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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha, emperatriz de Alemania


Victoria, Princesa Real - Winterhalter

Vicky, así la llamó siempre su familia, fue la primera de las hijas de la reina del Reino Unido, Victoria I y de su esposo el Príncipe Alberto. Nació el 21 de noviembre de 1840 en Londres y cuando todavía no contaba un mes de vida se le otorgó el titulo de Princesa Real.

Al poco de su nacimiento su padre, el príncipe Alberto escribió un memorando sobre los deberes y las tareas a realizar por el personal que atendiera a sus hijos, Además, el barón Von Stockmar escribió también un documento sobre los principios que debían seguirse en la educación de los hijos de Victoria y Alberto. Así pues, la educación de Vicky fue esmerada. A los 6 años tenía siete horas de clase diaria y desde que contaba apenas año y medio se le empezó a enseñar francés y alemán. Dicen sus biógrafos que fue una niña estudiosa y que mostraba un gran interés en aprender pero lo que verdaderamente tuvo importancia para la princesa y lo que configuró su carácter fue el constante contacto con su padre.

El príncipe Alberto deseaba alejar a sus hijos de la corte a fin de que crecieran con mayor libertad. Para lograrlo, la real pareja construyó en la isla de Wight el Castillo de Osborne sobre un proyecto del propio Alberto. Allí, los niños aprendieron a realizar trabajos manuales mientras su padre, que participaba de sus juegos les iba inculcando las ideas liberales que siempre tuvo y que en Vicky calaron muy profundamente.


Principe Alberto y Princesa Real - J. Lucas - Osborne

En 1851 se inaugura la Gran Exposición de Londres que había promovido el príncipe Alberto y a visitarla acuden lo Príncipes herederos de Prusia acompañados de sus hijos. Esta será la primera vez que Vicky se encuentre con su futuro esposo, el príncipe Federico y a pesar de la diferencia de edad - ella tenía 11 años y él 19 - entre ellos surgirá una empatía especial.

Este era un matrimonio deseado por la reina Victoria así que, cuatro años después, Federico es invitado a Balmoral y el compromiso matrimonial es anunciado en 1856 aunque se puntualiza que el matrimonio no se celebrará hasta que Vicky cumpla los 17 años. El príncipe Alberto, que siempre deseó una Prusia liberal, consideró que estos dos años que faltaban para la boda de su hija debían ser bien aprovechados y puso gran empeño en educarla en la historia del país que le estaba destinado y en los principios liberales que él mismo profesaba. Intentaba con ello que Vicky fuera el instrumento a través del cual, Prusia se convertiría en una Monarquía Parlamentaria tomando ejemplo del Reino Unido. Aquellas ideas liberales habrían de proporcionarle a la princesa más de una amargura. 

La primera de ellas vino con la celebración de su boda. El emperador consideraba que el matrimonio del príncipe debía celebrarse en Berlín pero, la reina Victoria se opuso y finalmente este se celebró en Londres en el palacio de St James.

Victoria, Princesa Real de Reino Unido, no fue bien recibida en la corte prusiana. Al espíritu antibritánico que imperaba en Berlín se unía el especial carácter de Vicky que consideraba a los Hohenzollern de inferior categoría a la suya propia, tal y como le había enseñado su padre.

En un principio se asigno a los príncipes un ala de Palacio Real de Berlín pero, dadas las pésimas condiciones en que éste se encontraba se trasladaron al Palacio de Potsdam. Vicky inició desde su boda una correspondencia semanal con sus padres en las que informaba puntualmente de los acontecimientos políticos de su nueva patria. En esas cartas, la reina Victoria no solo se permitía criticar la política prusiana sino que además instaba a su hija a seguir considerándose una princesa inglesa y como tal a defender los intereses de Inglaterra. La antipatía hacía la princesa crecía día a día. Tampoco la relación con sus suegros fue buena y de todos era conocida la anglofobia de su suegra. 

Un año después de su boda Vicky da a luz a su primer hijo, el que con los años se convertiría en el Kaiser Guillermo II. El parto fue largo y estuvo a punto de costarle la vida a la princesa. El niño estaba en posición pélvica y fue extraído con fórceps. A los pocos días del nacimiento se dieron cuenta de que el brazo izquierdo del niño estaba inerte. La parálisis del brazo de su hijo causó en Vicky una conmoción difícil de entender. Tardaría semanas en comunicárselo a sus padres y según cuentan algunos de sus contemporáneos más cercanos, no por temor a causarles un dolor lógico sino porque se avergonzaba de haber traído al mundo a un hijo con una tara física. Victoria no soportó nunca el defecto corporal de su hijo y en lugar de compasión anidó en ella un resentimiento difícil de entender que la indujo a tratarle siempre como si fuera inferior al resto de sus hijos que crecían sanos y hermosos. El futuro emperador de Alemania jamás olvidó ese trato y con el tiempo vendría la venganza.
Victoria Princesa Real - Winterhalter - Buckinghan Palace

En 1861 cuando ya el padre de Federico ha ascendido al trono como Guillermo I, se produce una gran crisis de estado que tendrá como consecuencia el nombramiento de Otto von Bismarck como primer ministro de Prusia. Este nombramiento supuso para Federico y Victoria el aislamiento total, quedaron relegados a un papel meramente representativo, no podían disponer de dinero ni de libertad. Las abiertas criticas de Federico hacía Bismarck enfurecían a los conservadores prusianos que acusaban a Victoria de ser la instigadora de la conducta de su esposo. Así pues, Prusia miraba cada vez con peores ojos a "la inglesa".

Sin embargo, el matrimonio de Vicky fue feliz. Los príncipes herederos tuvieron ocho hijos y tras 27 años de espera, Federico fue proclamado rey de Prusia y emperador de Alemania a la muerte de su nonagenario padre en marzo de 1888. El título de emperatriz consorte sólo le duró tres meses a Victoria ya que en junio moría su esposo.

En cuanto se anunció la muerte de Federico su hijo Guillermo, ya emperador, ordenó la ocupación de la residencia de sus padres por los soldados. Mandó registrar todos los aposentos en busca de documentos que pudieran ser comprometedores para su persona y para Alemania, pero según parece nada se encontró. Los documentos habían sido depositados ya en Inglaterra cuando los entonces príncipes herederos habían acudido al jubileo de la reina Victoria I. 

Vicky abandona Potsdam para que se instale en él su hijo y con los 11 millones que según el historiador Emil Ludwig ha conseguido que se le otorguen como renta de emperatriz viuda se hace construir un castillo al que en honor a su esposo llamó Friedrichshof a pesar de que, tanto en su aspecto exterior como en su decoración interior, el castillo recordaba a una mansión inglesa. Allí Victoria consiguió reunir una pequeña corte de intelectuales liberales y pintores con los que criticaba abiertamente la política y el comportamiento autoritario de su hijo y allí siguió viviendo,  cada vez más sola, tras el matrimonio de sus hijas. Guillermo II no le permitió la más mínima ocupación que tuviera algún carácter oficial, ni tan siquiera, la presidencia de la Cruz Roja que sabía que su madre ansiaba. Pequeñas venganzas de niño herido o, tal vez, autodefensa ante las críticas maternas.


A comienzos del año 1901 muere la reina de Inglaterra. Vicky, diagnosticada de cáncer de mama tres años antes, no puede acudir a los funerales. El cáncer se ha extendido y tiene metástasis en la columna que le produce terribles dolores y la mantiene postrada en la cama. Su hermano, el ya rey de Inglaterra Eduardo VII, acude a verla acompañado de F. Ponsonby en calidad de secretario particular y de sir Francis Laking, su médico personal. Aunque la visita tenía carácter privado, Guillermo II no se separó del lado de su tío y consiguió que los hermanos no estuvieran nunca solos a fin de que no intercambiaran confidencias que le pudieran ser perjudiciales a él y al imperio alemán. A pesar de la estrecha vigilancia a la que fue sometida Vicky, ésta había conseguido seguir manteniendo correspondencia con su madre gracias a la ayuda de algunos fieles criados, pero ahora, se imponía para la emperatriz viuda la necesidad de sacar todas esas cartas de su palacio para impedir que cayeran en manos del kaiser. Finalmente y gracias a Ponsonby que camufló los documentos entre su equipaje, las cartas fueron sacadas de Alemania.

Muchas preguntas surgen tras la lectura de las distintas biografías, unas inglesas, otras alemanas, que se han escrito sobre esta emperatriz. ¿Era su sentimiento de pertenecer a una raza superior tan fuerte como para llevarla a traicionar al país al que debía lealtad por matrimonio, tal como nos cuentan los alemanes ó era tan sólo su espíritu liberal lo que se violentaba ante un totalitarismo que no deseaba para su nueva patria? ¿Era tan dura y fría como para que ni siquiera aflorará en ella ese instinto materno que hace que cualquier madre proteja más al vástago más débil? ¿ Fue acaso este antagonismo con su hijo, esta falta de amor, lo que condicionó el carácter megalomaníaco y agresivo de Guillermo II? ¿ Fue ese carácter lo que condicionó la política exterior del Kaiser y el destino de Europa en los albores del siglo XX? 

Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha murió en agosto de 1901.

Fue enterrada junto a su esposo en la Friedenskirche en Potsdam. En suelo alemán, para siempre.

30 comentarios:

  1. Que bien contada y de lectura fácil la complicada vida de esta emperatriz. Las preguntas no tienen fácil respuesta, pero si que me creo que se volcara más en sus otros hijos que en Guillermo que parece que fue resentido. Desde luego no lo tuvo fácil. Me parece que fue muy guapa.
    Bss y bienvenida

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    1. Las biografías consultadas no dan respuestas pero al menos a mí me han sugerido esas preguntas y algunas más.
      Gracias por tu comentario.
      Besos

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  2. Una magnífica historia biográfica sobre la Emperatriz Victoria.
    Una vida azarosa y llena de enigmas.
    Me ha encantado.
    Abrazos.

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    1. La época que le toco vivir también fue azarosa y llena de grandes cambios.
      Gracias por comentar.
      Saludos

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  3. Ambar,me gustó mucho esta narración sobre la vida de la reina Victoria,y como te deslizas entre las páginas de la historia para darnos un excelente semblanza de esta mujer, aguerrida y especial que marcó la historia de su país y la de toda una época.
    Un fuerte abrazo, amiga

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    1. Me alegro mucho de que te haya gustado. Fue una mujer especial, con una complicado perfil psicológico.
      Un abrazo

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  4. Difícil de entender esa relación madre e hijo así como que ella con el tiempo no se entregase a Alemania a la que pertenecían sin remedio sus hijos y esposo.
    Me alegro de volver a leerte, un abrazo.

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    1. Es difícil de entender esa relación materno-filial, yo no lo he conseguido.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo

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  5. El peso de las dinastías reales en el siglo XIX era todavía inmenso. María Cristina, madre de Isabel II, quería casar a esta con un Sajonia-Coburgo, si no recuerdo mal.

    Saludos.

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    1. Recuerdas bien, un Sajonia-Coburgo era el candidato de María Cristina para esposo de su hija, pero no triunfó su propuesta, a Isabel nadie le pidió opinión.

      Saludos

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  6. Tener culpabilidad de haber llevado al mundo un niño con un pequeño defecto físico es penoso ese pensamiento.
    Afortunadamente que fue un matrimonio feliz, aunque ese le durase pocos años pero parece que la felicidad no fuese para ella por su enfermedad con el cáncer.
    Un abrazo y me alegro de volverte a leer.

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    1. Para cualquier madre es difícil de entender la reacción de esta princesa ante el defecto de su hijo.
      Gracias y besos

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  7. Hola Ambar:

    Que bien que hayas regresado. Cuando leía me pregunté si Victoria haya sido espía de Inglaterra.Aquellos dos años antes del matrimonio pueden haber sido decisivos. Es posible que su educación hiciera que se comportara de esa forma.

    Lastima su relación con su hijo

    Besos y me alegro que vuelvas

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    1. Procuraban que los príncipes se enteraran de pocas cosas, Bismarck los tenía apartados pero existió una correspondencia continua con su madre.
      Gracias por alegrarte de mi regreso.
      Saludos

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  8. Una madre algo desnaturalizada con respecto a su hijo, que, es posible, algún sentimiento negativo debió dejar en él, al menos, como bien narras, el de la recíprocar falta de cariño a su madre.
    Me alegra verle de vuelta por aquí. Es un placer volver a leer artículos tan interesantes y bien escritos en su blog; Y muchas gracias por sus palabras en el mío. Un saludo.

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    1. Gracias por alegrarse de mi vuelta y por esos inmerecidos elogios.
      Saludos

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  9. Buenos días, Ámbar. ¡Ya te estábamos echando de menos!

    Ciertamente, la relación de Victoria con su hijo Guillermo debió de tener consecuencias en el carácter de este. Por otra parte, no me gustaría vivir en una situación tan angustiosa, porque deberle obediencia a su esposo y a su madre, cuando pertenecen a países que están enfrentados, es una encrucijada importante.

    Muy interesante post. Que tengas un buen día.

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    1. Esa encrucijada se le ha planteado a muchas princesas y reinas pero casi todas han tenido claro que si casaban con un rey debían lealtad al país al que éste pertenecía.
      Gracias por el comentario.
      Saludos

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  10. Querida Ambar, es muy agradable tenerte de nuevo con nosotros y poder deleitarnos de nuevo con tus exquisitas entradas. ¡Qué extraña y difícilmente explicable la relación de Victoria ante su primogénito por su minusvalía física! No es extraño que el hijo, como el huevo de la serpiente, albergase tanto rencor para con la madre.
    Amenísima y muy interesante esta entrada, cara amica.
    Mil bicos.

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  11. Gracias por tu comentario y por alegrarte de leer mis entradas.
    Un beso

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  12. Creo que influyó poderosamente de forma negativa en el carácter tan prepotente del futuro kaiser. Bueno, también tuvo algo que ver esa deformación del brazo.
    Se te echaba de menos por estos lares.
    Yo acabo ahora de venir de viaje e intento ponerme al día.
    Un saludo.

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    1. Yo también creo que Victoria influyó enormemente en el carácter de Guillermo II.
      Saludos

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  13. Una mujer dura y fría y con las ideas realmente interiorizadas... pobre mujer!! Este tipo de personas, que todos conocemos a alguien así, me dan mucha pena. Por suerte tuvo un matrimonio feliz, Extrañas relaciones...

    Un saludo,

    Trini
    http://yoadoroviajar.blogspot.com

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    1. Dura y fría, así la definen sus biógrafos alemanes,los hay que incluso la acusan de la prematura muerte de su esposo por no haber permitido el tratamiento quirúrgico de su enfermedad que aconsejaron los médicos prusianos.
      Un saludo

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  14. Gracias por tu visita, Ambar. Me ha gustado el relato de la vida de Victoria. ¿Te puedo preguntar qué opinión te merece la serie Isabel?. Un saludo.

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  15. Me puedes preguntar pero la respuesta es compleja,considero que es difícil que la gente pueda aclararse con tantos personajes que apenas quedan perfilados incluidos los de sus principales protagonistas, Isabel y Fernando, tan edulcorados hasta el momento que al menos para mí, apenas son reconocibles. Por otro lado hay que tener en cuenta que muchas veces estas series aproximan a la gente a la historia y es posible que en algunos de los espectadores nazca el deseo de conocer más y mejor ese siglo y a esos reyes. Quien sabe,a lo mejor alguno acaba leyendo a Luis Suarez ó a Azcona.

    Saludos y gracias por tu comentario

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  16. Me ha encantado la vida de Vicky o Victoria, muy interesantes los interrogantes que planteas, pero aunque ella no lo deseara fue enterrada en suelo alemán.
    Un saludo.

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  17. Muy interesante todo esto y principalmente las preguntas que
    abres sobre todo los primeros interrogantes, debió sentirse muy mal
    ahi en esa corte... Me gustaría saber las respuestas, que ella nos lo contara :-)
    pero ya se que eso es algo imposible. Sin embargo, creo que sí es
    evidente la falta de cariño de la madre hacia el hijo
    y que eso haya influido en su carácter, desde luego.
    Y sí, hay madres que contra natura, desprecian a un hijo tullido...ajjj

    Besos

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  18. Interesante personaje con quien me cuesta empátizar. Un placer leerte, como siempre.

    Un beso, amiga Ambar.

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