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martes, 8 de diciembre de 2015

Eduardo VII del Reino Unido




Eduardo VII.- Luke Fildes. National Portrait Gallery. Londres



Fue el segundo de los hijos de la Reina Victoria I del Reino Unido y del Príncipe Alberto. Nació el 9 de noviembre de 1841 y se le bautizó con los nombres de Alberto Eduardo, aunque todo el mundo le llamaba Bertie. Su padre, el príncipe Alberto, tenía muy clara la educación que debían recibir sus hijos. Con el fin de facilitar la tarea a profesores y cuidadores escribió un memorando en el que se especificaban, horarios, materias, tiempo de estudio y tiempo de asueto. El sistema funcionó muy bien con su hija mayor, Victoria, pero no con su segundo hijo. Bertie no estaba interesado en los estudios y se distraía con facilidad. Intentaba no defraudar a su progenitor pero, nunca lograba tenerle contento.

A pesar de todo fue a la universidad de Edimburgo, después a Oxford y por último cursó estudios en el Trinity College de Cambridge. Lógicamente, también debía dársele una formación militar y con este fin estuvo sirviendo en el 16º Regimiento de Húsares. 

Con tan sólo diecinueve años realizó su primer viaje oficial como heredero del trono británico. Si bien Bertie no había destacado por sus dotes intelectuales, si lo haría por su capacidad de atracción y empatía. Tenía una personalidad arrolladora, era extremadamente simpático y sabía ganarse el cariño de la gente. El viaje por América del Norte fue todo un éxito.

Una de las cosas que más preocupaban a sus padres era la gran afición que Bertie demostraba por las mujeres, así que empezaron a buscar una princesa que le hiciera sentar la cabeza y encontraron que la más idónea parecía ser la princesa Alejandra de Dinamarca. Con la complicidad de su hija mayor, la princesa Victoria, que estaba casada con el heredero de Prusia y residía en Berlín, Bertie es enviado a Alemania con la excusa de asistir a unas maniobras militares. Allí le fue presentada la princesa Alejandra. Era el mes de septiembre de 1861 y parece ser que ambos jóvenes simpatizaron de inmediato.

Alejandra de Dinamarca

Bertie regresó a Londres y a sus mundanas costumbres. El escándalo provocado, mientras estaba en Irlanda, por los amoríos que mantenía con una actriz, sin ningún recato y comedimiento, llevaron a su padre a emprender viaje para cortar de raíz aquella situación. La reina Victoria estaba indignada y se oponía al viaje de su esposo, aunque finalmente accedió. Tras poner orden en la vida de su hijo, el príncipe Alberto regresó a Londres pero, la enfermedad ya había hecho presa en él y murió dos semanas después. La reina Victoria siempre culpó a su hijo de la muerte de su amado esposo. Nunca le perdonó y siempre le trató con un desdén manifiesto, excluyéndole de todos los asuntos de Estado. 

Poco después de la muerte de su padre, y en un íntimo deseo de la reina Victoria por apartarle de su vista, Bertie emprendió un viaje oficial por Oriente. A su regreso se formalizaría el compromiso con Alejandra. La ceremonia nupcial tendría lugar en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor el 10 de marzo de 1863.

Ni el matrimonio ni la mala relación con su madre hicieron cambiar el estilo de vida del príncipe de Gales. Condenado como estaba, por su madre, al ostracismo político, se dedico a la vida social. Bertie y su esposa establecieron su residencia en Marlborough House y allí, reunían a los representantes más importantes de la sociedad inglesa y mundial, (escritores, poetas, políticos, banqueros, jefes de estado, príncipes y arstócratas) mientras en Buckingham Palace, la reina Victoria, de riguroso luto, vivía recluida y de espaldas a la sociedad. Bertie era un hombre cosmopolita y, a pesar de su obesidad, pronto se convirtió en el referente de la elegancia masculina. Todo el mundo imitaba su estilo, su ropa y sus exquisitas maneras.

Las amantes se sucedían sin que Bertie hiciera demasiado por ocultarlas. La princesa Alejandra no parecía inmutarse, sabía lo que podía esperar de su esposo y lo respetaba. La mayoría de sus biógrafos coinciden en afirmar que su matrimonio fue feliz aunque la princesa Alejandra – Alix, para la familia- iba apartándose poco a poco de la vida mundana de su marido y centrándose más en actividades públicas, evitando de ese modo a su suegra, la Reina, el trabajo de asistir a inauguraciones o conciertos o visitas a hospitales. La alta sociedad londinense solía invitar a las amantes oficiales de Bertie a cualquier cena o fiesta a la que acudiera el príncipe. Primero fue Lille Langtry, después Agnes Keyser y por último Alice Keppel. Aunque éstas eran las amantes a las que permaneció más “fiel” no fueron las únicas, desde Sara Bernhardt a Lady Churchill pasaron más de cincuenta mujeres por sus brazos.

Alice Keppel

Eduardo creía y mucho en el valor de las relaciones directas con otros países y realizó numerosos viajes. Creía también firmemente en la grandeza de su país y por ello se dedicó a recorrer todos los territorios del Imperio. Consideraba que era uno de sus deberes como Príncipe de Gales. No obstante, todas sus visitas al extranjero fueron duramente criticadas por la reina Victoria, a pesar de los éxitos diplomáticos conseguidos por el príncipe. Ni siquiera el atentado que sufrió en Bélgica cuando le dispararon un tiro como protesta por la guerra de los Boeres, logró conmoverla. 

En 1901 fallece la reina Victoria. Bertie tiene ya sesenta años cuando accede al trono. Dos días antes de la Coronación, Eduardo sufre un cuadro de apendicitis aguda. Su médico personal Francis Laking solicita la intervención de Sir Frederick Teves y Joseph Lister siendo operado con éxito por ambos cirujanos.

En la coronación quedó claro, por el entusiasmo mostrado por el pueblo, que el Rey se había ganado el afecto de la gente. Sus principales intereses estuvieron centrados en los asuntos militares y sobre todo en la modernización de la flota inglesa. Pero, las labores diplomáticas seguían siendo la gran contribución de Eduardo VII a la política de su país. En la mayoría de los tronos de Europa se sentaban parientes suyos y mediante la cordialidad y la confraternización el Monarca consiguió estrechar las relaciones bilaterales con muchos países. No sentía simpatía por Alemania y conocía muy bien las ambiciones del Kaiser Guillermo II, su sobrino, así pues, contribuyó de forma decisiva a la firma de un pacto ( la Entente Cordiale) de no agresión entre Francia y Reino Unido.

Coronación de Eduardo VII

Le gustaba la buena mesa y era un fumador empedernido, unos 12 cigarros al día y gran cantidad de cigarrillos. Aparte de su enfisema no había tenido grandes problemas de salud. A finales de abril de 1910 enferma gravemente. A causa de la disnea, permanece en un sillón o sentado en la cama. Su terrier César no se separa de su lado. Le asisten el Dr Laking y también los doctores Broadbent y Reid que advierten de la gravedad a los familiares. La reina Alejandra se encontraba navegando hacia Corfú. Un telegrama de su hijo Jorge hace que regrese apresuradamente.

Eduardo VII murió el 6 de Mayo a consecuencia de un infarto cardiaco. Lo sufrió al mediodía y no murió hasta la noche. Pudo despedirse de toda su familia, incluso de Alicia Keppel, a quien Alejandra había hecho llamar con este fin, demostrando una generosidad y un amor ilimitados. 

Su funeral fue un acto multitudinario. Acompañando el cortejo fúnebre estaba su terrier César.


43 comentarios:

  1. Siempre me pareció que la reina Victoria fue muy cruel con Eduardo VII.

    Saludos.

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    1. Yo también lo creo, además sus personalidades eran tan distintas que nunca hallaron puntos de encuentro.
      Saludos

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  2. Era candidato a morir de un infarto: dado a la buena vida, fumador y con ese aspecto de persona tendente a la obesidad, más preocupado de las mujeres y de dar buena cuenta de comidas y bebidas. Seguramente, de no haber tenido obligaciones por su condición de heredero, hubiera sido un buen relaciones públicas de cualquier empresa.
    Un saludo, Ambar.

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    1. Fue un magnífico relaciones publicas de su país. Era normal que dados sus hábitos muriera como lo hizo pero, si tenemos en cuenta la época la vida media del varón inglés no era muy superior a la suya cuando se produjo el óbito.
      Saludos Cayetano

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  3. El trono le llegó tarde con lo cual mientras tanto pudo disfrutar de todos sus antojos y con la satisfacción que el pueblo le amó una vez en el reinado.
    Un abrazo.

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    1. Era simpático, alegre, carismático y le gustaba vivir. Disfrutó de la vida todo lo que no disfruto su madre.
      Besos

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  4. No me extraña que haya muerto de esa forma. Fumador empedernido, obeso y seguramente poco ejercicio era lo más factible, aunque ya sabes que no siempre ocurre así. Mala combinación EPOC e infarto. Sin embargo, como me comentó un paciente, vivió como quiso, aun con la opinión en contra de su madre.

    No sé por qué he encontrado paralelismos entre Victoria e Isabel II y Eduardo y Carlos...(y no porque Carlos tenga una vida disipada)

    Besos



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    1. Si hay paralelismo entre ambas reinas: ambas son longevas y estiradas, ninguna pensó en ceder el testigo a su heredero....la diferencia es que Eduardo subió al Trono a los 60 años y Carlos va para los setenta.
      Besos Manuel

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  5. Eduardo ha sido el heredero que mas años espero para poder reinar, ahora su descendiente Carlos de Inglaterra creo que le ha ganado en años de espera y lo que le queda. Muy interesante entrada un abrazo Ambar.

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    1. Pues si, le ha ganado y supera en siete años la edad que tenía Eduardo al subir al trono. Yo también creo que le queda todavía mucho tiempo para dejar de ser príncipe.
      Besos Leonor

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  6. Tenía todas la papeletas para morir de un infarto el hombre, pero lo que no cabe duda es de que disfrutó de la vida.
    Un beso
    Carmen

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    1. Disfrutó de la vida y la mayoría de la gente que lo trató disfrutó de su compañía.
      Besos Carmen

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  7. Gran tipo, a pesar de todo. Le gustaban mucho, por cierto, las ancas de rana. Enlazo su entrada en mi cuenta @delavidaantigua
    Saludos cordiales.

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    1. Ignoraba lo de las ancas de rana. Gracias por su visita y por el comentario.
      Saludos

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  8. Quién sabe si Eduardo, al fin y a la postre, aunque apartado por la reina Victoria cual si tuviera la lepra, le hizo un favor a la corona llevando esa vida mundana y cosmopolita que mantuvo a la realeza inglesa cerca de su pueblo y del resto de las dinastías europeas. La distancia que mantenía la reina la acortaba Eduardo con sus fiestas y devaneos.
    Un beso

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    1. Eduardo fue el contrapunto de la reina Victoria. Humanizó una monarquía demasiado encorsetáda y alejada de la gente.
      Besos Carmen

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  9. Pese al desapego de su madre que le tuvo alejado de la política, a mi parecer, Bertie, ha sido un hombre con suerte.
    Sus dotes para relacionarse y lo carismático que era, pese a su obesidad, le han abierto las puertas para ser aceptado por su pueblo cuando fue coronado.
    Por otra parte, es de admirar el amor de su mujer, el que haya permitido que él mantuviera relaciones extra matrimoniales con otras señoras, dice mucho de ese amor.
    Aprovecho para desearte una muy FELIZ NAVIDAD en compañía de todos los tuyos.
    Cariños en abrazos.
    kasioles

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    1. Gracias Kasioles, yo también te deseo una FELIZ NAVIDAD.
      Besos

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  10. En verdad que hay matrimonios que no deberían de haberse celebrado, pero claro las cuestiones de estado pasan por alto ciertos “vaivenes” de quien ha nacido para ser un alma libre, pero la política ya se sabe…
    Una vida intensa y llena de hermosas fiestas, viajes, buenas amistades, y sobre todo libertad para hacer lo que siempre le dio la gana. Un beso amiga.

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  11. Gracias por el comentario Lola.
    Un beso

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  12. Hola Ambar!

    Cómo disfruté este relato histórico tuyo!!!!
    Me encantó la personalidad afable y carismática de Bertie y sus dotes diplomáticas,
    tanto como la generosidad y amor de su mujer danesa, de la que me gustaría leer más.

    Como quizás sabes he estado ausente de mi blog por un largo viaje,
    o varios, dependiendo de como se vea, y observo que tengo más lecturas interesantes
    aquí en tu casa con las que de apoco me pondré al día. Tengo muchos amigos blogueros
    que visitar todavía, a pesar de que hace ya 10 días o algo así, que regresé a mi blog.

    Un abrazo muy fuerte y por supuesto, me alegró verte por casa.

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    1. Me alegra que te haya gustado. Gracias por tu visita.
      Besos

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  13. Quizás la reina Victoria, tan circunspecta, no sólo achacó la muerte del príncipe Alberto, quién sabe si le disgustaba la excesiva promiscuidad del su retoño, agravada por la indiscreción. Mal lo debió pasar Alejandra, la pobre. Muy interesante la entrada.
    Un saludo.

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    1. Le gustaban las mujeres, la buena mesa y era extremadamente educado y cortés. También era un hombre muy inteligente y prestó importantes servicios a su país como diplomático. Fue llamado por algunos " El pacificador".
      Saludos

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  14. Vivió a tope, no se privó de nada, suponemos que tuvo que ser feliz con tanta plena actividad. En cuanto al matrimonio con una princesa a la que le presentaron, esa otra historia pero llevada de la mejor manera posible, como tiene que ser en una persona bien educada.

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    1. Donaldson, en su biografía de Eduardo VII, asegura que Alejandra y Bertie fueron felices juntos, al menos, todo lo felices que cabe esperar en una pareja real.
      Saludos Deme

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  15. ¡Hola Ambar!!!

    Caramba lo llevo bien hecho el hombre, y vivió como suele decirse... Como un rey! Que ciertamente lo fue.
    Gracias, Ambar, por compartir tantas y buenas historias reales.
    Te dejo un abrazo grande colmado de bendiciones, con mis mejores deseos de paz amor y felicidad.
    Que este nuevo año que entra, traiga la paz al mundo entero y podamos ver nuestro sueños hechos realidad.

    Se muy muy feliz.

    Nos vemos en enero si Dios quiere.

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    1. Gracias por el comentario María, yo también te deseo una FELIZ NAVIDAD.
      Besos

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  16. Un personaje interesante el que nos describen estas líneas pero lo que más destacaría seria esa despreocupación en lo referente a su vida social más bien lo achacaría a la opresión de una madre que no paraba de amonestarlo , incluso en público con más de cincuenta años, así estos devaneos cantados a los cuatro vientos me parecen un modo de irritar a su señora madre y llamar su atención( como el niño que rompe cosas porque se siente desentendido por la figura materna), así se entiende su cambio tan radical en su saber estar a la altura de lo que se esperaba de un rey cuando llego al trono. Me ha encantado la lectura muchas gracias por compartirla.
    Un cordial saludo.

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  17. Has hecho un buen análisis de la personalidad de Eduardo VII. Estoy de acuerdo contigo, la reina Victoria fue determinante en la formación de su carácter, nunca hubo complicidad entre ellos, Berttie siempre se sintió juzgado y nunca comprendido ni demasiado querido por su madre.
    Saludos y gracias por el comentario

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  18. Pues ya se la vida de este personaje que antes no la sabia, veo que le gustaba vivir la vida como si no hubiera un mañana, sin importarle la opinion de su madre, el pensaba que la vida era suya y que solo iba a disfrutarla una sola vez, Mil besicos cielo y gracias por tu entrada interesante

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    1. Fue un personaje muy querido a pesar de todo. Gracias por el comentario Maria

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  19. Vuelvo para agradecer tus letras en mi espacio y, como ya te he deseado todo lo bueno en esta NAVIDAD, ahora ya sólo me queda pedir para ti y los tuyos, que el amor, la paz y la felicidad, reínen en vuestra casa todos los días del 2016.
    Cariños en el corazón.
    kasioles

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    1. Muchas gracias Kasioles, hago mias tus palabras para desearte lo mismo.
      Un beso

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  20. ¡Muy Felices Fiestas para ti y los tuyos, Ambar!
    Y mil gracias por tus buenos deseos.

    Besos

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    1. Muchas gracias. Mis mejores deseos también para ti.
      Besoso

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  21. ¡Hola, Ambar! Paso a dejarte un puñado de beso envueltos bendiciones.

    ¡Que todo lo malo del 2015. Sea pasado lejano!...
    Y yo con mi sencillez, te dejo mis manos abiertas, llenas de besos con afecto.
    Mi sonrisa de miel y canela por si la necesitas en momentos de algún sufrimiento.
    Mis palabras cariñosas y suaves como de una madre, en el instante preciso.
    Un buen puñado de salud...de cuerpo y alma,
    y un ruiseñor que cante al unísono, esos días que necesites alegrar tu vida.
    Y mil bendiciones en una plateada y profunda bandeja.
    Todo para este año que ya comienza a llamar a la puerta.
    Un abrazo grande para ti y que abarque a todos los que te rodean.

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  22. Que o espírito natalino traga aos nossos corações a
    fé inabalável dos que acreditam em um novo tempo de paz e amor..
    Um Feliz Natal repleto de harmonia.
    Celebrar o Natal é.
    crer na força do amor é isto que transforma o homem e o mundo.
    Que a mensagem de fé e esperança do
    Natal renove nossas forças para continuarmos
    lutando no Ano Novo que se anuncia.
    Deus abençoe abundantemente sua vida e de sua família.
    Obrigada pelo seu carinho.
    Beijos no seu coração.
    Evanir.

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  23. En agradecimiento a tus letras, vengo a dejarte un fuerte abrazo.
    Kasioles

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  24. Feliz año, Ambar. Un abrazo inmenso.

    Gracias siempre gracias.

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  25. Por lo que nos cuentas, se deduce que podría haber sido un buen rey, aunque su vida privada fuera un escándalo para su madre. De todas formas, accedió al trono a una edad muy tardía.
    Un abrazo.

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  26. Pienso que fue un buen rey. Su vida privada le pertenecía y a pesar de la estrechez de miras de su madre, tampoco fue tan escandalosa a tenor de lo que fue alguna de las de sus hijos.
    Un abrazo

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