Alejandro I
Corría el mes de junio de 1917 cuando el joven Alejandro se convertía en rey de Grecia en una ceremonia triste y desangelada y cuando todavía no había cumplido los veinticuatro años. No había nacido para ser rey ni había sido educado para tal fin.
Alejandro era el segundo de los hijos del rey Constantino I de Grecia y de la princesa Sofía de Prusia, era por tanto biznieto de la reina Victoria del Reino Unido, y estaba emparentado por ésta razón con la mayoría de las casas reinantes en Europa.
Nació en Tatoi en 1893 y tuvo una infancia bastante feliz junto a sus hermanos. Su educación fue esmerada y tuvo la oportunidad de viajar a los distintos países en los que reinaban sus familiares. De todos ellos el que visitaba con una mayor frecuencia era el Reino Unido pues, la relación de la reina Victoria con la familia real griega era excelente. Estudió en la academia militar griega mientras su hermano mayor, heredero de la corona, lo hacía en Alemania. No destacaba Alejandro por su inteligencia pero si destacó en combate durante la guerra de los Balcanes.
Alejandro y sus hermanos
Cuando en 1914 estalla la Primera Guerra Mundial su padre, el rey Constantino, intenta que Grecia permanezca neutral, mientras que su Primer Ministro Venizelos es partidario de que Grecia se una a los aliados dentro de la Triple Entente. A pesar de que el rey Constantino seguía clamando por la neutralidad de su país, lo cierto es que los aliados consideraban que el Rey había tomado partido por los alemanes. Su admiración por el sistema militar germánico era patente.
Estas posturas enfrentadas entre el Rey y su Primer Ministro produjeron también un enfrentamiento en el pueblo heleno que se dividió en dos bandos, los republicanos liberales que apoyaban a Venizelos y los monárquicos que seguían al Rey. El país se encontraba al borde de la guerra civil, se habían establecido dos gobiernos paralelos, el del Primer Ministro y el del Rey.
Finalmente en junio de 1917 el Alto Comisario de los Aliados en Atenas solicitó la renuncia del rey Constantino y de su heredero, el príncipe Jorge. Ante la amenaza de un desembarco del ejército aliado en el Pireo, Constantino cede a la presión de gran parte del pueblo griego y de los aliados, pero no abdica. Alejandro su segundogénito ocupará el trono hasta que la situación cambie y se le permita regresar.
Alejandro I
Y así se convierte en rey Alejandro, a pesar de no sentir ningún deseo de serlo, de no tener ambiciones políticas y de estar enamorado de una mujer considerada inapropiada para un rey.
Cuando sus padres y hermanos parten hacía el exilio, Alejandro I se ve obligado a encargar a Venizelos la formación de un nuevo gobierno. A partir de ese momento Grecia entra en guerra al lado de los aliados.
La soledad del nuevo rey era grande. Venizelos se había ido encargando de separarle de sus amigos, de interceptar las cartas que escribía a su familia y de limitar al máximo sus funciones reales. Tan sólo se le permitían algunas salidas para alentar a las tropas y un gran número de papeles para firmar que a veces ni leía. Así las cosas, y a pesar de que había prometido a su padre no desposarse con la mujer de la que estaba enamorado hasta que no cambiara el panorama político en Grecia, Alejandro no pudo resistir y decidió casarse con la mujer de sus sueños, una plebeya llamada Aspasia Manos.
Ésta mujer pertenecía a una de las mejores familias de la nobleza helénica pero no era de sangre real y por lo tanto el matrimonio de Alejandro con Aspasia no recibiría la autorización del Primer Ministro ni de la Familia Real ya que se consideraba morganático. A pesar de toda esta oposición Alejandro decidió casarse en secreto y así lo hizo en noviembre de 1919 pero, los secretos en los palacios son difíciles de guardar y cuando salió a la luz que el matrimonio se había celebrado y sin la autorización debida, el escándalo en Grecia fue enorme.
Como consecuencia de ello y aunque el matrimonio tuvo que considerarse legal, Aspasia jamás ostentaría el titulo de reina de Grecia, y se la consideraría tan sólo la “señorita Manos”. Además, se la obligó a abandonar el país y Aspasia se traslado a París.
Finalmente y en el verano de 1920, el gobierno autorizó que el matrimonio residiera en Grecia pero siempre y cuando esta unión permaneciera en secreto. La alegría de los esposos fue grande ya que además Aspasia anunció que se encontraba embarazada.
Aspasia Manos
Poco duró la felicidad de la pareja. El 2 de Octubre de 1920 Alejandro se encontraba dando un paseo por los jardines del palacio de Tatoi en compañía de su perro cuando éste fue atacado por un mono, Alejandro defendió a su perro golpeando al mono con un bastón pero, este se revolvió y mordió al monarca. Una de las peores heridas la sufrió en la pierna.
Lo que en un principio pareció una herida banal empezó a complicarse y pasados diez días la fiebre hizo su aparición y en la herida de la pierna se presentó una enorme infección. La duda de los médicos ante la amputación originó que a los pocos días la infección se generalizase. El 23 de octubre Alejandro I de Grecia moría victima de una sepsis.
Ya durante la enfermedad y dadas las terribles noticias que llegaban a Suiza, la madre de Alejandro había solicitado al gobierno heleno que se le permitiera entrar al país para ver a su hijo. Se le negó la autorización y tan sólo se permitió a su abuela – la reina madre Olga- que acudiera. Cuando llegó Alejandro ya había fallecido.
El funeral se celebró en la Catedral de Atenas y tan sólo la reina madre Olga estuvo presente como representante de la Familia Real.
Alejandro I fue enterrado en el Cementerio Real del palacio de Tatoi. Tenía veintisiete años.
Hola Ambar:
ResponderEliminarMurió de rabia??.Triste que haya muerto tan joven y sin querer su destino.
besos.Muy interesante como siempre.
No murió de rabia, el diagnostico al que llegaron sus médicos fue sepsis.
EliminarSaludos Manuel
Pobre Alejandro, tuvo una vida bastante desdichada, a pesar de sus títulos y su nobleza apenas pudo disfrutar del amor de su esposa y de la compañía de los suyos...
ResponderEliminarGracias por compartir esta bella historia
Besos
Aquellos fueron años convulsos. Vivir en paz era probablemente lo único que él habría deseado pero, en aquellos años vivir en paz era todo un lujo.
Eliminargracias por el comentario. Besos
Interesante relato, como todos los suyos. Me llama la atención la presencia de monos en Grecia; supongo se escapó de algún zoo. Lo que no me parece tan raro, conociendo la habilidad de los galenos de la época, es su fallecimiento.
ResponderEliminarLos galenos de la época no fueron tan malos, pero amputarle la pierna a un rey debía ser una decisión difícil que ninguno se atrevía a tomar. Quizá la amputación le hubiera salvado la vida....quien sabe.
EliminarSaludos
Yo también me pregunto qué hacía un mono en los jardines del palacio ¿Los habían llevado allí para que Tatoi pareciese más exótico?
ResponderEliminarTriste vida y triste final la de este rey.
¡Salud!
Me contesto a la pregunta: "Un mono doméstico, que pertenecía al administrador de los viñedos del palacio atacó al pastor alemán del soberano y este, al intentar separar a los dos animales, fue mordido en la pierna y en el estómago por otro primate. Los criados acudieron y cazaron a los monos." (Sacado de Wikipedia)
ResponderEliminarMonos domésticos, qué ganas!!!
Por lo que yo sé fue el rey Jorge I de Grecia, abuelo de Alejandro, el que mando repoblar la zona de animales y trajo algunas especies de otros países. Lo mismo hizo con la flora, en los jardines de Tatoi se podían contemplar plantas de países tan lejanos como China.
EliminarSaludos dissortat
Al abrir tu página me he dicho ''que guapo'', como decía en mi post, todos los jóvenes son guapos.
ResponderEliminarQue pena el que muriese tan joven, afortunadamente que consiguió casarse con la mujer amada y que tristeza que no dejasen entrar a su madre para verlos en sus últimos días.
Un abrazo.
Es cierto que era un hombre guapo y también es cierto que no fue muy afortunado.
EliminarBesos
La verdad es que es una lastima que no tuviera mucha suerte, mejor suerte corrieron su mujer y la niña que fue póstuma y le pusieron el mismo nombre que a su padre, Alejandra. Ahora están los tres juntos enterrados en Tatoi. Por cierto es un lugar que me gustaría visitar, dicen que allí en la antigüedad hubo un gran palacio. un saludo y gracias por ilustrarnos.
ResponderEliminarLa niña acabó siendo la última reina de Yugoslavia.
EliminarSaludos y gracias a ti por el comentario
Es cierto e investigando he descubierto que el año pasado trasladaron sus restos, de Tatoi a Belgrado en una iglesia donde están los antepasados de la familia Real Yugoslava. buena semana. un saludo.
EliminarLo de tener monos era una costumbre muy siglo XIX. Después, su afirmación "los secretos en los palacios son difíciles de guardar" es rotunda y digna de los tacitistas del XVI. Podría haberla pronunciado, por ejemplo, Antonio Pérez.
ResponderEliminarSaludos,
Me ha hecho usted sonreír al decir que la frase es digna de los tacitistas y me ha hecho pensar en Tácito y en Maquiavelo. Pensar es bueno, así que le doy las gracias.
EliminarSaludos
Ya es mala pata, nunca mejor dicho, morir tan joven por una mordedura de mono. Pobre hombre.
ResponderEliminarUn saludo.
Tienes razón, morir por una mordedura de mono y en un palacio griego es como mínimo una mala pata.
EliminarSaludos
Al final no tuvo suerte,mala fortuna un hecho que no parecía que tuviera esas nefastas consecuencias,muy interesante tu entrada,un beso
ResponderEliminarLas heridas en aquella época eran peligrosas, el riesgo de infección siempre estaba presente.
EliminarUn beso
Qué caso más desgraciado. Resultar herido en aquellos tiempos podía resultar fatal.
ResponderEliminarUn saludo.
La decisión de amputar la pierna para quizá salvar su vida, era difícil de tomar tratándose de un rey.
EliminarSaludos
De que le sirve a uno ser rey si en los peores momentos no puede siquiera ser confortado por su madre :(
ResponderEliminarSaludos
Al menos tuvo a su esposa.
EliminarSaludos
Estúpida manera de morir para un joven monarca. Los tiempos que le tocaban vivir no eran demasiado esplendorosos pero nadie se merece marcharse de este mundo por el ataque de un mono. Es posible que muriera de rabia, aunque desconozco si por entonces ya existía la vacuna.
ResponderEliminarUn saludo
Un rey con mala suerte pero con gran corazón de enamorado que supo defender a su amor contra viento y marea. ¡Chapeau!
ResponderEliminarBesos