Maximiliano de Habsburgo. Winterhalter
Era el 6 de julio de 1832 cuando nacía en el palacio de Schönbrunn en Viena el segundo de los hijos de los Archiduques Francisco Carlos de Habsburgo y Sofía Wittelsbach. Maximiliano era un niño rubio, guapo, comunicativo y alegre y se convirtió en el favorito de su madre y de su hermano mayor, Francisco José, el futuro Emperador de Austria.Como era costumbre en la Corte austriaca su educación, a cuyo cargo estaba el conde Enrique de Bombelles, fue rigurosa, muy completa y severa. Sentía una inclinación especial por todo lo cultural : el arte, la historia y la literatura eran sus asignaturas favoritas.
Desde los 18 años pasó a servir a la Armada de Austria. En 1852 el buque en el que servía hace una parada en Portugal y allí conoce a la princesa María Amalia, hija del Emperador Pedro I de Portugal. Ambos se enamoran y se prometen en matrimonio aunque en aquel momento todavía no se hace oficial el compromiso. La felicidad de Maximiliano duraría muy poco puesto que Amalia moriría en febrero de 1853 víctima de la tuberculosis. Fue un duro golpe para el Archiduque del que tardaría en recuperarse puesto que Maria Amalia había sido el amor de su vida.
Durante los tres siguientes años se dedico a cumplir con su trabajo en la Armada de la que ya era contralmirante, y por lo tanto a viajar por medio mundo. Pasado ese periodo se consideró que era momento de que tomara esposa y se empezaron a barajar posibles candidatas.
A sus 24 años Maximiliano era un hombre guapo, alto, elegante y de buenos modales, en definitiva un perfecto caballero. Es a esa edad cuando conoce a Carlota de Bélgica, ocho años menor que él y que quedó absolutamente impresionada por el Archiduque. No le ocurre lo mismo a Maximiliano que sigue soñando con su amor perdido.
Carlota de Bélgica. Winterhalter
Contrajeron matrimonio en Bruselas. el 27 de julio de 1857 y Francisco José de Austria, cediendo a las presiones de Leopoldo I, nombró a Maximiliano Virrey de Venecia y la Lombardía y en Italia vivieron los siguientes años. Carlota, tenía una gran cultura y, tal vez, por haber estudiado junto a sus hermanos, daba la impresión de que había sido educada para gobernar. Se convirtió en la asesora de su marido en todos los temas políticos y como éste tenía una gran facilidad para empatizar con la gente la pareja fue muy popular.
En 1859 el Piamonte y Francia declaran la guerra a Austria y ésta pierde el control del norte de Italia. Maximiliano y Carlota se refugian en Trieste donde años antes el Archiduque había hecho construir el Castillo de Miramar. Maximiliano era feliz allí, estaba frente al mar - una de sus pasiones - y podía dedicar su tiempo a sus aficiones. No ocurría lo mismo con su esposa que languidecía de aburrimiento sin que el " dolce far niente " le causara otra cosa que un cuadro depresivo.
Mientras la vida de los Archiduques transcurría plácidamente en Trieste en México la Guerra de la Reforma había dejado al país arruinado y endeudado con Francia, Inglaterra y España. En octubre de 1861 las tropas de los tres países llegan a México. España e Inglaterra firman un tratado con el gobierno liberal de Juárez y se retiran pero Francia permanece, dispuesta a crear en México un Estado satélite de Francia.
Después de la derrota de los republicanos se acordó volver al sistema monárquico y constituir el Segundo Imperio Mexicano. Tras varias deliberaciones el partido conservador ofrecería el Imperio a Maximiliano de Habsburgo.
Castillo de Miramar
Desembarcaron en Veracruz en mayo de 1864 y fijaron su residencia en el castillo de Chapultepec. Y desde ese momento empiezan a preocuparse por ser unos buenos gobernantes, pero la situación en Mexico era caótica. El nuevo Emperador recorría las ciudades y pueblos de su Estado en un intento de conocer sus problemas y familiarizarse con ellos, dejando a Carlota como regente durante sus ausencias. De temperamento liberal, Maximiliano se esforzaba en gobernar para todos los mexicanos y mejorar las condiciones de un país que se encontraba en bancarrota pero sólo conseguiría el descontento de todos. Los liberales, que además eran republicanos, se oponían a un gobierno monárquico y los conservadores consideraban que la política del Emperador era demasiado liberal. Tampoco los franceses estaban contentos porque entendían que sus intereses no estaban siendo suficientemente defendidos.
Carlota y Maximiliano dormían en habitaciones separadas y no parece que entre ellos existiera una relación marital. Para explicar ésta situación se dispararon los rumores. Se dijo que Maximiliano era impotente y sifilítico pero nada de ello ha podido ser probado. Ni los doctores austriacos Semeleder, Jilek, Bohuslavek, ni el doctor Samuel Basch, que siempre le acompañó, ni siquiera el medico mexicano Rafael Lucio - que había entrado al servicio del Emperador ante la inexperiencia de los médicos austriacos para tratarle unas fiebres intermitentes - han confirmado estos rumores, es más, nunca han hecho alusión a ellos.
La razón de que una pareja joven, que parece amarse, esté unida tan sólo por lazos platónicos - y más si se tiene en cuenta que todo Imperio necesita un heredero - resulta un misterio que no ha podido ser esclarecido. Su propio secretario Jose Luis Blasio relata su asombro cuando en un viaje a Puebla le muestra a Maximiliano el dormitorio que había sido preparado para él y la Emperatriz y Maximiliano, sin disimular su enojo, ordena le sea preparado un dormitorio alejado del de su esposa.
Maximiliano I de México. Winterhalter. 1864
La injerencia de Estados Unidos y el hecho de que Francia se encontrara en pleno conflicto con Prusia llevan a Napoleón III a retirar sus tropas de México dejando a Maximiliano en la más absoluta soledad. Ante esta situación Maximiliano se plantea abdicar pero Carlota no quiere ni oír hablar de semejante renuncia y decide viajar a Europa para recabar ayuda. Partirá hacia el viejo continente en de septiembre de 1866 y ese será el último día que verá a su marido.
El ejercito de Benito Juárez avanzaba hacia la ciudad de México, Maximiliano y sus colaboradores más leales deciden partir hacia Querétaro. El 13 de febrero de 1867 sale del Palacio Imperial.
Tardaría seis días en llegar a Querétaro y una vez allí establecería su cuartel general el el convento de la Cruz. Durante meses el ejercito de Juárez los mantendría sitiados hasta que el 15 de mayo Maximiliano, junto a sus generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, caería prisionero. Los tres serían juzgados por un tribunal militar y condenados a muerte. Todas las monarquías europeas abogarían ante Benito Juárez solicitando la conmutación de la pena. Todos los esfuerzos serían en vano.
El 19 de junio de 1867, en el Cerro de Las Campanas y junto a Miramón y Mejía, Maximiliano de Habsburgo sería fusilado.
El efímero Emperador murió con un " Viva México" en los labios. Su cadáver fue repatriado y recibió sepultura en la Cripta Imperial de la Iglesia de Los Capuchinos de Viena.
Muchos personajes ilustres de la historia nacen en el momento equivocado, se relacionan con las personas equivocadas o se ven obligados a tomar decisiones equivocadas. Maximiliano pudo ser uno de ellos. Le costó caro.
ResponderEliminarUn abrazo, Ambar.
Maximiliano fue uno de ellos, no te quepa duda.
EliminarBesos
La verdad es que es una historia digna de una novela decimononica, lo triste es la parte de ser títere de las aspiraciones de otros. Un trágico final el de Maximiliano y el de Carlota también. Un abrazo Ambar.
ResponderEliminarSe han escrito novelas y se han realizado películas. Como tu dices es una historia con muchos tintes dramáticos.
EliminarBesos
Pobre Maximiliano, él que amaba las letras, la cultura y la vida tranquila, le cae en suerte un imperio pobre, aún así parece que intenta gobernar con objetividad y buen juicio y tampoco es comprendido. Lo peor fue morir fusilado y solo, pero la historia tampoco guarda mal recuerdo de su memoria, así lo entiendo yo después de leer tu estupendo relato.
ResponderEliminarUn beso.
Amaba todo aquello que no pudo tener. Era un Archiduque y ese fue el precio.
EliminarBesos
Conocía algo la historia del IIdo Emperador mexicano. Iturbide fue el primero. UNa vida que no quiso para él, pero que le toco vivirla.
ResponderEliminarMuy interesante.
Besos
Imaginaba que no te sería ajena esta historia.
EliminarBesos Manuel
Qué interesantes cuentas estas vidas, pero qué poco envidiables resultan.
ResponderEliminarBesos.
Nada envidiables desde luego.
EliminarBesos
Interesting. It was a pleasure to read. Thanks for your wonderful blog.
ResponderEliminarGracias. Un beso
EliminarÁmbar:
ResponderEliminarMe gustaría que me enviaras a "quijano53@hotmail.com" un dirección de correo electrónico tuya, para comentarte una cosa.
Gracias.
Un final trágico!
ResponderEliminarBesos =)))
Gracias por pasar Liliana.
EliminarSiempre muy motivadores relatos históricos, Ambar. Esta vez leí dos veces muy interesante algo había leído sobre Maximiliano y su reinado en México. Realmente su vida en ese país fue muy caótica, aún trayendo ya un sin número de problemas entre ellos los personales que atañían a sus deseos de una vida más llevadera como rey, lo que nunca consiguió por esa alta presión que todos estos monarcas jóvenes fueron sometidos en honor a mantener el ideario de sus coronas reales
ResponderEliminarMuy bien este excelente relato
Abrazo Ambar
Muchas gracias Cristina.
EliminarBesos
Maximiliano acabó siendo una marioneta en otras manos y el resultado fue coronarse emperador de un país que no era monárquico. Las injerencias de países europeos en México le llevaron a tomar una decisión que mejor no haberla tomado.
ResponderEliminarUn beso
El emperador Francisco José y la famosa Sisi animaron a Maximiliano a aceptar el trono de México. Debió ser duro darse cuenta del error.
EliminarBesos
Lamentable la vida de Maximiliano y de Carlota, vidas dirigidas desde Europa y que cuando ya no les fueron de utilidad a las potencias fueron abandonados a su suerte, a su mala suerte, diría yo...
ResponderEliminarSaludos
Francia los dejo tirados y la gente de México no parece que desearan un emperador europeo.
EliminarSaludos dissident
Olvidé decirte que en el año 2009 publiqué una entrada en mi blog sobre el Segundo imperio de México. Te dejo el enlace por si tienes curiosisdad.
Eliminarhttp://dissortat.blogspot.com.es/2009/05/el-segundo-imperio-de-mexico-y.html
Saludos.
Te he dejado un comentario en tu entrada.
EliminarSaludos y gracias
Tu entrada de hoy me ha interesado mucho, pues bien sabes lo que he visitado de Méjico y los lugares relacionados con Maximiliano.
ResponderEliminarLo cierto que estuvo cogido por malos contextos economicos y politicos, pues a mi parecer hubiese podido ser un buen Emperador.
Un abrazo
Creo que con tus conocimientos sobre México podrías haber aportado muchos datos en esta entrada.
EliminarBesos
Un triste final para un hombre con sus luces y sombras. La vida de los reyes, siempre sometida a las necesidades de la corona.
ResponderEliminarMe ha encantado conocer su historia, pues apenas conocía nada de él.
Gracias.
El final fue triste y más triste si pensamos que no era su deseo coronarse emperador.
EliminarBesos
Tristes vidas la de los reyes. Manejadas, trituradas por intereses políticos. Una vez más me marcho admirada por tu trabajo. Un abrazo grande
ResponderEliminarGracias Mª Ángeles.
Eliminarun beso
Siempre me hago la pregunta de ¿por qué la vida en la realeza ha sido tan trágica, triste, desafortunada, es normal cuando se antepone el dinero y los intereses de estado etc....a los sentimientos personales. Maximiliano fue una victima de todo ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hasta hace muy poco la realeza no daba prioridad a los sentimientos.
EliminarBesos
un placer leer tu post, me has hecho descubrir nuevos datos sobre la monarquía.
ResponderEliminarsaludos
Gracias Karin
EliminarTengo Viena pendiente y me gustaría conocer todos estos palacios que han dado a luz a grandes personajes. Quién le iba a decir que cruzaría el charco para semejante aventura y encontrar una muerte tan injusta. Al final, intentar gobernar al gusto de todos es imposible y nadie te defiende cuando lo necesitas.
ResponderEliminarNo te pierdas Viena, es una ciudad extraordinaria. Los cafés, la oferta cultural, su arquitectura, su historia. Yo he estado cuatro veces y espero volver.
EliminarUn abrazo
Interesante la vida de este Monarca y lo difícil que le fue ser un regente y contentar a todos. Desconocía su vida y todos los avatares que tuvo que pasar para que luego fuera fusilado vilmente.
ResponderEliminarMuy bien narrado, da gusto leer estas cosas. Gracias por compartir.
Besos Ambar.
Puri
Gracias a ti por pasar. Besos
EliminarTriste vida y un final cruel.
ResponderEliminarMuy interesantes todos los datos históricos que aportas.
Un beso.
Gracias Amalia. Besos
EliminarUn relato muy interesante, como siempre, Ambar! Que vida tan triste, en absoluto envidiable, y todo para luego acabar tan trágicamente.
ResponderEliminarBesos
Su vida desde luego no fue envidiable y su final mucho menos. Besos
EliminarMás le hubiera valido haberse quedado en Europa. triste final para un gobernante incomprendido.
ResponderEliminarUn saludo.
Eso hubiera querido él quedarse en iItalia. Besos
EliminarEs un placer descubrir la historia de la mano de esas historias que nos cuentan, pobres la mayoría fueron muy infelices.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias Conxita. Besos
EliminarSi mal acabó el emperador, abandonado a su suerte por los franceses, el de Carlota, no fue mucho mejos: la locura.
ResponderEliminarMe he acordado de la película Veracruz. Una pasatiempo muy entretenido sobre aquellos tiempos.
Un abrazo.
No he visto esa película, pero si tengo la oportunidad, la veré sin duda. Gracias dlt
EliminarCuando se debe gobernar por causas de otros...sin dudas todo termina mal
ResponderEliminarLos intereses de todo tipo han sido con los años lo que domina a este mundo sin considerar el sufrimiento que deja a su paso.
No se si hoy algunas de estas cosas son mas crueles que antes.
Gracias
Cuando se debe gobernar por causas de otros...sin dudas todo termina mal
ResponderEliminarLos intereses de todo tipo han sido con los años lo que domina a este mundo sin considerar el sufrimiento que deja a su paso.
No se si hoy algunas de estas cosas son mas crueles que antes.
Gracias
todo oficio, incluido el de reinar, requiere dedicación y la pasión de estar realizando lo que realmente te gusta. No fue el caso de Maximiliano.
EliminarGracias a ti
Excelente reseña biográfica. Felicidades Ambar.
ResponderEliminarMuchas gracias.Viniendo de un escritor esas palabras son realmente halagadoras.
EliminarSe ve desde fuera todo tan bonito! pero cuando te adentras en las historias ves la cruda realidad. Pobre hombre!
ResponderEliminarComo siempre un relato que engancha gracias a su narradora de principio a fin. Un abrazo
Carmen
Me ha gustado mucho como relatas la vida de Maximiliano.Un hombre que no encajaba en su mundo y que, a pesar de su buena voluntad no fue aceptado por nadie.Trájico final.
ResponderEliminarGracias por compartir-
Un abrazo
Trajico final para un hombre de estado. Me encantó leer esta apasionante historia de reyes. Desde fuera se les ve muy bien pero yo, no me cambiaria por ningun rey ni reina.
ResponderEliminarUn bneso.
Leí un libro hace tiempo que me entusiasmó sobre este tema. Es del mexicano FERNANDO DEL PASO, NOTICIAS DEL IMPERIO. Saludos y un abrazo. Tenía cerrado el blog pero volví.
ResponderEliminarEs una historia súper dramática, cuando por mucho que te esfuerces no encajaba en el mundo, siempre te vas a sentir derrotado. Esta gente de la nobleza todos termina de mala manera, no se si por sus actitud, o por la gente que les rodea.
ResponderEliminarAmbar, besos.
Una vida muy intensa, a la que no le falta un detalle, matrimonio de conveniencia, salto del charco, intervención de los EE.UU., fusilamiento con un ¿Viva México!... ¿quien da más?.
ResponderEliminarGracias, y un fuerte abrazo.
Fue a vivir y gobernar un país que no le correspondía ...,
ResponderEliminarSaludos
Gracias por estas entradas tan interesantes un abrazo
ResponderEliminarGracias por estas entradas tan interesantes un abrazo
ResponderEliminarGracias por aproximación otra figura histórica, que terminó trágicamente su vida. Información interesante y aplaudido por ello. Saludos.
ResponderEliminarUna vida trágica, a pesar de poder tenerlo todo a priori, por perder lo único que en realidad le importaba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te prometo que no soy así de tocanarices pero estaba leyendo el post y me he dado cuenta que hay una fecha que es incorrecta a no ser que haya resucitado (como Cristiano Ronaldo, que estaba muerto hace dos años y mira...).
ResponderEliminarEl párrafo es este:
"En 1959 el Piamonte y Francia declaran la guerra a Austria y ésta pierde el control del norte de Italia. Maximiliano y Carlota se refugian en Trieste donde años antes el Archiduque había hecho construir el Castillo de Miramar. Maximiliano era feliz allí, estaba frente al mar - una de sus pasiones - y podía dedicar su tiempo a sus aficiones. No ocurría lo mismo con su esposa que languidecía de aburrimiento sin que el " dolce far niente " le causara otra cosa que un cuadro depresivo."
Hala, la primera en la frente.
Saludos azulgranas.
Pulsé el 9 en lugar del 8, es un error perdonable ¿no?.Propio de gente algo precipitada como yo
EliminarOye, va a ser que eso de ser azulgrana marca carácter y no quiero decir con esto que seas un tocanarices.
Gracias por pasar, es un placer que lo hayas hecho. Yo también pasé por tu blog pero, a pesar de buscarlo, no encontré ningún gazapo y si una preciosa entrada.
Un abrazo
Claro que es un error perdonable y también SUBSANABLE.
Eliminar:)
Muy biennnnnnnnnn...
Eliminarse tiene todo y falta lo esencial. Vidas trágicas
ResponderEliminar¡Hola! No había tenido tiempo de ponerme a fondo con tu blog y ya con la primera lectura me has fascinado. Me encanta esta historia, no la conocía a fondo y desde luego creo que Maximiliano nació en el lugar y momento equivocado. Qué intriga que entre el matrimonio no hubiese más relación que la platónica.
ResponderEliminarBesos.
Cuantas historias de vida fuertes guarda la historia de nuestra America. Dignas de una novela. Saludos y felicitaciones por tu narración.
ResponderEliminarmariarosa
Excelente blog, me encanta tu trabajo :)
ResponderEliminarExcelente blog, me encanta tu trabajo :)
ResponderEliminarImpresionante relato de la vida de Maximiliano, sin lugar a duda es otro mas de los personajes históricos en los que al final se convierten en muñecos políticos de grandes potencias y no imponen l que les dicta su corazón. Enhorabuena!! un saludo
ResponderEliminarExcelente relato. Maximiliano fue muy buen gobernante, pero los intereses norteamericanos y sus nefastos criados en México, los liberales encabezados por Juárez, lo derrocaron y asesinaron. Hubiera sido una maravilla que el Segundo Imperio Mexicano hubiera tenido la oportunidad de poder mejorar este país. A los gringos no les convenía y por eso apoyaron a Juárez y por eso seguimos como seguimos en México. Más trágica que la historia de don Maximiliano es la de este país. Muchas gracias, doña Ambar, por estas publicaciones. Ya soy su admirador. Saludos!
ResponderEliminarHay otra historia que habla sobre estos sucesos, donde se relata que Benito Juarez si perdonó en secreto a Maximiliano, por ser ambos masones. Y entonces Maximiliano salió de Mexico y viajó a El Salvador, donde llegó y fue bien acogido por las más encumbradas familias de El Salvador. Alli terminó sus años de vida utilizando el nombre de Justo Armas y allí está enterrado. En la primera Guerra Mundial, antes de caer Austria, le buscaron para que fuera a hacerse cargo de la Corona Austriaca, pero el dijo no a la delegación vienesa que vino a El Salvador, pues él antes de partir a México a hacerse cargo del Imperio había renunciado a sus derechos dinásticos en Austria. En 1936 murió en El Salvador y está enterrado en el Cementerio General (de los Ilustres)en la tumba de la familia que siempre lo protegió, en la ciudad de San Salvador. Saludos cordiales.
ResponderEliminar