas, se aficionó a la literatura de tal modo que llego a traducir a Aristóteles  y  también a escribir ensayos y poemas. Era muy aficionado a la música y tocaba el arpa y la vihuela,  también amaba la pintura  e incluso llegó a pintar. Su educación se completaba con ejercicios físicos de remo, caza y equitación. Los estudios literarios, los ejercicios físicos y los cuidados de su madre hicieron de él un hombre tranquilo y amante de la paz. Le gustaba vestir bien y era frugal en sus comidas. En resumen, un gentilhombre tal y como había deseado su abuelo.

Esta vida de caza, estudios, música, viajes y fiestas se rompió bruscamente. En 1441, cuando Carlos llevaba ya dos años casado con Inés de Cleves, muere su madre, la ya  reina Blanca I de Navarra y la política y la  ambición de su padre lo lanzan a un mundo de intrigas y guerras.

Castillo de Olite


D. Carlos y su padre siempre fueros espíritus contradictorios, uno beligerante, el otro pacífico. Nada tenían en común. D. Juan que había sido rey consorte de Navarra no podía soportar dejar en manos de su hijo un poder que consideraba suyo. D. Juan se casa de nuevo con Juana Enríquez y ésta que era soberbia e intrigante lejos de apaciguar las rencillas entre padre e hijo las fomentará.

D. Juan obligaba al príncipe a gobernar en su nombre a pesar de que éste ya era rey por derecho sucesorio del Reino de Navarra y  el descontento de la nobleza navarra empieza a ser patente. Las continuas provocaciones de D. Juan llevarán a Navarra a la guerra entre los legitimistas  beamonteses, partidarios de D. Carlos y los agramonteses, partidarios de D. Juan, dos bandos que se odian y que lucharán continuamente en una guerra civil que desgastará al Reino. En 1451 y en la batalla de Aibar, Carlos es derrotado y hecho prisionero junto a su Condestable, Luis de Beaumont y otros nobles. D. Carlos permanecerá en prisión durante 20 meses y durante su encierro nacerá en Sos su hermanastro Fernando, hijo de su padre y de su nueva esposa. Años más tarde este niño se convertirá en Fernando el Católico.

En 1453, D. Carlos es puesto en libertad pero no por ello llega la concordia. Navarra es un caos y las luchas continúan.

Escudo de armas del Príncipe de Viana


Cansado de tanta belicosidad que no va con su carácter, D. Carlos decide solucionar el conflicto por vía diplomática y marcha a  Nápoles a la Corte de su tío Alfonso el Magnánimo. Considera D. Carlos que ya que su padre había sido nombrado lugarteniente de Aragón y Cataluña por D. Alfonso mientras éste se encontraba gobernando los Reinos de Nápoles y Sicilia D. Alfonso sería la persona más indicada para mediar en el conflicto.

El Magnánimo lo recibe con cariño  y declara a su sobrino D. Carlos sucesor después de su padre de los reinos de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña, Sicilia insular y el Principado de Cataluña. Intenta de este modo acabar con el conflicto sucesorio y escribe a su hermano D. Juan haciendo patente su decisión.

En Junio de 1458 muere D. Alfonso y  D .Juan y su esposa, Juana Enriquez, obtienen lo que siempre desearon, ser reyes de Aragón pero, si D. Juan se había convertido en el rey Juan II de Aragón por derecho sucesorio el mismo derecho asistía a D. Carlos que se convertía en heredero de todos los reinos de su padre y en rey de Navarra por derecho propio. Difícil de soportar para  Dª Juana  que aspiraba a que su hijo Fernando obtuviera esos derechos.

Tras la muerte de su tío, D. Carlos permaneció  en Sicilia algún tiempo viviendo sobre todo en las ciudades de Messina y Palermo. Durante su estancia en Messina retomó sus aficiones literarias escribiendo, traduciendo, haciendo versos y llegando a confraternizar con poetas y literatos de la época en especial con el valenciano Ausias March. Fue un tiempo de paz para su espíritu a pesar de que la situación con su padre continuaba siendo hostil.

En  julio de 1459, D. Carlos decide que no puede permanecer por más tiempo en Sicilia. Su padre ha nombrado a su hermanastro Fernando de 6 años de edad, duque de Mont-Blanc, señor de Ribagorza y señor de Balaguer, títulos que le correspondían a él por acuerdo matrimonial de D. Juan con su madre D. Blanca. Recala en Mallorca desde donde escribirá a su padre una carta llena de sumisión y respeto en la que se compromete a liberar la parte de Navarra que todavía estaba en poder de los beamonteses y a no vivir ni en Navarra ni en Sicilia con tal de que los suyos no fueran oprimidos y conservar la sucesión y la heredad.

En  enero de 1460 se  firma la llamada "concordia de Barcelona" en la que el rey Juan II perdona a su hijo y se compromete a liberar a Luis de Beaumont y al resto de los nobles, prisioneros desde hacía 7 años. D. Carlos, que había permanecido ya siete meses en Mallorca, se embarca hacia Cataluña.

El Príncipe de Viana permanecía viudo desde hacía años y aunque tenía tres hijos ilegítimos y había tenido varios amores no había vuelto a casarse. Cuando a finales de 1460 se entrevista con su padre en Lérida y le comunica su intención de contraer matrimonio con Isabel de Castilla, hermana de Enrique IV y futura Isabel la Cátolica, su padre monta en cólera, lo desarma y lo encierra argumentando supuestas deslealtades y traiciones por  haber tenido acuerdos secretos con Castilla.

Esta inesperada acción alborota  de nuevo a navarros y catalanes que se arman y solicitan la ayuda del rey de Castilla. En febrero de 1461 consiguen la liberación del príncipe. Cuando D. Carlos  entra en Barcelona el recibimiento es apoteósico.

Ya  durante su encierro D. Carlos se sentía cada vez más débil. Durante los tres meses que permaneció prisionero se le obligó a recorrer distintas prisiones y cuentan los historiadores que hacía tiempo que "le consumían las fiebres" y que cuando llegó a la prisión de Morella,  solicitó la atención de un médico por sufrir "fuerte dolor en las entrañas".

El 21 de septiembre la fiebre se  hizo crítica. Se ofrecieron votos, se hicieron rogativas públicas y se oficiaron  misas para su salvación. Todo fue inútil.

Príncipe de Viana - Jose Moreno carbonero - Museo del Prado


El 23 de septiembre de 1461 moría D. Carlos, Príncipe de Viana en el Palacio Real de Barcelona. Tenía 40 años. Más de quince mil personas asistieron a las exequias. En 1472 sus restos fueros trasladados al Monasterio de Poblet.

La versión oficial atribuyó la muerte a una  pleuresía. La versión oficiosa, al envenenamiento posiblemente causado por su madrastra para poder trasmitir sin obstáculos a su hijo Fernando los derechos de la Corona de Aragón.

El profesor Reverte Coma, antropólogo forense, realizó un estudio de los restos encontrados en la tumba del Monasterio de Poblet y que, supuestamente, se correspondían con los del Príncipe de Viana. En el estudio se comprobó que la parte superior – cabeza, torax y extremidades superiores- correspondía a un varón de entre 40 y 45 años pero, la parte inferior  pertenecía a una mujer de entre 50 y 60 años. En el examen del tronco y tras su estudio, se comprobó que aparecían huellas de haber sufrido una pleuresía de origen tuberculoso. Es probable que las tumbas fueran violadas a la búsqueda de objetos de valor. Pero, entonces surge la pregunta ¿es el Príncipe de Viana el que esta enterrado allí y cuyos restos se analizaron?.

El gobierno de Navarra solicitó un informe genético de los restos encontrados en Sta María de Nieva en Segovia y atribuidos a Blanca I de Navarra y los de su hijo Carlos Príncipe de Viana encontrados en Poblet al Departamento de Medicina legal de la Universidad de Granada. Este mismo estudio se realizó también por el Departamento de Antropología de la Universidad de Pennsylvania.  Estos estudios del ADN  mitocondrial se dieron  a conocer en 1995 y son concluyentes, no existe  relación materno filial entre ambos restos.

Investigadores de la Universidad de Barcelona y de la Universidad de Granada bajo la dirección de la historiadora Mariona Ibars han realizado un estudio genético de la momia del Poblet y los han comparado con  los realizados a ascendientes y descendientes de origen indudable. El estudio publicado en 2008 demuestra que los restos hallados en el Monasterio de Poblet no pertenecen a D. Carlos, Príncipe de Viana. Tampoco los restos hallados en Sta María de Nieva pertenecen  a Blanca I de Navarra


 Monasterio de  Poblet

¿Dónde esta enterrado Carlos de Trastamara y Evreux?









39 comentarios:

  1. Fascinante, madame. Otro misterio a resolver. Solo que en esta ocasión las pruebas de ADN han servido para crear uno nuevo.

    Buenas noches

    Bisous

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, ahora ni siquiera sabemos dónde se encuentran los restos del Príncipe.
      Buenas noches.
      Besos

      Eliminar
  2. Buenos días Ámbar

    Estuve documentándome acerca del fallecimiento del príncipe, y existen diversas teorías:
    Ante todo en 1458 sufre una fuerte depresión por la muerte del tío Alfonso el Magnánimo, lo que lo lleva a descuidar la salud.

    En 1460 su salud empeora. En Morella pide que le traigan un médico por "sufrir un fuerte dolor en las entrañas". Todo esto indica que la muerte de Carlos (23 de septiembre de 1461) no fue súbita, lo cual aleja las sospechas que fuese envenenado por órdenes de la madrastra, Juana Enríquez.

    Transcribo el veredicto del profesor José Manuel Reverte, médico forense de paleopatología y criminalística:

    "Se le practicó la autopsia para comprobar la causa de la muerte y embalsamarlo. Los médicos diagnosticaron que la muerte fue ocasionada por una pleuresía. Se ha hablado y se habló en su tiempo de que pudo morir envenenado con Arsénico, pero en el estudio de los restos que hemos practicado minuciosamente, hemos podido comprobar que el cadáver presentaba aún huellas de haber sufrido una pleuresía de origen tuberculoso. Aún se han podido teñir los Bacilos de Koch con una reacción específica. El estudio con microscopía electrónica de un centenar de muestras no presenta rastros de Arsénico como se decía. Lo que queda de tejido pulmonar se puede observar que estuvo adherido a la pared torácica.

    Respecto a la posibilidad de que se emplease un veneno vegetal como la Aconitina (obtenida de la raíz del Acónito) que fue bien conocida en aquellos tiempos, no parece posible por la sintomatología que se describe en la Crónicas de la época. Además los alcaloides de tipo terpenoide contenidos en la raíz del Acónito, se destruyen en poco tiempo y no se han podido detectar. A mi entender el diagnóstico realizado por los médicos que le atendieron fue correcto."

    Otro hecho importante de mencionar es que hubo un saqueo de las tumbas de los Reyes de la Corona de Aragón en el Monasterio de Poblet, cometida por el populacho en busca de objetos de valor, tras la desamortización de Mendizábal.

    El fin del Príncipe de Viana continúa siendo un -Misterio Sin Resolver-.

    ResponderEliminar
  3. Has transcrito minuciosamente las conclusiones del profesor Reverte Coma, no obstante los estudios del ADN mitocondrial realizados a las distintas partes de los restos atribuidos al Príncipe de Viana en Poblet demuestran que se trata de tres individuos diferentes y que ninguna de las partes halladas corresponde al Príncipe de Viana. Los investigadores han examinado el ADN mitocondrial( que sólo es trasmitido por la madre) a lo largo de 800 años, desde el año 1200 hasta nuestros días, de los ascendentes y descendientes de Blanca de Navarra.
    Por tanto es seguro que los bacilos de Koch que logro teñir el profesor Reverte no fueron los que infectaron al Príncipe.

    Un cordial saludo

    ResponderEliminar
  4. Los restos de los cadáveres reales de Poblet están esparcidos y mezclados en los diferentes sepulcros construidos hace nada, así que no me extraña que estén perdidos, lo que más me ha extrañado es que los despojos atribuidos a Blanca de Navarra no sean los suyos.

    En cuanto a qué causó la muerte de Carlos de Viana, pues como le tengo tanta manía a Joan II el Sense Fe y a la Enriquez aun más, me inclino por el envenenamiento. Es una pena que no se pueda demostrar nada por el momento, pero quizá algún día aparezcan los restos del príncipe de Viana, que seguro que están mezclados con los de otro antepasado en la abadía de Poblet.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los cronistas de la época coinciden en afirmar que el Príncipe estaba muy enfermo. Que la Enriquez le diera un "empujoncito" esta por demostrar. Ganas no le faltaron,eso seguro.

      Saludos

      Eliminar
  5. Buenos días, Ámbar:

    La historia de Carlos de Trastámara es interesantísima. Me pregunto, ¿cómo es posible que de tronco para arriba aparezca el cuerpo de un hombre desconocido y de tronco para abajo, el de una mujer desconocida? (por no decir que serían restos de tres personas diferentes, como apuntas en la entrada) Uno se hace cargo del latrocinio en las tumbas de los poderosos, pero tanta desmembración resulta excesiva.

    ¡Qué pena que los intereses creados por unos y otros hiciesen perecer a un hombre que parecía merecer bastante la pena!

    Un saludo y felicidades por tu excelente entrada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los análisis han demostrado que los restos fueron manipulados para reconstruir un cuerpo a partir de fragmentos de otros y parece ser que se observan cortes de sierra en la columna del segmento inferior. El por qué y el para qué es un misterio.
      Gracias por el comentario.

      Saludos

      Eliminar
  6. Una vida dura y desgraciada, mitad verdad, mitad leyenda, la del Principe de Viana. Hace poco vi un cuadro en el Museo del Romanticismo, uno de esos lienzos de pintura de historia de finales del XIX (no recuerdo el autor), y me hice cargo de como tuvo que ser su existencia final, enfermo, con una manta sobre las piernas, sentado en su sillón y rodeado de libros y documentos. En fin, era su destino. Muy buena síntesis, como siempre. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  7. Moreno Carbonero también lo retrata con un aspecto abatido. No conozco el Museo del Romanticismo pero, como has despertado mi curiosidad he visitado su página y parece muy interesante. Intentaré verlo en la próxima visita a Madrid. Gracias por la información.

    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Fascinante ¿Quién sabe qué hubiera pasado si hubiera sido rey de Navarra y se hubiera casado con Isabel? Interesante las pruebas de ADN, que no hacen sino acrecentar el misterio..

    Bisous!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La historia sólo se puede reinventar en nuestra imaginación. Quién sabe lo que hubiera pasado.
      Gracias por tu comentario.

      Besos

      Eliminar
  9. A saber lo que hicieron con sus restos mortales. Una incógnita más en nuestra historia acerca de una persona poco ambiciosa, pero que fue zarandeada por el destino y por su propia familia de forma implacable.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que el único que realmente lo zarandeó fue su padre. Carlos era un hombre culto que fue educado con amor por su madre y por su abuelo.

      Saludos Cayetano.

      Eliminar
  10. Desde luego el poder y la ambición no tienen fronteras. Parece un cuento. Siempre ha impresionado - el cuadro José Moreno Carbonero. Estuve el año pasado visitando el Castillo de Olite.
    Hay tantos misterios so¡in resolver y me temo que la verdad ha muerto con sus protagonistas.
    Muy bien explicado Ámbar y nada pèsado de leer.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también creo que Moreno Carbonero reflejó perfectamente la personalidad del príncipe en su cuadro.El Castillo de Olite es precioso y una se pregunta al recorrerlo si Blanca, Carlos y Leonor miraban el cielo desde esos torreones.
      Gracias por el comentario.
      Besos

      Eliminar
  11. Realmente interesante tu entrada, capaz de generar un acalorado foro de comentarios pero yo, a tu pregunta final "¿Dónde esta enterrado Carlos de Trastamara y Evreux?" le añadiría otra de mayor amplitud: ¿Dónde están enterrados Jaime I, Pedro IV el Ceremonioso, Fernando I de Antequera, el propio Juan II...?

    En los sepulcros existentes en el Monasterio de Poblet, rehabilitados a partir de 1940 a costa del Ministerio de Educación, figuran enterrados esos reyes aragoneses, sepulcros que, como ya sabemos a través de la historia y debido a la desamortización de Mendizabal en 1835, fueron destruidos , saqueados y los restos de los cadáveres esparcidos por el suelo de la iglesia del monasterio donde permanecieron más de dos años. Al cabo de esos dos años se cuenta que se amontonaron bajo la escalera del coro de la Iglesia de L'Espluga de Francolí donde permanecerían hasta 1856 en que parece se trasladaron en unas cajas a la Catedral de Tarragona. Cien años después, como decíamos, terminada la Guerra Civil, se reconstruye el Monasterio de Poblet.

    ¿Están en esos sepulcros los restos de Jaime I, Pedro IV el Ceremonioso...?

    Un cordial saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Interesante pregunta la que haces, han viajado demasiado esos restos como para saber a quien pertenecen o donde están los auténticos,sería como buscar la aguja en el pajar.Realizar el ADN de todos y cada uno de esos fragmentos nos daría quizá la respuesta.
      Gracias por tu comentario.
      Besos

      Eliminar
  12. Ambar, com ome gusta que me dejes acertijos para responder...

    Carlos quizás hubiese sido un mejor partido que Fernando para Isabel. Quizás hubiese tomado parte activa en la posterior aventura del almirante.Pero la historia no tiene repeticiones de ese estilo.

    Muy buena entrada. Este periodo previo a la unificación de la penísula me llama mucho la atención

    Besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya que te he dejado el acertijo espero la respuesta. En serio, gracias por el comentario.
      Un abrazo

      Eliminar
  13. No esperaba que el final fuera tan misterioso, hay muchas sorpresas con los análisis forenses.
    La verdad es que el príncipe de Viana estaba muy bien preparado pero se topó con las intrigas y luchas palaciegas, así que mejor manera de morir y dejar a su paso un halo de romanticismo y misterio.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Si que ha habido sorpresas con los análisis. Carlos estaba preparado para muchas cosas excepto para las que le toco vivir.
    Gracias por el comentario.
    Saludos

    ResponderEliminar
  15. Son personajes dignos de una tragedia de Shakespeare, de esas terribles historias de reyes.

    ResponderEliminar
  16. Seguro que la vida del príncipe de Viana habría inspirado a Shekaspeare una de sus obras maestras.
    El siglo XV fue duro y difícil para un espíritu tranquilo y cultivado como el de Carlos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  17. ¡Uy qué interesante! Y no parece que esto sea cosa de una confusión o de un suceso derivado de la francesada, cuando se abrieron las tumbas para encontrar objetos de valor. ¿Fueron enterrados los restos en otra parte? Me imagino cualquier cosa por parte de su madrastra Juan Enríquez, pues su odio hacia el hijastro era por todos conocido. ¿Llegarán a encontrarlos?
    Un saludo

    ResponderEliminar
  18. Se trasladaron demasiadas veces esos restos para saber a dónde fueron a parar los del príncipe.Cosas que nos trajo la desamortización de Mendizabal.
    Gracias por el comentario.
    Saludos

    ResponderEliminar
  19. Querida Ambar, esta vez te has superado con una entrada en la que los datos históricos se entremezclan con la intriga y el misterio. ¡iNTERESANTÍSIMO!
    Mil bicos.

    ResponderEliminar
  20. Qué interesante artículo, tanto en su exposición histórica, llena de desencuentros entre padre e hijo, como en el misterio de su muerte. Lástima que para resolver algo sea necesario identificar los restos. Quizás algún día...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Ambar, que interesante tu texto sobre este personaje,Carlos, Príncipe de Viana, digno de una tragedia griega. Parece que son muchos los interrogantes sobre su muerte y el destino final de sus restos. Misterios, que me imagino como tantos otros en la historia, quedarán por resolver.
    Un abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
  22. Entro en tu blog para pasar un rato muy ameno y no quiero perderte, así que te sigo. Besicos.

    ResponderEliminar
  23. Hola Ambar.

    Una entrada verdaderamente interesante, como es habitual en ti. Es muy amena la lectura que nos ofreces, limpia y concisa; para los que no dominamos la historia es toda una lección perfectamente estructurada. Un placer leerte, como siempre.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Querida Ambar, te he nominado al “ONE LOVELY BLOG AWARD”, que es un reconocimiento entre blogueros. Una vez me nominaste también a un premio similar, pero confieso que no haber comprendido en aquel entonces cual era la temática de esta clase de premios. Pero ya que se me da la oportunidad de retribuirte lo hago!
    La información está en esta entrada si te interesa
    http://deliriosdeladama.blogspot.com/2013/06/one-lovely-blog-award.html

    saludos=)

    ResponderEliminar
  25. Gracias por regalarnos un tro de esta interesante historia.
    Un beso t se muy feliz.

    ResponderEliminar
  26. Muy interesante toda la investigación científica, pero todavía muchos hilos por atar en ella.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  27. Enigma!! Me ha encantado tu blog, soy tu seguidora <3

    ResponderEliminar
  28. Muy interesante...

    Siempre aprendiendo, gracias.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  29. Que tengas un buen verano Ámbar.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  30. No tengo ni idea donde esta enterrado...

    Sigo tu precioso blog y espero que hagas lo mismo con el mio www.gabusiek.blogspot.com
    Un beso grande

    ResponderEliminar
  31. ¡Hola, Ambar!!!

    Nos dejas una interesante lección de historia, tampoco los grandes personajes tuvieron una vida fácil... Y que mal terminaron, algunos por lo menos... Gracias por compartir algo importante, algo bello.
    Te dejo un abrazo y mi estima.

    Se muy feliz.

    ResponderEliminar