Alicia del Reino Unido. Winterhalter
Alicia no fue una niña bonita, sus rasgos eran demasiado corrientes y anodinos y ante la hermosura y la inteligencia de su hermana Vicky quedaba totalmente eclipsada. Como otro tanto le pasaba a su hermano Bertie ambos desarrollaron un vinculo muy especial, no es que tuvieran ningún tipo de resquemor hacia el dechado de perfecciones que era Vicky, simplemente que al poseer unas habilidades o una falta de ellas similares, sintonizaban. Los episodios de celos hacia su hermana mayor fueron muy escasos.
Alicia era introvertida y melancólica, reservada y generosa y sobre todo muy caritativa. Tenía una gran inclinación por la filosofía y la teología pero lo que de verdad le apasionaba era la medicina. Había acompañado a la Reina Victoria en algunas visitas protocolarias a hospitales y además las historias de Florence Nightingale la tenían absolutamente subyugada. Su madre, la Reina, no permitiría que su hija profundizase en el estudio de la anatomía ni de otras materias médicas que consideraba impropias para una jovencita.
Luis de Hesse-Darmstadt
La princesa Alicia había llegado a esos años en que una mujer pasa de ser una niña a convertirse en una joven casadera y sus padres barajaron distintos nombres como futuros consortes. Tras sopesar cuál de ellos sería el más conveniente optaron por Luis de Hesse. Dado que éste era sobrino del Gran Duque de Hesse-Darmstadt, que no tenía hijos, cabía suponer que Alicia acabaría siendo Gran Duquesa y esta posibilidad gustaba mucho a la Reina Victoria. Así pues y , como era la costumbre, Luis de Hesse fue invitado a pasar unos días en Reino Unido para que ambos jóvenes se conocieran.
El compromiso se anuncio en abril de 1861 pero la muerte del Príncipe Alberto en el mes de diciembre truncó los planes de boda de la pareja que finalmente contrajo matrimonio en julio de 1862 una vez finalizado el luto oficial, por expreso deseo de la Reina que consideraba que su fallecido esposo así lo habría deseado.
La boda - también por deseo de la Reina - se celebró en Osborne y fue una ceremonia oscura y triste que tuvo como música de fondo el llanto de los hermanos y de la madre de la novia, vestidos rigurosamente de negro. No hubo banquete de bodas ni vítores ni aplausos de las gentes y para enlutar más el día ni tan siquiera hubo un sol resplandeciente. Negras nubes como crespones cubrirían el cielo y al acabar la ceremonia estallaría una intensa tormenta.
No es extraño por tanto que Alicia, que estaba muy enamorada de Luis, considerara un alivio el salir de Inglaterra . Fueron recibidos con entusiasmo en Hesse pero al llegar a Darmstadt la princesa Alicia comprobó que nada tenía que ver esta pequeña ciudad medieval, de calles empedradas con su Londres natal y se sintió decepcionada. Al principio se instalaron en una casa en el centro de Darmstadt mientras construían, gracias a la dote de Alicia y a la ayuda de la Reina Victoria, un palacio de arquitectura similar a la de Osborne que se convertiría en su residencia definitiva : el Neues Palais.
Alicia y Luis
En junio de 1866 estalló la guerra entre Austria y Prusia y el ducado de Hesse se posicionó al lado de Austria. Como consecuencia de ello, la Reina Victoria se encontró con sus dos hijas mayores enfrentadas: Vicky - casada con el heredero de Prusia- y Alicia - casada con el heredero del Gran Duque de Hesse- tenían a sus maridos luchando en bandos opuestos.
La guerra duraría tan solo siete semanas y durante ellas Alicia fundaría la Unión de Damas, un grupo de aristócratas y señoras de la alta burguesía dedicadas a atender a los heridos que llegaban desde el frente, aplicando en su cuidado los principios de Florence Nightingale, a quien seguía admirando y con quien se mantenía en contacto. Posteriormente y con la colaboración de Luise Buchner _ una activista pionera en los movimientos femeninos- crearía una institución para la enseñanza de la enfermería como profesión y también un hospital que llevaría su nombre. Su compromiso con las mujeres era cada vez mayor.
Tras la guerra el ducado de Hesse quedaría incorporado al Imperio alemán y Prusia impondría unas condiciones draconianas a los territorios conquistados lo que supuso un empobrecimiento de éstos. Alicia tuvo que acostumbrarse a vivir sin ningún lujo. Las cartas que escribía a su madre, la Reina Victoria, hablándole de sus penurias económicas no tuvieron la respuesta esperada. La relación madre-hija no era buena desde hacía bastante tiempo. Victoria no entendía que Alicia se hubiera empeñado en amamantar a sus hijos ni tampoco entendía su implicación social ni su empeño en ayudar a los más necesitados de una manera tan activa y personal.
Alicia y Luis con sus hijos
En 1873 aparecería la tragedia en la vida de Alicia. Su hijo Federico, que había sido diagnosticado de hemofilia, cayó desde una ventana a una terraza situada varios metros debajo. La gran hemorragia interna le ocasionaría la muerte pocas horas después. Este hecho causaría en Alicia, que siempre había tenido una tendencia a la melancolía, un impacto emocional del que tardaría en recuperarse.
Alicia, Gran Duquesa de Hesse-Darmstadt
El tío de Luis, el Gran duque Luis III muere en 1877 y dado que el padre de Luis ya había muerto, Alicia y su esposo se convierten en los Grandes Duques. Su nueva condición de Gran Duquesa fue utilizado por Alicia para continuar con su labor social y crear fundaciones de ayuda a los más necesitados, especialmente a las mujeres.
A finales del siguiente año se desencadena en el Ducado una epidemia de difteria. La mayor de las hijas de los Grandes Duques fue la primera en enfermar, después lo harían el resto de los hermanos y el propio Luis. Alicia cuidó de todos sin descanso pero tras la muerte de María, la más pequeña de sus hijos, ella misma sufriría la enfermedad.
Enterada la Reina Victoria envió a su médico personal para que colaborara con los médicos de la familia ducal, pero Alicia estaba agotada y muy débil y no consiguió superar la enfermedad. Murió el 14 de diciembre de 1878 el mismo día que, 17 años antes, lo había hecho su padre. Tenía solo 35 años de edad.
Alicia fue enterrada en el mausoleo de los grandes Duques de Hesse en Rosenhöhe junto a sus dos hijos. Una bandera del Reino Unido cubría su féretro.
Otra mujer más con personalidad en unos tiempos en que las mujeres tenían todavía mucho más difícil remar a contracorriente.
ResponderEliminarMuy bien contado y ameno, como siempre.
Besos.
Gracias Chema.
EliminarUn beso
¡Hola!
ResponderEliminarComo siempre una historia de lo más interesante. Qué pena que alguien con semejantes inquietudes se fuese tan joven, es de admirar que una persona que podía haber vivido dedicada a la contemplación se implicase en temas de la mujer, en cuidar heridos de guerra y formar enfermeras y le interesase la filosofía.
Besos y me ha encantado, lástima el final tan triste que tuvo.
Tuvo una educación muy rica gracias a su padre y desde muy joven dio muestras de poseer un espíritu inquieto y solidario.
EliminarGracias a ti Marigen, un beso
Es una historia muy interesante, pero muy triste. Todas o casi todas las mujeres de la realeza están rodeadas de tragedias, la muerte de su hijo ya la termino de hundir más. Pero quien iba a espera que unos años más tarde murieran toda la familia.
ResponderEliminarAmbar, un abrazo!
La vida puede ser, a veces, muy dura y el hecho de ser princesa no te libra de ciertos avatares.
EliminarBesos Cristina
Me gusta la figura de esta mujer aunque siempre envuelta en un halo de tragedia. Un abrazo.
ResponderEliminarSi, pobrecilla, hasta el día de su boda estuvo marcado por el dolor.
EliminarUn abrazo
Una vida muy corta. Murió a la edad en que muchos jóvenes de hoy todavía no se han emancipado de casa de sus padres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los jóvenes de hoy tardan mucho en emanciparse. No tienen la vida tan resuelta como los príncipes.
EliminarUn abrazo
Aunque murió joven tuvo una vida rica, la cultura, su emancipación, la inquietud social y una personalidad creativa nada propia de la época, ni de su condición contribuyeron a ello. Es triste que tuviera ese final, pero es lo que le tocó en ese momento y mucha gente también lo sufrió.
ResponderEliminarComo siempre nos has regalado un relato maravilloso.
Un beso.
Desarrollo algunas de las facetas mas creativas y solidarias de su personalidad. Fue una autentica feminista y, dentro de lo que su rango le permitía, siempre intento mejorar la vida de las mujeres.
EliminarBesos
Fantastic information. Tragic but interesting. Happy week.
ResponderEliminarGracias Matti
EliminarLlevaba dentro su generosidad con la labor social y su vocación profesional si le hubiesen dejado seguir sus instintos.
ResponderEliminarCuando he abierto esta pagina su retrato me ha sorprendido pues la he visto muy guapa con lo cual no me imagino la belleza de Victoria.
Un abrazo.
La belleza de Victoria era impresionante. En mi entrada sobre ella hay un retrato de Winterhalter que deja patente su atractivo. No obstante pienso que Alicia fue más feliz.
EliminarBesos
En el retrato inicila me recuerda su rostro al de su madre, la reina Victoria, y en el carácter, en cambio, se asimilaba más a su padre, el príncipe Alberto. Tuvo, sin embargo, una vida triste, marcada por esa boda enlutada.
ResponderEliminarUn saludo
La boda fue premonitoria de sus futuras tristezas. Su carácter distaba mucho del de la Reina Victoria y tienes razón se parecía más al príncipe Alberto.
EliminarBesos
Yo también pensé eso.
Eliminar¡Hola Ámbar!
ResponderEliminarQue retrato familiar más hermoso, nos empapamos de buenísimas e interesantes historias con este bello blog. En todas las vidas ya sean de rango o sean humildes, existen luces y sombras que dejan huella en el alma.
Ha sido un placer y, siempre lo es pasar por esta tu casa.
Te dejo un beso y mi gratitud.
Feliz semana.
Muchas gracias Marina. Tu visita si que es un placer.
EliminarBesos
Dan ganas de investigar y de visitar todos esos sitios que mencionas y de los que no tenía ni idea. Por otro lado, qué complicado era conseguir las aspiraciones personales en un mundo tan encorsetado, ¿verdad?
ResponderEliminarA ti seguro que no te cuesta mucho acercarte y visitarlo. Está al sur de Fráncfort, en la vertical de Zúrich. Si vas espero que nos lo cuentes.
EliminarEfectivamente debía ser muy difícil conseguir cualquier aspiración personal en ese mundo, sobre todo si se era mujer.
Un abrazo
Hola Ambar:
ResponderEliminarUna dama fuerte, como las que siempre traes aquí, pero con una vida triste y una muerte prematura.
No recuerdo dónde había leído de ella antes. No sé si fue en un blog o en un libro...pero me ha encantado recordarla.
Está mañana creí dejarte un comentario...en todo caso ya me aseguraré que este si se quede :)
Besos
De las hijas de la Reina Victoria no es de las más conocidas. Tuvo una vida corta pero llena de proyectos personales, algunos de los cuales pudo realizar.
EliminarUn abrazo, Manuel.
Una mujer con gran sensibilidad y una personalidad muy marcada.
ResponderEliminarUn saludo.
Sabia lo que quería pero no le fue fácil lograrlo. Tenía muchas inquietudes.
EliminarSaludos
Muy de elogiar su defensa por las causas de las mujeres y pienso que poseía muy buenos sentimientos,
ResponderEliminarMurió demasiado joven y su vida tuvo muy amargas experiencias.
Un fuerte abrazo.
Estaba muy comprometida en la defensa de los derechos de las mujeres. Siempre consideró que la educación era básica para lograr algo de libertad.
EliminarBesos, Amalia
Una mujer fuerte y luchadora, feminista para la época que vivió. Es penoso que grandes mujeres y con inquietudes no pudieran realizar susu sueños y desarrollar sus inquietudes. además, muere joven y vivó una vida con muy pocas alegrías.
ResponderEliminarUn beso y encantada de leer tus relatos!!!
Gracias Elisa
EliminarOtra gran desconocida de la Historia, para mi. Y como se repite constantemente, con una triste vida impuesta por los intereses de la corona. Yo creo que más de una, hubiera preferida nacer plebeya.
ResponderEliminarMuy interesante, Ambar.
Un fuerte abrazo.
Ser plebeya en aquellos años tenía sus ventajas, sobre todo si se estaba en una buena situación socioeconómica.
EliminarUn abrazo
Saludos.
ResponderEliminarEl tiempo no es el mismo para todos. En 35 años de su época y estatus esta mujer vivió varias vidas, cuando a esa edad la mayoría de sus congéneres aún estaban por despertar. Interesante perfil.
Tienes razón, el tiempo tiene diferente ritmo según el estatus al que se pertenezca. Ese diferente ritmo no es solo característico de una época, en la actualidad hay muchos jóvenes luchando por vivir mientras otros todavía no han salido del cascaron.
EliminarGracias por tu visita. Saludos
Avanzada a su tiempo por ser una defensora de la mujer.
ResponderEliminar¡Lástima no tuviese una larga vida y menos triste!
Cariños.
kasioles
Su madre era la Reina y su padre sólo el Príncipe consorte, es posible que esta situación influyera en ella.
EliminarBesos Kasioles
Interesante la vida de esta mujer, con fuerza y valor para superar los malos momentos y vivir de cierta forma pasando penurias. Murió joven y le dio tiempo a tener muchos hijos y a vivir acontecimientos políticos tan importantes.
ResponderEliminarEl ser defensora de los mas humildes y de la mujer no debió de ser fácil para los tiempos en que vivía.
Una biografía de lectura muy amena. Gracias Ambar por compartirla.
Besos
Puri
Su padre, el príncipe Alberto, procuró formar bien tanto a sus hijos como a sus hijas. Tenía una enorme sensibilidad y mucho sentido de la solidadidad.
EliminarBesos Puri
Una mujer sabia, ella hizo mucho, ella ayudó a otros. Es una pena que la vida la haya experimentado tan triste y haya muerto tan joven. Saludos.
ResponderEliminarIntentó ser solidaria y lo consiguió en muchas ocasiones.
EliminarSaludos
En el ayer como hoy hay aguerridas mujeres...me impacta ella, que debio ser una,adelantada a la vida futura y que seguro y su trabajo doto de alas a otras mujeres del futuro...siempre las,madres marcan a los hijos ...eso de ayer y hoy es como lo mismo, pero lo mejor es que por hoy en al menos en buena parte del mundo la mujer elige su destino...
ResponderEliminarAntes nu ahora una madre esta preparada para ver la partida de un hijo.
Al parecer las,cartas se echaron cuando se casó...
Gracias.
Disculpa decia que:« antes ni ahora una madre esta preparada para ver la partida de un hijo.»
EliminarLa muerte de un hijo es algo para lo ninguna madre está preparada porque es antinatural. Por desgracia quedan todavía muchas partes del mundo donde la mujer no puede elegir su destino.
EliminarGracias por el comentario.
Un abrazo
Hola Ámbar.
ResponderEliminarPaso a dejarte un abrazo desearte un día de San Valentín, de esos que se disfrutan a tope, que hayas estado rodeada de amistad, amor y autentica felicidad.
No solo hoy, sino todos los días de la vida.
Un besito y mi gratitud.
Gracias por tus buenos deseos Marina.
EliminarUn beso
Interesantísima la vida de Alicia. Me encanta leer y conocer los detalles de las casas reales. Una mujer ejemplar.
ResponderEliminarSaludos
Más ejemplar que muchos miembros de su familia.
EliminarBesos
Hola Ambar, entrar en tu espacio es adquirir cada vez más conocimiento de la historia y disfruto mucho leyendo. Alicia no tuvo mucha suerte en la vida.
ResponderEliminarBesos de Espíritu sin Nombre.
Me alegra que así sea, Conchi.
EliminarUn beso
Una valiosa mujer que no tuvo una vida nada fácil y murió muy joven.
ResponderEliminarMuy interesante su historia que desconocía.
Gracias, Ambar por tu trabajo.
Gracias a ti, Maripaz.
EliminarPodría haber sido una gran médico. Su empatía la hacía cercana al prójimo, una pena que muriera tan temprano y que tuviera una vida triste...
ResponderEliminarBesos
Un gran médico o una gran enfermera, tenía lo primero que hay que tener en estas profesiones : voluntad de servicio.
EliminarBesos, Myriam.
Leyendo su vida, parece que hubiera vivido muchos años más...tantos hijos, tanto sufrimiento y tan adelantada para la época, qué pena.
ResponderEliminarGracias Ambar.
Besitos =)))
Si, da esa impresión ya que fue una vida intensa,
EliminarBesos
¡Qué triste final tan joven! Al menos pudo desarrollar su vocación durante un tiempo, crear la escuela y el hospital. También se casó enamorada, raro en aquellos tiempos para la nobleza. El final de los hijos tuvo que ser imposible de superar. Excelente como siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarSi que era raro entre las familias reales casarse por amor. Ella lo hizo aunque el amor duró poco.
EliminarBesos, Mara.
Un varapalo para la Reina Victoria, y encima el mismo día que murió Alberto años atrás. Un articulo muy interesante Ambar, siempre acabo aprendiendo algo más eres toda una enciclopedia. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha caído bien esta mujer que entendió que podía hacer mucho por ayudar a los más necesitados y qué decepción la reina Victoria incapaz de entender a su propia hija y sus necesidades.
ResponderEliminarMe encanta conocer a estos reyes de tu mano, los haces tan cercanos.
Un beso
He imaginado el cuadro de la boda, en un día gris, triste por el reciente luto, sin banquete, sin alegría, anuncio de los peores presagios. Y sin embargo, no sé si tendría, pese a un prematuro final, una vida de pesar, al menos no mayor que el de tanta gente. Su dedicación a los demás debió ser fuente de felicidad personal.
ResponderEliminarUn relato precioso y emotivo, cualidad necesaria para leerlo con agrado.
Saludos.
Una historia muy interesante. Ya le vale a la Reina Victoria.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta esta mujer. Me sorprendió que todo lo que pasó cupiera en 35 años.
ResponderEliminarAl parecer los miembros de la realeza tienen tantos problemas como cualquier otro ser humano. Alicia, una duquesa enamorada, casada y con 6 hijos pero muere a los 35 años y con muchos sueños rotos.
ResponderEliminarMe ha encantado el blog.
Abrazos, Ambar.