Era el 29 de mayo de 1660. Carlos II Estuardo regresaba a Londres entre vítores y grandes aclamaciones para ceñir la corona que le había sido arrebatada a su padre varios años antes.
Montado en un caballo y rodeado de su séquito el nuevo Rey se dirigió al Parlamento y en la Cámara de los Comunes pronunció un breve discurso : "Estoy tan fatigado que apenas puedo hablar, pero quiero informaros de una cosa: que aceptaré con gusto todo cuanto pueda servir para el bienestar de mi pueblo".
Carlos había nacido treinta años antes, el 29 de mayo de 1630, en el Palacio de St James. Como hijo primogénito del rey Carlos I se le concedió desde ese mismo día los títulos de duque de Cornualles y de Rothesay y poco después el de Príncipe de Gales.
Lo primero que se enseñaba a un niño de noble cuna y más si era de real cuna era a montar a caballo y a empuñar una espada y Carlos no sería una excepción. Corrían los años cuarenta, el Principe de Gales apenas contaba 10 años y ya tuvo que acompañar a su padre - como parte de su educación - en algunas de las batallas que éste libraba contra el Parlamento.
Finalmente y, temiendo por su vida, Carlos I envió a su hijo a Francia junto a su madre Enriqueta - hija de Enrique IV de Francia - y el resto de sus hijos.
Carlos deseaba ayudar a su progenitor y en 1648 se trasladó a La Haya junto a su hermana María y el marido de ésta, el príncipe de Orange, con la idea de prestar desde allí apoyo a su padre durante la Segunda Guerra Civil que acababa de iniciarse y en la que Carlos I combatía, con la ayuda de los fieles escoceses, contra los parlamentarios capitaneados por Cromwell.
Oliver Cromwell - S. Cooper
El vencedor fue Cromwell y el final del enfrentamiento bélico trajo consigo el enjuiciamiento del Rey y su condena a muerte. Carlos I fue decapitado el 30 de enero de 1649.
Mientras en Inglaterra se proclamaba la República y se iniciaba un puritanismo riguroso, Escocia permanecía fiel a la causa realista y proclamaba a Carlos II como Rey, con la promesa por parte de éste de no modificar la Iglesia escocesa.
Dos años después de la muerte de su padre era coronado Rey en Escocia, tras lo cual inició una ofensiva contra Cromwell. Fracasó y como consecuencia tendría que huir y continuar en el exilio, pobre y sin ayudas.
En 1658, Cromwell, el Lord Protector, moría y aunque había designado sucesor a su hijo, éste no tenía ni la habilidad política de su padre ni las ganas de tenerla y fue obligado a dimitir pocos meses después acabando de éste modo el periodo del Protectorado. El gobernador militar de Escocia, George Monck, viendo la inestabilidad existente en el país, marchó junto a su ejército hacia Londres donde, con un amplio apoyo popular, disolvió el Parlamento y convocó elecciones generales.
El resultado fue una Cámara de los Comunes con una amplia mayoría realista que reunida en asamblea decretó que Carlos II era el legítimo Rey de Inglaterra.
Carlos entró en olor de multitud en Londres y se ganó a su pueblo porque su simpatía era arrolladora. Para no desmerecer la fama de mujeriego y conquistador que le precedía, esa misma noche la pasó en el palacio de Whitehall con su última amante, lady Castlemaine.
Carlos II bailando en la corte - S. Janssen
El nuevo Rey deseaba congraciarse con las gentes y declaró una amnistía para los seguidores de Cromwell pero no perdonó a los jueces y a quienes participaron en la ejecución de su padre. Todos ellos fueron llevados al patíbulo, Cromwell fue desenterrado y sometido su cadáver a un simulacro de ejecución.
A partir de ahí todo fue alegría y una prolongada fiesta. Los ingleses después de veinte años de puritanismo, sin otra distracción que los monótonos himnos religiosos estaban necesitados de un respiro. Se abrieron casas de comidas, teatros, juegos públicos, bailes. Los londinenses adoraban a su Merry King.
Carlos consideró la necesidad de dar alguna muestra de agradecimiento a quienes le habían ayudado a recuperar el trono y concedió a algunos de ellos propiedades en Norteamérica en unos territorios a los que se denominó Carolina en honor a su padre.
Contaba ya 32 años y debía casarse para asegurar herederos a la Corona. Eligió a Catalina de Portugal celebrándose en 1662 dos bodas: una pública, la anglicana y otra privada y en secreto, la católica. Ella aportaba una gran dote en la que destacaban Tánger y Bombay y eso la hacía muy atractiva a los ojos del Monarca.
Catalina de Portugal
El rey inglés estaba siempre necesitado de dinero, lo que le otorgaba el Parlamento no cubría las refinadas necesidades a las que se había habituado en Francia y por ello aceptaría la proposición que le había hecho Luis XIV para que le vendiera Dunkerque por una crecida suma. La venta de un punto tan estratégico para Inglaterra no gustó a la mayoría de sus consejeros.
A los cinco años de iniciado su reinado da comienzo la Segunda Guerra Holandesa. El conflicto se desató como consecuencia de la conquista de Nueva Amsterdam, en Norteamérica (la actual Nueva York), por parte de los ingleses. El ataque por sorpresa de los holandeses a la flota naval inglesa que se encontraba anclada en el Támesis puso fin a la contienda y obligó a Carlos a firmar el Tratado de Breda.
No fue ésta la única situación difícil. En 1665 se desató una epidemia de peste bubónica en Londres que causó más de 100.000 muertos. La nobleza y el rey se refugiaron en la campiña.
Unos meses más tarde un devastador incendio arrasó Londres, la ciudad medieval quedo destruida, se perdieron mas de 13.000 casas y 87 iglesias. La primitiva Catedral de San Pablo quedo destruida.
Gran incendio de Londres
Después vendrían otras guerras y otras estrategias. Se sucederían los consejeros y también las amantes de cualquier condición puesto que cualquier mujer ya fuera noble, actriz o vendedora de frutas por la calle podía convertirse en su concubina si era lo bastante bella. También se sucederían los hijos bastardos de los que llegó a reconocer catorce. Era generoso, todas las madres de sus hijos eran distinguidas con títulos nobiliarios y alcanzaban un gran estatus social.
No obstante el Rey no conseguía un hijo legítimo, todos los que engendraba en su esposa acababan en aborto. Catalina sufría en silencio la adicción al sexo de su esposo porque en su fuero interno sabía que él le tenía un profundo cariño. Carlos nunca aceptó el divorcio a pesar de la insistencia de sus consejeros que no querían que el heredero de la Corona fuera Jacobo, el católico hermano del Monarca.
En 1678, Carlos había firmado un tratado secreto con Luis XIV en el que el Rey francés se comprometía a pagarle varios millones anuales a cambio de que sirviera a los intereses de Francia y a que se comprometiera a abrazar la religión católica en un futuro.
Ese mismo año los aires políticos vaticinaban tormenta. Tito Oates, un aventurero pretendiente a clérigo, denunció ante el Parlamento que existía una conspiración para asesinar al Rey y sustituirlo por Jacobo. Como consecuencia de estas denuncias se produjo una gran conmoción y los anglicanos empezaron a lanzar acusaciones a los católicos. Para evitar conflictos, Carlos II disolvió el Parlamento. Poco antes de la disolución, la Cámara había aprobado una ley de capital importancia ya que constituye uno de los pilares más sólidos de la libertad individual: el Habeas Corpus.
Dos años después parecía que el país caminaba de nuevo hacia una guerra civil, debido a las luchas entre los partidarios de La Ley de Exclusión, que impedía que Jacobo fuese el sucesor en el trono, y los no partidarios. Antes de que la ley fuese aprobada Carlos II dando un golpe de mano certero disolvió de nuevo el Parlamento. El pueblo lo apoyó masivamente demostrando una gran lealtad a su Rey. Desde ese momento Carlos II gobernó como un monarca absoluto.
Carlos II - John Wright
El Rey vivió unos años de tranquilidad hasta que el 2 de febrero de 1685 sufrió un cuadro repentino de nauseas y vómitos acompañados de dolor de cabeza. Se le aplicaron las consabidas sangrías y las terapias habituales pero nada se pudo hacer y falleció cuatro días más tarde como consecuencia de lo que parece haber sido un síndrome urémico. Dándose cuenta de que se moría solicitó que un sacerdote católico le diera la extremaunción.
Carlos II fue un conquistador, un amable seductor, un perfecto caballero a la usanza inglesa hasta tal punto que, en el momento de morir, pidió perdón a todos los que pudiera haber ofendido. Sin embargo y a pesar de la simpatía que, traspasando los siglos, despierta su figura, no hay que olvidar que el Merry King traicionó alegremente a su país, a la iglesia anglicana y a la católica, a su esposa y a todas y cada una de sus amantes.
Está enterrado en la abadía de Westminster.
Menuda pieza :)
ResponderEliminarUn saludo.
Si que lo era, si.
EliminarSaludos Alfred
Un encantador de serpientes por lo visto, querido por los suyos, pero no correspondiendo suficientemente al cariño que le profesaban. En medio de tanta contienda parece que sabía nadar y guardar la ropa, lo que no es poco para la época. Interesante la historia.
ResponderEliminarUn beso.
Tuvo que aprender desde niño a nadar y guardar la ropa como tu dices y fue un buen alumno.
EliminarBesos Lola
Aunque resulte un poco frívolo el comentario, creo que a Carlos II Estuardo y a Catalina de Portugal los dioses católico y anglicano les hicieron el favor de no permitir que de la unión de sus dos fealdades naciera un hijo.
ResponderEliminarBesos.
Sabes que me gusta reír, por lo tanto tus "frivolidades" son bienvenidas. Tienes razón eran bastante feos, mejor que no tuvieran descendencia.
EliminarBesos
Un rey acorde con lo convencional en aquel entonces...Incluso en eso de rodearse de lujos...No hubiese dudado en vender a su madre o a su esposa si necesitara dinero.
ResponderEliminarBesos
Pasó penurias económicas, había vivido contemplando el lujo de Luis XIV y no le gustaba reprimir sus deseos de modo que, todo era vendible.
EliminarUn vivales, prototipo de monarca disoluto, más atento a satisfacer sus necesidades primarias que de otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo, Ambar.
Un autentico vividor. La corte de Luis XIV fue su escuela y aprendió mucho en ella.
EliminarEn esos años sería muy normal el comportamiento de este rey, pero ahora lo vemos como un aprovechado, como un encantador de serpientes y poco más.
ResponderEliminarUn abrazo
Las visicitudes vividas en su infancia marcaron su carácter. Tomaba lo que podía por si no podía hacerlo al día siguiente.
EliminarUn abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarEs curioso ver que con el tiempo se recuerda a una persona con simpatía y en realidad traicionó a diestro y siniestro.
Como siempre he disfrutado y aprendido mucho con esta lectura.
Besos y no he podido evitar reírme con el comentario de Macondo.
Yo tampoco he podido evitarlo. Macondo es único.
EliminarBesos
Ambar, menudo personaje como persona no tenia desperdicio, parece que al saber que iba a morir, le vino la luz y pidió perdón.
ResponderEliminarMuy interesante! Un abrazo.
Perdón sólo lo pidió al final de sus días pero disculpas las pidió a menudo, a sus amantes cuando las dejaba y algún marido ultrajado.
EliminarUn abrazo
Hi. Very interesting. Thanks again for the wonderful post.
ResponderEliminarGracias a ti.
EliminarUn gran vividor.
ResponderEliminarY, es cierto que sorprende que, al sentirse morir, pida perdón.
Gracias por tu información.
Un beso.
Hasta los treinta fue el pariente pobre en la corte francesa después se desquitó.
EliminarBesos
Todo un personaje nos traes hoy, Ambar. Una vida azarosa la suya y que supo exprimir al máximo para su propio bien.
ResponderEliminarDesconocía muchos detalles de su vida que te agradezco.
Besos.
Gracias a ti por pasar Maripaz.
EliminarUn abrazo
Desconocía cómo había sido el pasado de Bombay. Siempre pensé que había ido en el lote junto al resto de la India. Por otro lado, la historia de estas islas ha sido convulsa como pocas. Del paso de Cromwell por Irlanda he visto las pruebas; no quedó piedra sobre piedra.
ResponderEliminarBombay había estado bajo el dominio portugués y los ingleses habían intentado arrebatársela. Finalmente Portugal cedió la isla a Inglaterra mediante el convenio matrimonial.
EliminarYo también he visto el paso de de Cromwell por Irlanda y tienes razón arrasó la isla. Eran realistas y católicos algo que el Lord Protector no estaba dispuesto a tolerar.
Hola, nuevaseguidora; felicitaciones por blogs y publicaciones; este es el último publicado por mí: https://ioamoilibrieleserietv.blogspot.it/2018/03/www-wednesday-30.html
ResponderEliminarSi quieres, te espero como lectora permanente
Gracias
Gracias a ti.
EliminarQué interesante, no hubiera imaginado nunca que un rey inglés era el origen del famoso habeas corpus.
ResponderEliminarHay personajes que a pesar de todas sus sombras se acaban haciendo más simpáticos y la gente los quiere a pesar de lo que han hecho.
Como siempre Ambar toda una lección de historia.
Besos
Fue el Parlamento quien dio forma al Habeas Corpus, aunque se había empezado a gestar mucho antes.
EliminarBesos
Él era un gobernante con defectos, por supuesto, pero bueno, que permitió que la gente disfrutara de diversiones después de 20 años de puritanismo. Saludos.
ResponderEliminareso es lo que más le agradeció el pueblo, que les hubiera devuelto la alegría.
EliminarSaludos
Empezó su reinado con buenas palabras, con agrados y festejos pero su ambición y vida lujoso no lo llevó al final a tener toda la simpatía que hubiese merecido.
ResponderEliminarComo siempre ideal tus escritos, un abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn beso
Jeje me río por el comentario de Macondo!! Y sigue lo feíto en los Carlos....😀😳
ResponderEliminarGracias Ámbar, siempre disfruto y aprendo de tus historias.
Besos =)))
Siguen siendo feos, es verdad.
EliminarBesos
¡Qué interesante y divertida historia!
ResponderEliminarAl menos con él el pueblo pudo descansar de tanta represión puritana. Un rey sumamente prolífero con 14 hijos y generoso con las madres Jajajaja no es raro que gustara tanto.
Besotes, Myriam Goldenberg
Muy generoso, les buscaba maridos si no los tenían y le daba títulos nobiliarios. Todo un personaje.
EliminarBesos, Myriam
Desde su infancia aprendió a aguantar y eso le dejo huella,para luego convertirse en un monarca que , supo vivir bien y trato de cambiar algo las costumbres inglesas y eso es todo un logro. Tiene gracia que a la hora de su muerte pidió perdón, pero claro ya era tarde.
ResponderEliminarDesconocía la vida de este monarca , y la verdad fue todo un lujo leer su vida. Gracias Ambar.
Besos
Puri
Era un autentico gentleman y pidió perdón como consideraba que correspondía hacer a un caballero.
EliminarBesos, Puri.
A propósito de Carlos II de Inglaterra recuerdo haber leído sobre su reinado en la novela Restauración, de Rose Tremain. Ahí se describe con jocosidad la alegre corte de aquella época. A pesar de haber sido expulsado de su país de joven y ver decapitar a su padre, Carlos II acabó recuperando el trono, lo cual no está nada mal. Quizá el momento más trágico de su reinado fue el incendio de Londres, ¿no te parece?
ResponderEliminarUn beso
Su corte se caracterizó por las enormes fiestas y el ambiente alegre y divertido. El incendio fue una enorme tragedia al igual que la epidemia de peste.
EliminarBesos, Carmen
Hola, nuevaseguidora; felicitaciones por blogs y publicaciones; este es el último publicado por mí: http://casaninnamamma.blogspot.it
ResponderEliminarSi quieres, te espero como lectora permanente
Gracias
Gracias.
EliminarNo me extraña nada que por encima o no de su valía, el principal atractivo de aquel rey deseado fuese el devolver la alegría a su gente. La Historia nos enseña que pocas cosas bajan más la autoestima de un pueblo que el exceso de puritanismo.
ResponderEliminarUn placer conocer a este protagonista, Ámbar
El puritanismo excesivo impuesto a un pueblo conduce a la tristeza y ésta no es buena compañera de viaje. El mayor logro de Carlos II fue precisamente ir de la mano de la alegría.
EliminarGracias Ana Mª.
Pues no conocía la vida de este rey aunque sí lo había oído nombrar. Era un juerguista, y al menos trajo la alegría a su pueblo.
ResponderEliminarUn saludo.
Era un juerguista, un conquistador y bastante egoísta.
EliminarSaludos Valverde.
No conocía esta historia pero si algunos de los personajes nombrados aquí , muy interesante Ambar.
ResponderEliminarUn saludo !
Gracias Cristal. Un abrazo
EliminarEstos Estuardo representaron cierto legitimismo inglés que se mantuvo durante generaciones. Es un linaje trágico, en cierta medida.
ResponderEliminarSaludos.
Los Estuardo reinaron durante bastantes generaciones. Empezaron en Escocia en el siglo XIV continuaron, en los inicios del XVII, unidos a Inglaterra e Irlanda y terminaron en el siglo XVIII. Un largo recorrido.
EliminarLe agradezco su visita, D. Ángel. Saludos
Hola Ambar, tus entradas cada vez me gustan más, me ha llamado la atención que desenterraran el cadáver de Cromwell para simular su ahorcamiento.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.
Una manera de castigar a título póstumo a quien culpaba de sus males Carlos II.
EliminarUn beso Conchi
Siempre se aprenden cosas,,,gracias,,,un saludo desde Murcia....
ResponderEliminarGracias a ti. Saludos
Eliminar¡Hola Ámbar!
ResponderEliminarBueno en esta y otras muchas historias, no todo es malo siempre hay algo positivo, siempre hay luces y sombras, por cierto en esta bastantes sombrías.
Siempre es un placer pasar por tu casa donde se aprende historias desconocidas por lo pronto para mí.
Te dejo mi inmensa gratitud y estima.
Un abrazo y se muy, muy feliz.
Muchas gracias Marina por pasar y por el comentario.
EliminarBesos
Logró vengarse de todos los que habían atentado contra su padre y contra él.
ResponderEliminarDe ahorrador tenía muy poco ¡qué lástima!
Agradezco tu lección de historia.
Cariños.
kasioles
De ahorrador no tenía nada. Amaba casi todos los placeres y tenía gustos refinados.
EliminarBesos
Vaya este señor vivió como le dió la gana y murió como quiso...
ResponderEliminarsolo él sabe si su arrepentimiento al fin era real o una más de sus estrategias para salir jabonado de todo...
Pidió perdón, en mi opinión, como un acto de su sentido de la caballerosidad. Dudo mucho que en su mente existiera un auténtico arrepentimiento.
EliminarBesos
El muchacho era un prenda bueno, así, a cualquiera le gustaría ser rey, jeje.
ResponderEliminarComo siempre he aprendido muchísimo de tu historia, como la referencias que haces de Carolina y Nueva York, que lo desconocía; esa larga etapa de puritanismo donde no se permitía nada más que cantar música sacra, etc...muy interesante todo.
Gracias y un beso.
La historia de Nueva York es muy interesante, cuando la lees te parece mentira que sea hoy la ciudad que es. Debo reconocer que a mi es una ciudad que me encanta. Besos Manuel
EliminarComienzas con el padre que nació el mismo día que yo pero ¡vaya final! Su hijo mejoró algunos campos. Es curioso que Escocia fuera fiel a la monarquía en contra de Londres y en la actualidad se cree más independiente. El mundo cambia a veces por llevarse la contraria unas regiones a otras.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases una muy buena Semana Santa.
La dinastía Estuardo nació en Escocia en el siglo XIV. En los inicios del siglo XVII y ante la falta de hijos de Isabel I el trono de Inglaterra fue ocupado por Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra, hijo de María I de Escocia. Es posible que esta circunstancia influyera en el animo de los escoceses.
EliminarBesos y feliz semana
¿Traicionó a cada una de sus amantes? Porque en esos tiempos, que él dejara a una por la siguiente sería lo esperado, también esperado por ellas, ¿no?
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