Etiquetas

Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha Esposo de Victoria I Alberto I de Bélgica Alberto Victor duque de Clarence Alejandra de Dinamarca Reina consorte de Reino Alejandra Románova Zarina de Rusia Alejándro I de Grecia Alejandro III de Rusia Alejandro Mountbatten Alfonso de Borbón y Battenberg Alfonso X el Sabio ( I ) Alfonso X el Sabio ( II ) Alfonso XI Alicia de Battenberg Alicia de Sajonia-Coburgo- Gotha Amadeo I de España Andres de Grecia y Dinamarca Antonio María de Orleans y Borbón Arturo Tudor Príncipe de Gales Astrid de Suecia Bárbara de Braganza esposa de Fernando VI Blanca II de Navarra Boris III de Bulgaria Carlos Príncipe de Viana Carlos de Austria y Portugal Carlos II de Inglaterra Carlos VIII de Francia Carlota de Bélgica. Emperatriz de México Carol II de Rumanía Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel Carolina Matilde de la Gran Bretaña Catalina de Aragón Catalina de Medici Charlotte de Prusia Christián VII de Dinamarca D. Jaime de Borbón y Battenberg D. Juan de Aragón y Castilla Príncipe de Asturias D. Juan de Austria Eduardo II de Inglaterra ( I ) Eduardo II de Inglaterra ( II ) Eduardo VII del Reino Unido Enrique III "el doliente" Enrique IV de Castilla "el impotente" Enrique VIII de Inglaterra Enriqueta Ana Estuardo Esposa de Fernando VII Estefanía de Bélgica Eugenia de Montijo Emperatriz de Francia Eulalia de Borbón Infanta de España Federica de Grecia Federico III de Alemania Felipe de Edimburgo Felipe I de Castilla Fernando El Católico I Fernando el Católico II Fernando VI Germana de Foix Gran Duquesa Hesse-Darmstadt Guillermo II El último Kaiser de Alemania Guillermo IV del Reino Unido Gustavo V de Suecia Isabel de Aragón Isabel de Borbón y Borbón " La Chata" Isabel de Borbón y Médicis Isabel de Farnesio Isabel de Habsburgo Reina de Dinamarca Isabel de Portugal esposa de Carlos I Isabel de Valois Isabel la Católica Isabel María de Austria "la archiduquesa roja" Jorge de Grecia y Dinamarca Jorge de Kent Jorge III del Reino Unido Jorge IV del Reino Unido Juana I "La Loca" Leonor de Austria Leonor de Castilla Reina de Inglaterra Leonor de Guzmán Leopoldina de Austria. Emperatriz de Brasil Leopoldo II de Bélgica Leopoldo III de Bélgica Liebster Awards Luis Fernando de Orleáns y Borbón Luis I de España Luis II de Baviera Luis XV de Francia Luisa Isabel de Orleáns Mafalda de Saboya Margarita de Austria duquesa de Saboya Margarita Teresa de Austria María Amalia de Sajonia Esposa de Carlos III María Antonia de Borbón Lorena María Cristina de Habsburgo- Lorena María de Edimburgo Reina consorte de Rumanía María de las Mercedes de Orleáns y Borbón Maria I Estuardo. Reina de Escocia María José de Bélgica Reina de Italia María Josefa Amalia de Sajonia Esposa de Fernando VII Maria Luisa de Orleans María Luisa de Orleans ( II ) María Manuela de Portugal María Tudor María Victoria dal Pozzo Mariana de Austria Marie Bonaparte Maud de Gales. Reina de Noruega Maximiliano de Habsburgo Emperador de México Pablo I de Grecia Pedro I el Grande Zar de Rusia (I) Pedro I el Grande Zar de Rusia ( II ) Petronila I de Aragón Rodolfo de Habsburgo Sancho I de León " el Craso" Sofía Dorotea de Celle y de Brunswick-Luneburgo Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha emperatriz de Alemania Victoria Eugenia de Battenberg Victoria Eugenia de Battenberg ( II ) Victoria Eugenia de Battenberg ( III ) Victoria Luisa de Prusia Hija del último Kaiser Zarevich Nicolás Aleksándrovich de Rusia

miércoles, 2 de marzo de 2016

D. Juan de Aragón y Castilla, Príncipe de Asturias







La primera hija de los Reyes Católicos había nacido en 1470 y no parecía que Isabel fuera a quedar embarazada nuevamente pero ocho años después, concretamente el 30 de junio de 1478, y tras un peregrinaje al monasterio de San Juan de Ortega y las consiguientes rogativas de la Reina, venía al mundo en el Real Alcázar de Sevilla el ansiado varón, un niño al que se impuso el nombre de Juan. 

La felicidad de los Reyes era enorme y el nacimiento se celebró durante varios días con las llamadas "festas e alegrías" en las que además de los saraos habituales hubo una gran justa en la que participó el Rey Católico. Se nombró como ama del neonato a Dª María de Guzmán y nueve días después de su nacimiento fue bautizado. Llevaron al infante en procesión todas las autoridades, la nobleza y el clero. El cronista Bernáldez nos da cuenta de quienes componían el cortejo que habría de llevarle a la Catedral de Sevilla y nos relata: "Iba el ama del príncipe encima de una mula, en una albarda de terciopelo, e con un repostero de brocado colorado: llebava al príncipe en sus brazos" . La ceremonia del bautismo fue oficiada por el Cardenal Pedro Gonzalez de Mendoza.

En el siglo XV, los fenómenos astronómicos cobraban mucha importancia y ocurrió que pocas semanas después del nacimiento del pequeño príncipe, tuvo lugar un eclipse total de sol que proyectó, a decir de la mayoría, un mal augurio sobre el recién nacido. Fuera por esto o no, lo cierto es que el Infante dio muestras desde su nacimiento de una salud débil. Escribe Junceda Avello que el Príncipe tenía labio leporino y que con el paso de los años se demostró que era tartamudo o esto es al menos lo que contó el médico alemán Jerónimo Münzer tras haber tenido una audiencia con D.Juan cuando éste era adolescente :"el príncipe no pudo hablar por tener una dolencia en el labio inferior y en la lengua que le impedían hacerlo expeditamente". 

También es Junceda quien nos dice que debido a la extrema debilidad del infante "los médicos se vieron obligados al empleo de toda clase de tónicos vigorizantes y entre ellos se le recetó el extracto de tortuga, razón que explicaría la preocupación que desde entonces los reyes tuvieron en la búsqueda de estos animales" hasta el punto - siempre según éste autor - de enviar a Mallorca al Procurador General con ese fin, ya que allí se encontraban en mayor cantidad. Lo que si parece es que las tortugas además de escasas, o tal vez por ello, eran caras y hay constancia de que se pagaron 310 sueldos por 33 tortugas que fueron enviadas a Medina del Campo en 1489.

En 1480, cuando todavía no había cumplido los dos años, es jurado por las Cortes reunidas en Toledo, sucesor de Isabel en el trono de Castilla, convirtiéndose así en el nuevo Príncipe de Asturias. Cuatro años después, en 1484, fue jurado como heredero de Aragón por la Cortes reunidas en Tarazona. 

Los Reyes Católicos, como era de esperar, dispusieron para su hijo la mejor educación al frente de la cual colocaron a fray Diego de Deza, un dominico profesor de teología en la Universidad de Salamanca, que sería quien se encargaría de su educación académica y moral. De enseñarle el arte en el manejo de la espada se encargó mosén Bernal y del resto de las artes militares D. Juan de Zapata. Tampoco se olvido la música en su educación, hacia la que el Infante sentía una especial inclinación, siendo Juan de Anchieta, cantor de la capilla de la reina Isabel la Católica, su principal educador en ésta materia. Una educación por tanto humanista como correspondía a la época. 

Educación de D. Juan. Martinez Cubells


Pero, la salud del Príncipe seguía manteniendo a sus padres en continua zozobra. Contaba sólo diez años cuando estando en Murcia, nos cuentan los cronistas que, "adoleció de disentería con tenasmo e fiebre continua, en el undécimo nacieron viruelas". Según parece, los médicos le recetaron aceite de bacalao y jugo de carne de tortuga. Tanto preocupaba la salud del Príncipe que Mártir de Anglería, en una carta escrita el 11 de septiembre de ese año al ayo de Príncipe Juan Velazquez, le refiere «Me preguntas, ilustrísimo caballero, mi opinión acerca del joven serenísimo Príncipe, primer heredero de tantos reinos, y qué clase de Rey será si llega a vivir».

En 1486 los Reyes Católicos deciden que ya era hora de que el príncipe configurase su propia Casa y se decide que la Corte del Príncipe quedaría establecida en Almazán. La Casa estaría compuesta además de por fray Diego de Deza como preceptor, por diez consejeros, todos ellos pertenecientes a nobles familias, de los cuales cinco serian caballeros ancianos y cinco jóvenes de edad similar a la del Principe. También contaba la Casa con veinticuatro pajes escogidos entre los hijos de los nobles y cuyos nombres aparecen relacionados en  El Libro de Cámara real del Príncipe don Juan del cronista del siglo XVI, Gonzalo Fernandez de Oviedo. 

En 1495, los Reyes Católicos acuerdan un doble tratado matrimonial con el Emperador Maximiliano de Austria, mediante el cual los dos hijos de Maximiliano, Felipe y Margarita, casarían con dos de los hijos de los Reyes , Juana y Juan. El compromiso interesaba y mucho a los Monarcas españoles y se dispuso para el evento una flota de más de cien embarcaciones, al frente de la cual estaría el Almirante de Castilla, Fabrique Enriquez de Cabrera. En ella llegaría a Flandes la Infanta Juana y en ella se traería a España a la princesa Margarita.

La vida de Margarita no había sido fácil. Cuando tenía dos años murió su madre y poco después y como consecuencia de la firma de un tratado de paz entre Francia y Borgoña se la prometió a Carlos, el delfín de Francia, con la condición añadida de que Margarita debía ser educada en la Corte francesa. Así pues, la Princesa pasó su infancia sin su familia y en un país que no era el suyo hasta que los intereses franceses variaron de dirección y fue repudiada y devuelta a su padre, Maximiliano, sin que el matrimonio hubiese sido consumado. Es entonces cuando desde Castilla se la reclama para ser desposada por el príncipe D. Juan. 

La boda se celebró por poderes en Malinas y en marzo de 1497 Margarita embarcó hacía su nuevo destino. La travesía fue terrible, se desató una gran tormenta y a punto estuvieron de zozobrar pero finalmente arribaron a puerto y el 4 de abril se celebraba la ceremonia nupcial en Burgos, con toda la pompa y el boato que la ocasión exigía y oficiada por el Cardenal Cisneros. 

D. Juan tenía diecinueve años y dos menos su prometida y, según nos cuentan los cronistas, ambos quedaron gratamente impresionados cuando se conocieron. Y no parece que el Príncipe de Asturias fuera el único que quedó impresionado por la belleza de Margarita. Pedro Mártir de Anglería en carta al Cardenal de Santa Cruz escribe: "Si la vieras, te harías la idea de que estabas contemplando a la misma Venus". 


Margarita de Austria, Princesa de Asturias - Anonimo. The Metropolitan Museum


Se trasladaron a la residencia del Príncipe en Almazán y allí daría comienzo la leyenda. Según nos dice José Ignacio de Arana: "el encuentro amoroso fue explosivo y los jóvenes no se dieron descanso durante varios días. Los criados dejaban discretamente los alimentos en la puerta de la alcoba principesca". 

A los tres meses, todos los que rodeaban al Príncipe se dan cuenta de su palidez y de que "se iba quedando chupado y con gran tristeza en el porte". Nadie de sus más cercanos ocultaba su preocupación por la salud de D. Juan y todos concluían que el progresivo debilitamiento del príncipe era debido al exceso de actividad sexual por lo que, para evitar que "se le reblandeciesen las médulas" o incluso que su vida corriese peligro, recomendaron a la Reina Isabel que separase a los esposos a fin de dar tiempo al Príncipe para restablecerse. Pero, la respuesta de la Reina fue contundente: "no es conveniente que los hombres separen a quienes Dios unió con el vínculo conyugal". 

Acompañaban los Príncipes de Asturias a los Reyes Católicos que se dirigían a Extremadura , cuando a D. Juan le sobrevienen unas virulentas fiebres. Se acuerda entonces que los príncipes queden en Salamanca al cuidado del antiguo preceptor del príncipe, D. Diego de Deza. Pero D. Juan se debilitaba por días, a pesar de los zumos, los jugos de tortuga y cuantos remedios le proporcionaban los médicos. 

Pocos días después D. Diego de Deza envía carta a los Reyes, que se hallaban ya en Extremadura, advirtiéndoles en ella de la gravedad del Príncipe. D. Fernando oculta a Isabel la mala noticia y parte hacia Salamanca. Encuentra a D. Juan consciente pero extremadamente grave, intenta animarlo diciéndole "que no desfallezca y le recuerda que la esperanza de vivir ha traído la salud a muchos enfermos". Finalmente se produce la muerte del Príncipe , probablemente, el 4 de octubre de 1497. Tenía diecinueve años y llevaba casado apenas seis meses.

La causa de la muerte se desconoce, en aquellos años se dijo que D. Juan había muerto "de amor " y que el fallecimiento se había producido como consecuencia de un exceso de actividad sexual y de tener un cuerpo débil y enfermizo. Según el Dr Gargantilla :"la causa del fallecimiento habría que buscarla , probablemente, en una enfermedad infecciosa, quizás una tuberculosis". No lo sabemos. 




Amortajado con el hábito de San Francisco fue enterrado en el Real Monasterio de Santo Tomás de Avila.

77 comentarios:

  1. Buen apetito tenía Margarita. Y el cónyuge no se quedaba atrás.
    En todo caso, qué mala estrella tuvieron todos los hijos de los Reyes Católicos. O vivieron poco o fueron infelices en sus relaciones de pareja.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No tuvieron suerte los hijos de los Reyes Católicos. Era difícil ser feliz en esos matrimonios de estado.
      Saludos Cayetano

      Eliminar
    2. Fueron desgraciados por sus muertes tempranas, pero en general todos encontraron el amor, más o menos corto, que es el problema. Isabel amó profundamente a su primer esposo y fué un sacrificio tremendo casarse con Manuel I de portugal, y murió al dar a luz a su hijo. Catalina amó al gordo enfermo de Enrique VIII y fué una infanta dignísima con primcipios y por eso pasó a la historia(y este parece que también mientras fueron más jóvenes...luego ya sabemos lo que pasó)y su locura también influyo bastante.
      Juan con Margarita, fué un amor a primera vista... y qué poquito duró por la muerte de Juan, que era el príncipe perfecto. Una pena tremenda que obligó a Juana a alcanzar el trono con su manipulador marido al que amaba con obsesión. Lo único bueno que le pasó a Españaa es que Felipe muriera, pero esa fué lo que provocó la total inmersión de Juana en su locura. Y María tuvo un matrimonio feliz con Manuel I... aunque también murió demasiado pronto. La tristeza de los RRCC fué enterrar a todos sus hijos y ver como la única sana físicament, se convertía en reina, pero con las mismas taras de su abuela, Isabel de Portugal

      Eliminar
    3. hola Ambar, me puedes indicar por favor el nombre autor y fecha de creación del primer cuadro de Juan da Aragón por favor?

      Eliminar
  2. Ya nació el pobre con mala suerte, pero se consiguió al menos que llegase a conocer el amor, y que fuese bien amado, que en aquellos tiempos de matrimonios de conveniencia raro era.
    Y es que con tantas ganas de no mezclar las sangres nacían y morían rápido, una pena que todo fuese así de negro en la corte. Una historia que he recordado de uno de los capítulos que echaron en la televisión en la serie de Isabel. Muy bonita historia. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. D. Juan al menos conoció el amor eso, en aquellos tiempos, no era frecuente. Una pena que durara tan poco.
      Besos Lola

      Eliminar
  3. Ay! puras tragedias... menos mal que como dice Lola, el matrimonio arreglado le salió bien!!!

    un abrazo =)))

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, es verdad. Algo le tenía que salir bien.
      Besos Liliana

      Eliminar
  4. Me encanta aprender, lastima que tenga memoria de pez. Algún pasaje que has relatado me ha recordado a la serie Isabel. Un besin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchos somos los que tenemos memoria de pez. Leer es un buen ejercicio para no perderla del todo.
      Besos y suerte

      Eliminar
  5. Como soy una romántica, me encantaría que todas las historias tuviesen un final feliz.
    Sabía de la poca salud que siempre ha demostrado el príncipe Juan a lo largo de su corta vida y de la gran preocupación de sus padres por lograr algún remedio eficaz.
    Lo que si desconocía es que, en aquél tiempo, se utilizasen las tortugas como remedio ¡menos mal que la medicina ha avanzado bastante! seguramente hoy en día, se supiese con certeza el mal que le aquejaba y que le llevó a morir tan joven.
    Abrazos.
    kasioles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya ves, la carne de tortuga era considerada una de las más nutritivas. Como tu dices menos mal que hemos avanzado.
      Besos Kasioles

      Eliminar
  6. Hola Ambar: Yo también pensé en tuberculosis en el Principe. Muy probalble que tuviese el aspecto tísico característico.

    Al menos, en sus últimos días estuvo feliz.

    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por los síntomas que cuentan los cronistas era la patología que más se ajustaba al cuadro.
      Besos Manuel

      Eliminar
  7. Pobres príncipes y princesas casados por intereses reales. menos mal que alguna vez salía bien la cosa...
    El príncipe Juan, murió muy joven. Vivió enfermo desde su nacimiento y apenas pudo disfrutar de la vida.
    Siempre es un placer, Ambar, visitarte.

    ResponderEliminar
  8. La muerte de Don Juan quedo marcada en la memoria de todos, sobre todo de Carlos el emperador y sus descendientes mucho tuvo que marcar a Isabel que muriera tan joven su único hijo. Mala estrella tuvieron como dice Cayetano. Un abrazo Ambar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tuvo que ser duro para Dª Isabel, había luchado mucho por sus reinos y D. Juan era el único varón.
      Besos Leonor

      Eliminar
  9. Débil fue de pequeño y de mayor la salud tampoco le acompañó, lastima que muriese tan joven después de haber podido hacer un enlace matrimonial de agrado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Podría haber sido feliz con Dª Margarita, ella además de hecerle feliz hubiese sido una buena reina.
      Besos

      Eliminar
  10. Muy interesante tu relato, nuestra historia, triste pero real. Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Como siempre, yo me pregunto qué hubiera sido de estos reinos de haber vivido el príncipe Juan y de haber dejado descendencia.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La Historia habría sido distinta, eso seguro.
      Saludos dissortat

      Eliminar
  12. Hola Ambar, paso un minuto a empaparme de ésta interesante historia de D. Juan Príncipe de Asturias. Que por cierto desconocía. Y me ha gustado leerla. Que tristeza no haber medicamento! Y que tardó algunos siglos en haberlos. Yo acordé a morir mucha gente de tuberculosis o cualquier otras enfermedades, por no haber con que curarlas, algunas con suerte se curaban así, con remedios caseros. Ha sido un placer, amiga.
    También te dejo un fuerte abrazo, mi gratitud y mi estima siempre.

    Se muy muy feliz.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Marina. Lo que es un placer es que pases por este blog.
      Besos

      Eliminar
  13. Acabo de ler mais um magnífico trabalho seu, com "D. Juan de Aragón y Castilla, Príncipe de Asturias”, que estimulou a ler mais sobre essa fase da História.
    Parabéns, Ambar.
    Abraços.

    ResponderEliminar
  14. Ámbar, un relato muy interesante. Es una pena la muerte de don D. Juan, a tan temprana edad. Me nos mal que el tiempo que vivió, su corazón estaba lleno de amor.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te haya resultado interesante.
      Un beso Cristina

      Eliminar
  15. Una interesante exposición de esa historia de D. Juan de Aragon y Castilla.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Mala suerte. Corta su historia de amor.

    Aunque algo conocía, tu escrito me ha enseñado mucho.

    Un beso. Feliz fin de semana,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tuvo mala suerte, él, su esposa y sus padres.
      Besos Amalia

      Eliminar
  17. Hola Ambar, muchas gracias por tu comentario. Me quedo por aquí leyendo estas preciosas historias que son muy interesantes. Me gusta esta combinación de medicina e historia, además, profesionalmente estoy en el ámbito sanitario así que me encanta haberte conocido.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Encantada de que pases por aqui. Nos iremos visitando.
      Besos

      Eliminar
  18. Ámbar Siempre es un placer pasar por su blog Saludos

    ResponderEliminar
  19. Tus relatos de historia cumplen con el "deleitar aprovechando" que preconizaba Horacio.
    Besos.

    ResponderEliminar
  20. Me ha gustado leerte
    Hacia años ue no miraba la hisstoria
    un placer conocer tus letras

    ResponderEliminar
  21. Por lo menos tuvieron Juan Y Margarita medio año
    de felicidad. Siempre es triste cuando se muere tan joven.

    Besos y muchas gracias por tus felicitaciones
    en casa por mi cuarta nieta.

    ResponderEliminar
  22. PD- Que buena la serie primero de Isabel La Católica
    y luego, la de Carlos I, Carlos V.
    Que buenos actores hay en España.
    las disfruté a ambas mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu nieta es preciosa y además los nacimientos siempre son una gran alegría. Me sentí contenta por ti.
      También a mi me gustaron las dos series, están bien ambientadas, el vestuario es espléndido y la interpretación magnífica.

      Besos Myriam

      Eliminar
  23. Una corta vida y sin descendencia que dejo el paso libre a su hermana Juana en el trono, tampoco muy afortunada ella.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dejó el paso libre a su hermana Juana y como consecuencia a los Austrias.
      Abrazos dlt

      Eliminar
  24. Dudo mucho que la causa de la muerte de D. Juan fuera por exceso de actividad sexual. Parece que los cronistas nunca encontraron equilibrio en las alcobas reales, siempre hablan de excesos o carencias. Quien sí parece que murió "de amor" fue su hermana Juana, sin embargo tampoco esa muerte fue el resultado de una frenética actividad sexual con su esposo, a pesar de lo mucho que ella lo deseaba.

    Es un placer leerte, Ambar. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Debía ser muy molesto tener un "paparazzi" en la puerta haciendo guardia para contarle al cronista de turno cuántas veces había visitado el esposo a la esposa. Imagino que la percepción del exceso o la carencia de actividad sexual dependería de lo que entendieran como tal el "paparazzi" y el cronista. Gracias por el comentario.
      Un beso

      Eliminar
  25. Una historia que desconocía.Gracias por contarla de una manera clara y sencilla;es un placer leerte.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  26. La leyenda hizo morir de amor al heredero varón de los Reyes Católicos... ¡qué muerte tan perfecta y sin embargo tan poco creíble! Es posible que el príncipe tuviera alguna afección desconocida que le llevase a la tumba precisamente al poco de casarse. En todo caso, dejó sumidos a su esposa y a sus padres en un dolor del que difícilmente se puede salir, se sea de sangre real o no.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los dejo a todos, padres y esposa desconsolados. La pobre Margarita que, tras ser repudiada por su primer esposo, parecía que había encontrado el amor y... tan solo le duró seis meses.
      Besos Carmen

      Eliminar
  27. Paso a dejarte un fuerte abrazo y desearte lo mejor del mundo.
    Besiños.

    ResponderEliminar
  28. Nos has traído una lección magistral de nuestra historia Ambar, muchas cosas las conocía de haber leído algún libro y visto las series que en televisión nos han puesto de Isabel y Fernando, pero con tu entrada he adquirido aún más conocimiento. Gracias por compartir.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  29. Venía para agradecer tus letras y, de paso, saber si habías publicado algo nuevo.
    Como ya veo que no, no me importa volver a leer esta entrada, siempre me quedaré con algo más en mi memoria.
    Cariños en el corazón.
    kasioles

    ResponderEliminar
  30. La historia me encanta.
    Los matrimonios padtados por el estado de la realeza no suelen tener la suerte o resultado de lafelicidad amorosa.
    Que habría ocurrido si el príncipe hubiera sido fuerte de salud, nunca lo sabremos.
    Al menos fueron felices todos esos meses.
    Un abrazo.
    Ambar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabemos lo que habría ocurrido en la Historia de España si D. Juan hubiera sido un hombre sano y fuerte. Nos podemos imaginar que habría tenido un feliz matrimonio a juzgar por lo que fueron los primeros seis meses del mismo.
      Besos

      Eliminar
  31. Histórias de uma História fantástica dos nossos povos!
    Obrigada pela visita

    ResponderEliminar
  32. Una historia muy bonita, en este caso el matrimonio acordado por otros sin pensar en los sentimientos de los contrayentes salió bien, lo malo es que duró poco, y queda para la historia el saber si realmente murió de amor, que sería preciosos, o de una enfermedad común.
    Siempre es interesante leer parte de nuestra historia y leyendo tus entradas Ambar la cosa está asegurada.
    Besos.
    Puri

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Murió de una enfermedad común, la duda está en el diagnóstico. Lo de "morir de amor" es muy romántico pero poco real.
      Gracias por el comentario. Un beso Puri

      Eliminar
  33. Paso a dejarte un abrazo y desearte un muy feliz fin de semana, mi querida Ambar.

    besiños.

    ResponderEliminar
  34. Un placer leerte Ambar!
    Qué linda reacción tuvieron ambos en su primer encuentro, hubo química y pasión...
    Lástima que desde tan temprana edad tuviera tantos problemas de salud y muriera tan joven. Al menos conoció la mejor medicina para sus dolencias: El amor.
    Besos desde Singapur

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tuvo la suerte de que el casaran con alguien de su agrado ( cosa poco habitual en aquellos años) y por lo tanto de enamorarse. Lastima que durase tan poco.
      Besos

      Eliminar
  35. Hola Ambar: he descubierto tu blog hace poco y veo que es sumamente interesante. Analizas con mucho rigor las figuras históricas, pero con un estilo muy ameno y atractivo. En esta entrada, por ejemplo, he descubierto varias cosas que no conocía respecto al Príncipe Don Juan, un personaje que ha pasado un poco desapercibido en nuestra Historia. Pasaré por aquí asiduamente y sin duda, aprenderé muchísimo. Gracias por seguir mi blog y por tus comentarios. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre serás bienvenido. Gracias por el comentario.Saludos

      Eliminar
  36. Hay que ver lo interesante que es nuestra Historia y lo olvidada que la tenemos. Parece que ahora, con algunas series de televisión, hay cierto interés por recuperarla. Lo cierto es que hay material para rato...

    ResponderEliminar
  37. Creo que las series de televisión pueden ayudar mucho a despertar el interés por nuestra historia y eso, siempre es bueno.
    Saludos Tawaki

    ResponderEliminar
  38. Creo que las series de televisión pueden ayudar mucho a despertar el interés por nuestra historia y eso, siempre es bueno.
    Saludos Tawaki

    ResponderEliminar
  39. Hola, desde Brasil a leer su blog. Me encanta muchíssimo la historia española y la de los Reyes Católicos. También romantica, me gusta la serie Isabel, pués que todo nos parece tan hermoso, hombres valientes...Como no amar a Isabel y Fernando??? Sin duda, la serie despierta el interés! Así, pudo descobrir otras series, modernas, (El Tiempo entre Costuras, Las Chicas del Cable y la invencible Casa de Papel) mas que dicen a que viene España. Perfectas! Saludos a todos!

    ResponderEliminar
  40. Excelente Don Juan y Doña Margarita, ya advertía el Emperador de los excesos de sus tíos ( amos lo eran) a su joven hijo Felipe !!!! . Gracias por llevarnos de la mano como en una película por la historia fascinante de nuestra amada España.

    ResponderEliminar