Victoria Eugenia de Battenberg - Philip László
Esta princesa, que llegaría a ser reina de
España, nació en Escocia en el castillo de Balmoral, el día 24 de octubre de
1887. Era hija de Enrique de Battenberg y de la princesa Beatriz. Victoria
Eugenia pasó su infancia con su abuela, la reina Victoria I del Reino Unido, ya
que sus padres los Príncipes de Battenberg residían junto a la Reina. Sin duda
esta situación influyó en su educación y en la formación de su carácter.
Tenía tan solo nueve años cuando falleció su padre y seis años después lo hizo su abuela. Su madre, la princesa Beatriz, viuda y huérfana decidió retirarse de las actividades cortesanas y aceptó el nombramiento de gobernadora de la isla de Wight, trasladándose allí con Victoria Eugenia y con sus otros hijos.
Cuando Ena, que así era llamada familiarmente Victoria Eugenia, cumplió los 18 años, su tío, el rey Eduardo VII, decide presentarla en sociedad. Corría el año 1905 y se prepara un fastuoso baile en Buckingham Palace. Poco después, Victoria Eugenia asiste a una cena de gala en el mismo palacio, una cena que habría de cambiar su vida.Ciento veinte personas están invitadas a la misma, la razón no es otra que la de recibir al rey de España, un jovencísimo Alfonso XIII que estaba realizando una gira por Europa para conocer a las distintas candidatas a convertirse en reinas de España. Los nombres de las mismas ya habían sido seleccionados en Madrid por la reina madre Dª Mª Cristina de Austria. Según parece Alfonso quedó impactado ante la belleza de Ena, y aunque se vio obligado a conocer al resto de las candidatas, su decisión ya estaba tomada.
Victoria Eugenia de Battenberg - Luis Menéndez Pidal
La villa de Madrid no era ajena a esta búsqueda de novia por parte de Alfonso y el diario ABC organiza a finales de 1905 una encuesta entre sus suscriptores tratando de averiguar cual de las ocho candidatas posibles obtenía el favor de los madrileños. La elegida fue Victoria Eugenia de Battenberg.
A principios de enero de 1906, la princesa Beatriz y su hija Victoria Eugenia, junto con otros miembros de la familia, se encuentran en Biarritz. El rey Alfonso XIII llega el día 25 de Enero a San Sebastián e inmediatamente se traslada a la villa Mouriscot, lugar donde se aloja Victoria Eugenia junto a su madre. Allí solicitará a la princesa Beatriz la mano de Ena. Esa misma noche mandaría un telegrama a su madre, el texto decía así:"Me he comprometido con Ena. Abrazos Alfonso".
En el mes de marzo vuelven a encontrarse los novios. Esta vez será en San Sebastián, en el palacio de “Miramar”. La ciudad se ha vestido de gala. En ella va a tener lugar un acontecimiento trascendental, la princesa Victoria Eugenia, perteneciente a la religión anglicana, va a convertirse al catolicismo. La ceremonia sería privada pero se le daría una gran difusión. Alfonso XIII se entrevista con el rey británico Eduardo VII y, según algunos historiadores, éste advierte a Alfonso de la posibilidad de que Ena pudiera ser trasmisora de la hemofilia como descendiente que era de la reina Victoria del Reino Unido. Es posible que se le advirtiera pero, Alfonso estaba demasiado enamorado como para pensar en "razones de estado". El compromiso continuaría y se anunciaría la fecha de la boda : el 31 de mayo de 1906.
Victoria Eugenia y Alfonso XIII
Pocos días antes de la ceremonia la policía había comunicado al ministro de la gobernación, conde de Romanones, que en los jardines del Retiro había sido grabada en un árbol a punta de navaja la siguiente frase: "Alfonso XIII morirá el día de su boda". Romanones lo comunica al rey y se decide montar un operativo de vigilancia especial. Los príncipes de la mayoría de las casas reales europeas estarían presentes en la boda.
El día 31 amaneció radiante. Las calles de Madrid estaban rebosantes de guirnaldas y banderas. Los balcones lucían colgaduras con los retratos de los novios y los madrileños, ya al amanecer, habían empezado a ocupar las aceras por donde pasaría la comitiva real.
Rosas blancas adornaban el altar mayor de la iglesia de San Jerónimo.
Tras la ceremonia, el cortejo formado por 41 carrozas avanza por el Paseo del Prado entre vítores, aclamaciones y repique de campanas de las iglesias de Madrid, continua por Alcalá cruza la Puerta del Sol y avanza por la calle Mayor. Es entonces, a su paso por el numero 88, cuando un ramo de flores es arrojado sobre la comitiva y se produce un enorme estruendo. El vestido de Ena queda impregnado de la sangre del lacayo que marchaba al lado y que muere en la explosión. El Rey se asoma por la ventanilla " No se asusten, estamos ilesos" dice a la guardia. Pero, en la calle han quedado 28 muertos y los heridos se cuentan por docenas. Los reyes cambian de coche y son conducidos rápidamente al palacio.
Atentado en la calle Mayor
Y así, con el vestido nupcial manchado con la sangre de las víctimas inocentes que la rodeaban, los ojos bañados por las lágrimas y el terror pintado en su semblante, se iniciaba el reinado de Victoria Eugenia de Battenberg.
Continuara....
En el cuadro que encabeza esta entrada no la hubiera reconocido, en cambio en el segundo es inconfundible.
ResponderEliminarCreo que en su mayoría conocemos la historia del personaje, pero hay algo que no sabía, la advertencia grabada en el árbol. Recientemente leí el libro "las reinas malditas" de Cristina Morató. Me gustan las biografías femeninas. Un abrazo y buen día.
El retrato que encabeza la entrada fue pintado por László en 1928, el segundo se realizó ocho años antes.
EliminarGracias por tu comentario. Saludos
Yo tambien e leido ese libro y me encanto le lei dos veces
EliminarMal agüero, que dirían los supersticiosos, que el mismo día de la boda empiece ya la cosa con bombas y con sangre. Era una moda terrible la de aquellos años la de echarse al monte y liarse a tiros y metralla para solucionar las cosas. Un atentado más -fallido en este caso- para añadir a la lista de magnicidios reales.
ResponderEliminarUn saludo.
Los supersticiosos se habrían reafirmado en sus afirmaciones. Empezar tan mal no auguraba nada bueno.
EliminarSaludos Cayetano
Parece que la felicidad no puede siempre reinar, enamorados los dos y de un día de gran alegría tuvieron que pasar por el trance de un atentado que nunca es bien venido.
ResponderEliminarMuy interesante como siempre tus escritos, son siempre muy claros de entender.
Besos.
Una boda para no olvidar y desde luego nada alegre.
EliminarUn beso
Sin duda alguna un mal comienzo de vida en común, un presagio no demasiado bueno para el futuro. Esperando la segunda parte. un saludo.
ResponderEliminarDebió ser terrible contemplar los cuerpos destrozados por la bomba. Sin duda un mal comienzo.
EliminarBesos
Debió ser impactante. No era extraño en aquellos años tomar una determinación así. Los extremistas lamentablemente tienen este modus operandi.
ResponderEliminarDefinitivamente marcará su vida y al reinado.
Besos.
Su vida estuvo marcada por esa desgracia y por todas las que acontecieron después.
EliminarSaludos Manuel
Quizás haya sido una de las más bellas reinas españolas, aunque su vida no fuera precisamente un camino de rosas. El atentado el día de su boda presagiaba borrascosas discusiones en la pareja por el asunto de la hemofilia que, imagino, nos relatarás en entradas siguientes. La anécdota más divertida sobre esta princesa fue la selección por votación que se hizo en el ABC. Ella ganó por goleada entre los votantes como futura pareja real.
ResponderEliminarUn beso
Imagino que el ABC aumentaría su tirada gracias a la selección de novia para el rey. Los españoles del principio del pasado siglo eran así, si el rey tenía que buscar una novia que además seria reina, mejor hacerlo entre todos.
EliminarUn beso Carmen
No me extraña que el Borbón se quedara pasmado con ella. Realmente debió ser una belleza, lo que ya me sorprende un poco más es que él le gustase a ella por muy rey que fuera XD...
ResponderEliminarLa pobre no debió guardar muy buenos recuerdos de su matrimonio, primero la tragedia como empezó, después la suegra que debía ser bastante insoportable...
Un abrazo
Alfonso XIII era feo, su éxito con las mujeres es posible que se debiera a que una "corona" siempre es favorecedora. La suegra era el polo opuesto de Ena, por lo que imaginó que tampoco la joven reina se sentiría muy cómoda en su compañía.
EliminarUn abrazo
Menudo impacto, casarse bañada en sangre. Malos tiempos aquellos, en que morían las personas y no se le daba importancia, mientras el rey sobreviviera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, las palabras del rey pidiendo tranquilidad porque "estamos ilesos" resultan impactantes.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo narras de maravilla, espero con impaciencia la segunda parte,un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
EliminarSaludos
Aquella enfermedad ligada a la herencia de la hermosa Victoria Eugenia, quizás tuvo para España más importancia de la que podamos imaginar, pero nunca lo sabremos. Un abrazo, Ambar.
ResponderEliminarSólo podemos imaginar pero, es casi imposible que cambiadas las circunstancias los resultados fueran los mismos, ¿no crees?
ResponderEliminarSaludos
"La Navidad forma parte de esa niñez que conservamos en nuestro corazón, y que renovamos cada año aunque sea en secreto” Katy
ResponderEliminarFelices fiestas junto a los tuyos. Un cálido abrazo navideño
!Gracias Katy!.Lo mismo te deseo.
ResponderEliminarUn beso