Etiquetas

Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha Esposo de Victoria I Alberto I de Bélgica Alberto Victor duque de Clarence Alejandra de Dinamarca Reina consorte de Reino Alejandra Románova Zarina de Rusia Alejándro I de Grecia Alejandro III de Rusia Alejandro Mountbatten Alfonso de Borbón y Battenberg Alfonso X el Sabio ( I ) Alfonso X el Sabio ( II ) Alfonso XI Alicia de Battenberg Alicia de Sajonia-Coburgo- Gotha Amadeo I de España Andres de Grecia y Dinamarca Antonio María de Orleans y Borbón Arturo Tudor Príncipe de Gales Astrid de Suecia Bárbara de Braganza esposa de Fernando VI Blanca II de Navarra Boris III de Bulgaria Carlos Príncipe de Viana Carlos de Austria y Portugal Carlos II de Inglaterra Carlos VIII de Francia Carlota de Bélgica. Emperatriz de México Carol II de Rumanía Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel Carolina Matilde de la Gran Bretaña Catalina de Aragón Catalina de Medici Charlotte de Prusia Christián VII de Dinamarca D. Jaime de Borbón y Battenberg D. Juan de Aragón y Castilla Príncipe de Asturias D. Juan de Austria Eduardo II de Inglaterra ( I ) Eduardo II de Inglaterra ( II ) Eduardo VII del Reino Unido Enrique III "el doliente" Enrique IV de Castilla "el impotente" Enrique VIII de Inglaterra Enriqueta Ana Estuardo Esposa de Fernando VII Estefanía de Bélgica Eugenia de Montijo Emperatriz de Francia Eulalia de Borbón Infanta de España Federica de Grecia Federico III de Alemania Felipe de Edimburgo Felipe I de Castilla Fernando El Católico I Fernando el Católico II Fernando VI Germana de Foix Gran Duquesa Hesse-Darmstadt Guillermo II El último Kaiser de Alemania Guillermo IV del Reino Unido Gustavo V de Suecia Isabel de Aragón Isabel de Borbón y Borbón " La Chata" Isabel de Borbón y Médicis Isabel de Farnesio Isabel de Habsburgo Reina de Dinamarca Isabel de Portugal esposa de Carlos I Isabel de Valois Isabel la Católica Isabel María de Austria "la archiduquesa roja" Jorge de Grecia y Dinamarca Jorge de Kent Jorge III del Reino Unido Jorge IV del Reino Unido Juana I "La Loca" Leonor de Austria Leonor de Castilla Reina de Inglaterra Leonor de Guzmán Leopoldina de Austria. Emperatriz de Brasil Leopoldo II de Bélgica Leopoldo III de Bélgica Liebster Awards Luis Fernando de Orleáns y Borbón Luis I de España Luis II de Baviera Luis XV de Francia Luisa Isabel de Orleáns Mafalda de Saboya Margarita de Austria duquesa de Saboya Margarita Teresa de Austria María Amalia de Sajonia Esposa de Carlos III María Antonia de Borbón Lorena María Cristina de Habsburgo- Lorena María de Edimburgo Reina consorte de Rumanía María de las Mercedes de Orleáns y Borbón Maria I Estuardo. Reina de Escocia María II de Inglaterra María José de Bélgica Reina de Italia María Josefa Amalia de Sajonia Esposa de Fernando VII Maria Luisa de Orleans María Luisa de Orleans ( II ) María Manuela de Portugal María Tudor María Victoria dal Pozzo Mariana de Austria Marie Bonaparte Maud de Gales. Reina de Noruega Maximiliano de Habsburgo Emperador de México Pablo I de Grecia Pedro I el Grande Zar de Rusia (I) Pedro I el Grande Zar de Rusia ( II ) Petronila I de Aragón Rodolfo de Habsburgo Sancho I de León " el Craso" Sofía Dorotea de Celle y de Brunswick-Luneburgo Victoria de Sajonia-Coburgo-Gotha emperatriz de Alemania Victoria Eugenia de Battenberg Victoria Eugenia de Battenberg ( II ) Victoria Eugenia de Battenberg ( III ) Victoria Luisa de Prusia Hija del último Kaiser Zarevich Nicolás Aleksándrovich de Rusia

sábado, 12 de noviembre de 2022

Andres de Grecia y Dinamarca

 





En Atenas y en 1882 nacía Andrés, séptimo de los hijos del rey Jorge I de Grecia y de su esposa, la gran duquesa Olga de Rusia. Ni por las venas del pequeño Andrés ni por la de sus hermanos corría sangre griega puesto que su padre, nacido príncipe de Dinamarca, había sido elegido (entre otros príncipes europeos) rey de los helenos por La Asamblea Nacional Griega convirtiéndose, por este hecho, en el primer monarca de una nueva casa real griega.


A pesar de estar en la linea de sucesión al trono griego y también al de Dinamarca ambas posibilidades eran, dada su posición en ambas lineas, bastante remotas por lo cual fue destinado a la carrera militar en la que empezó a entrenar a edad muy temprana y, a pesar de ser miope, llego a ser oficial del ejercito. Dicen que era inteligente, rápido, algo rebelde y que hablaba muchos idiomas aunque su preferencia era expresarse en griego. 


En 1902, Jorge acudió a la coronación de Eduardo VII del Reino Unido y allí conoció a la princesa Alicia de Battenberg, sobrina-nieta del rey Eduardo. Ambos se enamoraron y decidieron contraer matrimonio. La princesa Alicia era sorda desde su nacimiento a pesar de lo cual había aprendido a leer en los labios y a hablar en ingles y alemán, cuando se comprometió con Andrés también lo hizo en griego. La boda se celebró un año después de que se conocieran.




En un principio el matrimonio fue feliz, al menos eso parece  teniendo en cuenta que tuvieron cinco hijos. El menor de sus vástagos y el único varón, al que llamaron Felipe, sería el que, pasado el tiempo, más notoriedad daría a la familia al contraer matrimonio con la reina Isabel II del Reino Unido, recientemente fallecida.


Cuando en 1912 estalló la Primera Guerra de los Balcanes, Andrés fue nombrado teniente coronel del Regimiento de Caballería y se le puso al mando de un hospital de campaña. Grecia atravesaba uno de los muchos momentos turbulentos de su historia  y el padre de Andrés  fue asesinado de un disparo en la espalda mientras paseaba, sin apenas protección, por Salonica. Se dijo que el regicidio no se había producido por causas políticas y que su autor era un vagabundo alcohólico, aunque también hubo voces que hablaban de que el asesino pertenecía a una asociación socialista.


La muerte del rey Jorge I hizo ascender al trono a Constantino, hermano mayor de Andrés y abuelo de nuestra emérita reina Sofia. Mientras el nuevo rey de Grecia conseguía aumentar los territorios de su país a través de  los tratados firmados tras las guerras de los Balcanes, el príncipe Andrés ocupaba puestos militares honorarios en los imperios ruso y alemán.


Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, el rey Constantino adoptó una posición neutral pero, el gobierno griego apoyó a los aliados,  esta dualidad creó en Grecia una situación insostenible. El pueblo estaba dividido entre los partidarios del gobierno y los que apoyaban la actitud del monarca,  los aliados presionaban al gobierno de Venizelos y éste presionaba al rey para conseguir su abdicación  y la de su heredero. No consiguió la abdicación pero si la salida de la familia real que partió hacia el exilio, aunque Constantino dejó al segundogénito de sus hijos, Alejandro, ocupando el trono hasta que la situación cambiase.




La prematura muerte de Alejandro I y la situación de penuria por la que atravesaba el pueblo griego debido a los gastos en defensa provocados por la Primera Guerra Mundial y a la iniciada guerra contra los turcos provocó una crisis institucional en el país heleno.El Primer Ministro Venizelos perdió las elecciones y un referéndum devolvía el trono a  Constantino  a finales de 1920. Toda la familia real regresó del exilio  y Andrés fue restituido al ejercito con el grado de general. La familia se instaló en Corfú, en el palacio de Mon Repós.


No duraría mucho en el trono el rey Constantino. La derrota sufrida contra los turcos y la pérdida de territorios tendría como consecuencia una revuelta militar que le obligaría a abdicar en su hijo Jorge y a emprender un camino hacia un exilio que esta vez sería definitivo ya que murió un año después de estos hechos.


La abdicación del rey Constantino no sería la única consecuencia de la derrota en la guerra contra los turcos. El príncipe  Andrés fue acusado de desobedecer las ordenes recibidas de sus superiores y juzgado por un tribunal militar que estaba dispuesto a condenarle a muerte. La influencia del gobierno británico impidió la ejecución pero Andrés fue condenado a la degradación y el destierro y a la pérdida de la nacionalidad. Abandonó Grecia, junto a su esposa e hijos, a bordo de un crucero británico, el HMS Calypso. Se instalaron en Saint-Cloud, a las afueras de París, en una pequeña casa cedida por su cuñada Marie Bonaparte quien les ayudaba también a sufragar sus gastos.




Mientras Andrés se dedicaba a escribir un libro autobiográfico intentando lavar su imagen como militar, su esposa Alicia se dedicaba a las labores caritativas y a la religión, con tal profundidad que llegó a declarar en algún momento que recibía mensajes divinos. En 1930 fue diagnosticada de esquizofrenia paranoide e ingresada en una clínica en Suiza.


En los meses que siguieron sus cuatro hijas se fueron casando, todas ellas con aristócratas alemanes. Andrés envió a  su hijo Felipe a Gran Bretaña, al cuidado de su abuela materna,  cerró la casa de Saint-Cloud y se trasladó a la Riviera francesa donde empezó a vivir a costa de algunos millonarios, a cuyas fiestas daba “lustre”, y que se convirtieron en sus benefactores y en los de su amante, la actriz Andrée Lafayette, una hermosa joven a la que lucia por la Costa Azul como a un trofeo. Aunque la actriz en cuestión no pertenecía a la nobleza se hacía llamar "condesa Andrée de la Bigne" no sabemos si para dar a su persona ese "toque de distinción" tan celebrado en aquellos años.


Mientras Andrés vivía como un playboy entre Cannes, Montecarlo y el yate de algún millonario, Grecia seguía sin encontrar la estabilidad política. Después de 23 cambios de gobierno, una dictadura y 13 golpes de estado el pueblo heleno decidió mediante plebiscito la restauración de la monarquía y Jorge II ocupó de nuevo el trono en 1935. 


Pocos meses después el nuevo régimen anuló la sentencia de destierro que pesaba sobre  Andrés y éste pudo regresar a Grecia. Recuperó parte de los bienes que le habían sido confiscados pero tras algunos meses regresó a la Riviera francesa donde le esperaba su amante dispuesta a dilapidar lo recuperado.




La diosa griega de la fortuna no parecía estar del lado del príncipe Andrés y apenas un año después de recuperado su honor y su fortuna un accidente de aviación se llevaba la vida de su hija Cecile, de su yerno y de sus nietos. En el funeral volvió a encontrarse con su esposa, Alicia, a la que no veía desde hacía siete años. Tres de los hermanos de Andrés fallecieron durante los dos siguientes años, haciendo más profunda su soledad.


La Segunda Guerra Mundial lo encontró varado en la Costa Azul al lado de su amante y allí continuó hasta el final de la contienda. Cabe suponer que para él fueron tiempos difíciles porque si ya la guerra era per sé una situación terrible, el hecho de tener a su hijo luchando al lado de los ingleses y a sus yernos junto a los alemanes, le produciría seguramente un  enorme conflicto emocional.


Cada vez más solo, puesto que a causa de la guerra la  relación con sus hijos y con el resto de su familia apenas existía, su salud empezaría a deteriorarse; había sido diagnosticado de  arteriosclerosis y de arritmia cardiaca aunque él calificaba esos síntomas como palpitaciones frecuentes sin darle mayor importancia. El príncipe y su amante, la condesa Andrée de la Bigne,  se habían instalado en el Hôtel Métropole de Montecarlo y es allí donde le encuentra la muerte.





Andrés de Grecia y Dinamarca murió la noche  del 2 al 3 de diciembre de 1944, después de participar en una gran fiesta. La causa de la muerte fue una insuficiencia cardiaca aguda. Fue enterrado, provisionalmente, en la iglesia ortodoxa rusa hasta que en 1946 sus restos fueron trasladados al cementerio real del palacio de Tatoi , cerca de Atenas.


Su hijo, el príncipe Felipe, acudió a Mónaco para recoger las  escasas pertenencias de su padre: un anillo, una brocha de afeitar de marfil y una deuda económica. Se ignora si la falsa  "condesa Andrée de la Bigne" devolvió al príncipe Felipe alguna  cosa más de lo perteneciente a su padre  aunque, dado que durante el resto de su vida vivió cómodamente en un lujoso apartamento de la avenida George V de Paris, parece improbable que así lo hiciera.


El príncipe Andrés murió como vivió, profundamente solo aunque rodeado de mucha gente. Tal vez si hubiera vivido unos años más se habría sentido, probablemente, muy feliz al ver a su hijo Felipe convertido en consorte de la reina Isabel II del Reino Unido