Príncipe Federico - Heinrich von Angeli
Federico, que nació en Potsdam en octubre de 1831, era el primer hijo de un segundón de la dinastía Hohenzollern. Su madre, Augusta de Sajonia-Weimar-Eisenach era una mujer liberal que había recibido una buena educación y su padre, Guillermo de Prusia, era el segundo hijo del rey Federico Guillermo III. No estaba pues llamado a ocupar un trono pero las carambolas de la vida le llevaron a él, aunque fuera tan sólo por tres meses.
El matrimonio de sus padres no era feliz. Su padre, que había estado profundamente enamorado de una princesa polaca, se había visto obligado a pedir en matrimonio a Augusta por razones de Estado, pero había dicho de ella que "la princesa es agradable y culta pero no me atrae" y es de suponer que estos comentarios llegarían a oídos de la flamante novia que no debió sentirse muy complacida por ellos. No hubo pues buena relación entre ambos y eso repercutió, como no, en la infancia de sus hijos.
Fue su madre, la princesa Augusta, quien puso todo el empeño en que su hijo recibiera una educación esmerada y Federico demostró ser un alumno aventajado que además dio muestras de una gran facilidad para los idiomas pero, como no podía ser de otra manera tratándose de la corte prusiana, también recibió una extensa formación militar. Se matriculó en la universidad de Bonn y esa época universitaria acabaría de marcar su temperamento liberal.
No era sólo Federico el que tenía ideas liberales. En su país se empezaba a gestar la idea de una Alemania unida bajo una monarquía constitucional que garantizara la igualdad de derechos de todos los ciudadanos. A pesar de que estas ideas dieron lugar a varias revoluciones, los conservadores lograron frenarlas pero no pudieron evitar que las ideas liberales continuaran existiendo en la población.
Cuando en 1851 se inaugura la Gran Exposición de Londres, Federico y sus padres acuden a Inglaterra invitados por la Reina Victoria y es en esa ocasión cuando Federico conoce a la que con los años se convertiría en su esposa, la hija primogénita del príncipe Alberto y de la reina Victoria.
Princesa Victoria - Winterhalter
Gustaba a la soberana del Reino Unido la posibilidad de ese enlace matrimonial y la idea del mismo también era del agrado de Augusta, la madre de Federico, no así de su padre que hubiera preferido a una princesa rusa. En la siguiente ocasión en la que se vieron - un encuentro propiciado por la reina Victoria que había invitado a Federico a pasar unos días en Balmoral - ambos jóvenes se enamoraron y se comprometieron en matrimonio.
Puesto que la princesa Victoria era aún demasiado joven, los enamorados hubieron de esperar dos años antes de contraer matrimonio pero al fin el 25 de enero de 1858 se celebró la boda en el palacio de St. James en Londres. La novia hizo su entrada acompañada por la marcha nupcial de Mendelssohn siendo ésta, tal vez, la primera vez que la música de Mendelssohn se oía en una boda. Formaban una hermosa pareja que además estaba muy enamorada pero, no iba a ser el suyo un camino de rosas.
Boda de Federico y Victoria - J. Phillips
Las ideas liberales de Victoria, educada en una monarquía constitucional, no eran del agrado de su suegro ni tampoco de Bismarck, que consideraba que Victoria era una mala influencia para el Príncipe y además el carácter de la nueva princesa no era del agrado de los prusianos. Victoria era una mujer "estirada" que se consideraba a si misma superior a su familia política y consideraba a Inglaterra superior a Prusia, razón por la cual no despertó simpatías en la corte prusiana que ya de por sí tenía un sentimiento antibritánico muy arraigado. Así pues, ambos fueron separados de las zonas de influencia y se les apartó mandándoles a vivir alejados de Berlin, concretamente al palacio de Potsdam.
El rey Federico Guillermo IV, no tenía hijos y además en 1858 sufrió una enfermedad mental que lo apartó del trono. Esto supuso que el padre de Federico pasara a ocupar la regencia y que fuera coronado rey como Guillermo I cuando murió su hermano tres años después. Tremendamente conservador, Guillermo I se apresuró a nombrar a Otto von Bismarck como canciller y a dejar las riendas de la política del país y de la unificación de Alemania en sus manos.
Con la subida de su padre al trono, Federico pasó a ser el Kronprinz y ya como príncipe heredero, protestó públicamente contra los decretos restrictivos de las libertades de los ciudadanos promulgados por Bismarck. Lógicamente esto no gustó al canciller y lo único que consiguió Federico fue un mayor aislamiento y ser excluído de todos los asuntos políticos.
Participó como militar en la guerra de los Ducados y fue condecorado por su valentía. También dirigió el III Ejercito Alemán cuando estalló la guerra franco-prusiana. Pero, no tenía Federico inclinación militar y si lo hizo fue porque así se lo demandaba su padre. En varias ocasiones llegó a decir públicamente que no le gustaban las guerras y que esperaba no tener ninguna cuando ascendiera al trono.
Federico conversando con dignatarios - Adolf von Menzel
La unificación de Alemania se llevó a cabo y Guillermo I fue proclamado Emperador en 1871. El hecho de haberse convertido en heredero de un Imperio no cambió la vida de Federico, que siguió aislado y con funciones puramente representativas en bodas, funerales y demás eventos. Tanto él como los liberales deseaban ardientemente que Federico subiera al trono pero tardó en hacerlo 27 años.
Victoria era una madre prolífica y dio al Kronprinz ocho hijos, aunque dos de ellos no llegaron a la edad adulta. El primero de ellos, Guillermo, que estaba llamado a convertirse en su heredero nació con una tara física y ello supuso una dura prueba para ambos cónyuges que, por incomprensible que parezca sintieron, al menos la princesa Victoria, un rechazo hacia su hijo. Como consecuencia de ello, las relaciones entre padres e hijo serían complejas y el que un día se convertiría en el Kaiser Guillermo II pasaba la mayor parte de su tiempo con su abuelo, el Emperador, sintiéndose mucho más cercano a las ideas conservadoras de éste que a las liberales de sus progenitores.
Federico con su hijo Guillermo en Balmoral
En 1887 Federico contaba 55 años de edad y empezaría a experimentar una ronquera que sería evaluada por el Dr. Gehrardt, uno de los médicos más eminentes de Alemania. Observó éste una lesión en una cuerda vocal e intentó extirparla con distintos métodos sin lograrlo. Recurrió entonces a la opinión del Dr. Bergmann, catedrático de cirugía, quien diagnosticó cáncer laríngeo. Tras el diagnostico, Bergmann consideraría que el único tratamiento posible sería la laringuectomía total. La experiencia en este tipo de intervenciones era poca puesto que la primera laringuectomía se había realizado tan solo 15 años antes y los resultados de las que se habían practicado no habían sido demasiado alentadores.
Ambos médicos explican a los príncipes su diagnóstico y el tratamiento que consideran oportuno pero interviene entonces la princesa Victoria, quien convence a Federico para que sea evaluado por un médico inglés - la Princesa consideraba que su país natal estaba más avanzado que el resto de Europa - y el elegido fue el Dr. Mackenzie. Como era lógico la consulta al médico inglés no fue bien recibida en Alemania. Los conservadores consideraron que se evidenciaba con este acto la enorme influencia que ejercía Victoria en su esposo y el desprecio que sentía por todo lo alemán. Por otra parte los médicos alemanes Gerhardt y Bergmann consideraron la consulta al inglés como una afrenta personal.
Mackenzie examinó al paciente y concluyó, tras extirpar una pequeña parte de la lesión y hacerla analizar por el patólogo Virchow, que la lesión no era maligna. Con la alegría de este diagnóstico los príncipes decidieron continuar su vida con normalidad.
En noviembre de ese mismo año Victoria y Federico se encontraban de viaje en San Remo y el Príncipe sufre un resfriado y ve con preocupación como en su cuello aparece una tumoración. Avisado Mackenzie acude a San Remo con urgencia, comprobando el aumento de tamaño de la glándula submaxilar y diagnosticando, ahora si, un cáncer de laringe de cuya aparición culpa a los médicos alemanes, pues argumenta que las manipulaciones a los que éstos le sometieron para extirpar la lesión habían sido las causantes de la malignización. Aconseja entonces la laringuectomía que antes desaconsejó, pero en esta ocasión Federico se niega.
En febrero de 1888 su estado empeora y los médicos se ven en la necesidad de practicarle una traqueotomía que lo dejaría sin habla. En marzo muere su padre y Federico se convertía al fin en Emperador, pero su estado era ya irreversible y falleció el 15 de Junio. Su reinado había durado tan sólo 99 días. Poco tiempo para llevar a cabo las reformas con las que tanto había soñado.
En la autopsia del Emperador se encontró la laringe destruida por un carcinoma y se siguieron cruzando acusaciones entre Mackenzie y los médicos alemanes sobre el error diagnóstico que había retrasado el tratamiento.
Los restos mortales de Federico III recibieron sepultura en la Friedenskirche de Potsdam.
Alemanes y británicos librando en el plano médico la batalla que después se entablaría en el campo de batalla. Y en el medio, siempre alguna víctima padeciendo las consecuencias.
ResponderEliminarUn saludo.
La rivalidad puede manifestarse en cualquier plano.
EliminarUn abrazo Cayetano
En verdad que la cuestión importante fue la enfermedad y no que los médicos no acertasen en el diagnostico, de nada sirve echarse culpas cuando el resultado es el mismo…
ResponderEliminarCuantas veces las cosas salen mal por no asumir lo que está por llegar, pero en este caso de nada sirvió ser rey, emperador o todo junto, cuando los males llegan no preguntan por nombres ni apellidos.
Que historia más triste, casi todo se le negó a este personaje de la historia. Encantada de leerte de nuevo. Un beso.
La enfermedad no distingue a quien ataca, pero, por desgracia, los medios para prevenirla y combatirla no son los mismos para todo el mundo.
EliminarBesos Lola
Muy corto su reinado , como también su vida..
ResponderEliminarIlustrativo e interesante este relato , me ha encantado leerlo.
Saludos!!
Pocas de sus ideas renovadoras pudo poner en práctica, fueron tan solo tres meses de reinado y además estaba gravemente enfermo.
EliminarBesos Eva
Como el perro y el gato estos alemanes e ingleses.
ResponderEliminarA Victoria del Reino Unido nunca le he tenido devoción.
Saludos
Coincidimos en cuanto a la devoción. Algún día escribiré sobre su persona.
EliminarSaludos dissortat
Triste historia, se produjo una muerte por culpa de rivalidad entre países, la historia se repite continuamente!! un beso
ResponderEliminarProbablemente la muerte se habría producido de todos modos. Hace más de un siglo de los sucesos y en ese campo todavía se estaba en mantillas.
EliminarBesos Elisa
La prepotencia inglesa viene de antiguo.
ResponderEliminarBesos.
Yo diría que casi desde siempre.
EliminarBesos Chema
Hola queridos,
ResponderEliminarEsta vez me lo lea a usted de una sola vez!
Reina Victoria aquí y fue muy popular hasta su muerte, y aún hoy en día, y recordado por temas en inglés. Naturalmente tenido mucha influencia y una mano firme, y el resto 'vivió más allá de 100 años. En cuanto al aspecto médico para el día de hoy nos sorprende cómo la investigación científica británica está por delante de muchos otros. No estoy de acuerdo con algunos experimentos pero aprecio el valor, y no creo que el caso de arrogancia!
un abrazo :)
Fueron los médicos ingleses los que erraron en el diagnostico y fueron los médicos ingleses los que consideraron la lesión como benigna, cuando no lo era. En cualquier caso el resultado, probablemente, habría sido el mismo.
EliminarBesos
Somos muy necios los médicos a veces, considerando "afrentas personales" que el paciente decida una segunda opinión.
ResponderEliminarEn el caso, la roquera prolongada es síntoma de un ca de laringe (que al final se comprobó). Por qué dio negativa la biopsia? Quizás la muestra no fue la correcta.
De todas formas, mejor compartir información, que "enfrentar" la misma.
Besote
Yo también pienso que la toma de la muestra fue errónea y que se tomó tejido sano, seguramente, perilesional. Me parece inconcebible que fuera un error de Virchow.
EliminarBesos Manuel
Nunca se puede saber cómo hubiera evolucionado la enfermedad, hubo una decisión que no se tomó, la de extirpar el órgano afectado. Si la experiencia médica era poca tampoco había garantías de éxito. En una intervención irreversible buscaron lo que creyeron mejor, por conocimientos, técnicas avanzadas o prestigio, lo cual no indica que en todos los países del mundo no existan excelentes galenos. Bien sabemos que determinados cánceres no se curan en el mejor y más famoso hospital de EEUU, porque como dice el refrán: "en mal de muerte, no hay médico que acierte"
ResponderEliminarBella la princesa Victoria en ese retrato.
Un abrazo, querida Ámbar.
Seguimos luchando contra el cáncer y, aunque vamos ganando muchas batallas, de momento no lo hemos vencido. Imagina lo que era hace más de un siglo.
EliminarBesos Loli
La vida no les fue de rosas como bien dices.
ResponderEliminarUna lucha de caracteres fuertes entre convenciones de poderes y ella creyéndose superior a los alemanes con lo cual no ayudó a su esposo en reinar como hubiese debido y mal diagnostico de los médicos por las dos partes.
Un feliz fin de semana.
Victoria era prepotente y, aunque amó a su esposo, no supo ayudarlo y sus ideas le valieron la antipatía de los alemanes y el que ambos fueran apartados de la vida y las decisiones políticas del pais.
EliminarBesos
Muchas afrentas de los médicos, del hijo con los padres y que sin duda Bismark aprovecho. Lastima que no reinara más Federico. Un abrazo.
ResponderEliminarBismark lo tenía muy claro y además nunca le temblaba el pulso, era " el Canciller de hierro". Poco pudo hacer Federico.
EliminarBesos Leonor
Bueno....siempre es bueno una segunda opinión, lástima que no salió bien en éste caso.
ResponderEliminarGracias Ambar, me encanta como lo cuentas!
Un beso =))))
Gracias a ti, Liliana
EliminarBesos
Una segunda opinión creo que es buena.
ResponderEliminarTuvo mala suerte.
Una historia muy interesante.
Feliz domingo. Un beso
Claro que son buenas las segundas opiniones, lo malo es cuando los médicos y los países a los que éstos pertenecen lo toman como una afrenta personal.
EliminarBesos Amalia.
Gracias como siempre, Ambar. Una historia con enseñanzas varias. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a ti David.
EliminarUn abrazo
Un reinado efímero, que los presuntos errores médicos en los diagnósticos, dado el estado de la medicina entonces, nada hubieran evitado. Si acaso algo de sufrimiento, o ni eso, en el paciente, y el bochorno dado por los facultativos por sus mal entendidos personalismos.
ResponderEliminarAún pasa, no en la medicina, en todo.
Un saludo.
Pienso que los personalismos están en nuestro ADN. Como tu dices en la medicina y en todo.
EliminarUn abrazo dlt
Que historia más interesante, la enfermedad quizás no hubiese acabado con el con otro diagnóstico, o si...quien sabe.
ResponderEliminarPerfectamente narrada como siempre, me tienes enganchada hasta el final.7
Un beso
Carmen
Gracias Carmen por el comentario.
EliminarBesos
Una historia muy interesante Ambar,la enfermedad al final apareció para producir el fatal desenlace, las rencillas entre ingleses y cualquier otro país siempre existirán, son ellos muy estirados y por lo que tu nos cuentas ya entonces iban de listillos.
ResponderEliminarBesos.
Puri
Reino Unido siempre se consideró una gran potencia y los ingleses, que están orgullosos de ello, no temen manifestarlo. Les ocurre al contrario que a los españoles que siempre fuimos muy autocríticos.
EliminarBesos
ufff sí que hubo choque de egos médicos internacionales ahí :-)
ResponderEliminarMe imagino lo mal que que le caía a los alemanes
que Vicky se sintiera superior a ellos y seguramente ella
se sentía mal allá...
Te puse comentario en la entrada de ella también.
Besos
Hasta el final de sus días Vicky se sintió mal entre los alemanes. Si has leído la entrada que hice sobre ella lo habrás podido comprobar. Los egos siempre están ahí y lo malo es que si pertenecen a los médicos siempre puede salir alguien perjudicado....o beneficiado. Quién sabe.
EliminarBesos
My dear I'm going to sleep... goodnight!! :)
ResponderEliminarGoodnight.
EliminarEs una historia muy interesante, gracias por compartirla.
ResponderEliminarLos médicos no son infalibles, pueden equivocarse y también se mueren.
Abrazos.
Claro que se mueren, si no fuera así todo el mundo intentaría ser médico.
EliminarUn abrazo
enseñanza con entretenimiento, buen trabajo, niña, como siempre
ResponderEliminarMe ha encantado conocer esta historia de tu mano, como siempre.
EliminarQué vida más complicada! Lástima su triste final...
Un saludo
Gracias Mª Ángeles y gracias a ti también Macarena.
EliminarBesos
Pobre Federico, ha tenido una vida desgraciada y una enfermedad que quebró sus sueños de ser un rey que aportara nuevas leyes. Destinos tremendos que a cada uno le toca vivir.
ResponderEliminarMuy buen relato Ambar, ha sido una excelente historia.
mariarosa
Gracias Maria Rosa. Besos
EliminarComo siempre, tus relatos son de lo mas interesante.Lo cuentas tan bien y tan ameno que se me esta despertando el interés por la historia.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir.
Un abrazo
Despertar tu interés por la historia es, para mi,una alegría. Las gracias te las doy yo a ti.
EliminarUn beso
Acudo siempre con verdadero interés a tu rincón para leer esos relatos de la historia que tan bien plasmas.
ResponderEliminarHa sido un descubrimiento muy grato encontrar tu blog.
Pobre Federico.
Magnífico relato.
Muchas gracias.
Muchas gracias Maripaz por pasar por aquí y por el comentario.
EliminarBesos
Un príncipe de ideas liberales en la estirada Prusia, ¡qué escandalo para la época! Y encima casado con una princesa inglesa, procedente de la enemiga natural de Prusia (a excepción hecha de la omnipresente Francia, claro)... La desconfianza para con este príncipe era totalmente comprensible habida cuenta de la posición política de este estado que luego se alzó con la dominación del recién creado país de Alemania.
ResponderEliminarEn cuanto al desencuentro entre los médicos no es sino un ejemplo más de ese conflicto político entre ambos.
Un abrazo
Las ideas liberales y progresistas ya se las había inculcado su madre antes de que llegara "la inglesa". Su padre y Bismarck procuraron mantenerlos alejados para evitar que pudieran "contaminar"a alguien.
EliminarUn abrazo Carmen
En esta ocasión, el motivo de mi visita es para agradecerte las letras de cariño y condolencia que has dejado en mi espacio.
ResponderEliminarSiempre tendrás mi agradecimiento por tu apoyo.
Abrazos y buena semana.
kasioles
Besos Kasioles
EliminarUna vida intensa, con un triste final, no sabía que reinó tan poco tiempo.
ResponderEliminarExcelente tu trabajo.......Como siempre.
Abrazos.
Muchas gracias Manuel.
EliminarUn abrazo
ResponderEliminarUna historia interesante. Pobre Federico, no llego a cumplir su sueños, los médicos a veces son muy suyos nos le gusta que se pida una segunda opinión médica.
Ambar, un trabajo fantástico! Un abrazo!
No tuvo suerte, se le fue la vida cuando podría haber cumplido con sus ideales.
EliminarGracias. Un beso
¡Que interesante tu entrada Ambar! Contigo siempre aprendo historia. pues eres como una enciclopedia. Gracias por compartir.
ResponderEliminarAbrazosss
Ya quisiera yo ser una enciclopedia.
EliminarGracias y un abrazo
Así me gusta a mi las personajes que creen ejemplos, sean los tiempos que sean, y ejemplo de libertades.
ResponderEliminarBesitosss
No pudo llevar a cabo todo lo que se había propuesto. Tal vez si lo hubiera podido hacer la historia no sería la misma.
EliminarBesos
Está claro que la enfermedad ataca por igual a ricos y pobres y por mucho que se intente los médicos no son dioses. Un beso.
ResponderEliminarEn la enfermedad no hay distinciones. En la manera de tratarla, a veces, si.
EliminarUn beso Mara
Está claro que la enfermedad ataca por igual a ricos y pobres y por mucho que se intente los médicos no son dioses. Un beso.
ResponderEliminarSin duda la intervención quirúrgica a tiempo nos hubiera permitido un par de años de reinado de federico III o tal vez no lo hubiéremos tenido.
ResponderEliminarNo se sabe, pero que los británicos se equivocaron si se equivocaron
Es posible, pero en aquellos años el tratamiento para el cáncer de laringe estaba dando sus primeros pasos.
EliminarGracias por el comentario.
Ambar,
ResponderEliminarEste seu trabalho de cunho histórico, “Federico III de Alemania” vem se somar a outros escritos por você, que tive a oportunidade de ler.
Este trecho do seu trabalho chamou minha atenção (como tantos outros):
“Las ideas liberales de Victoria, educada en una monarquía constitucional, no eran del agrado de su suegro ni tampoco de Bismarck, que consideraba que Victoria era una mala influencia para el Príncipe y además el carácter de la nueva princesa no era del agrado de los prusianos.”
Parabéns, Ambar.
Abraços,
Pedro.
Muchas gracias por el comentario. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo
Pues me parecen muy interesantes tus entradas, ya que siempre aprendo muchas cosas, besos.
ResponderEliminarMe alegro. Besos
EliminarDa pena que no pudiera reinar y murira sin llevar a la práctica sus ideas liberales.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola Ambar!!!
ResponderEliminarNos dejas una muy interesante historia como ya nos tienes acostumbrados, ya pululaba el cáncer de laringe por aquellos tiempos, tengo esa enfermedad muy presente, mi marido se murió de lo mismo. Fue muy triste y desagradable, ninguna enfermedad lo es, pero el cáncer de laringe... Sufre el enfermo y quienes le rodean.
Gracias por traernos historia reales. Esta desconocida para mí- siempre aprendiendo al nuevo contigo.
Te dejo in un abrazo grande y mi estima siempre.
Ten una feliz semana, amiga.
¡Hola Ambar!!!
ResponderEliminarNos dejas una muy interesante historia como ya nos tienes acostumbrados, ya pululaba el cáncer de laringe por aquellos tiempos, tengo esa enfermedad muy presente, mi marido se murió de lo mismo. Fue muy triste y desagradable, ninguna enfermedad lo es, pero el cáncer de laringe... Sufre el enfermo y quienes le rodean.
Gracias por traernos historia reales. Esta desconocida para mí- siempre aprendiendo al nuevo contigo.
Te dejo in un abrazo grande y mi estima siempre.
Ten una feliz semana, amiga.
Realmente interesantes tus pequeñas biografías en las que en pocas líneas nos describes el personaje, los hechos que le rodearon y los males que le aquejaron. Un saludo y gracias por tus visitas a mi blog.
ResponderEliminarQue vida mas complicada tenian todos los reyes y emperadores de esa epoca, y que poco caso le podian hacer a su corazon, creo que era una mala vida. Mil besicos cielo y como siempre gracias por enseñarnos tanta historia
ResponderEliminarEnlazo en @delavidaantigua.
ResponderEliminarSaludos doña Ambar. (Y gran artículo el suyo).