El dia 2 de julio de 1869 la reina Olga Romanova, esposa del rey Jorge I de Grecia, daba a luz en Corfú al segundo de sus hijos, un niño que recibió el nombre de Jorge pero al que todos conocerían como Gorgi.
Al igual que el resto de sus hermanos fue educado de forma bastante estricta. La jornada se iniciaba con un baño de agua fría y a las siete de la mañana, tras el desayuno, ya estaban todos sentados estudiando con sus preceptores. Su primera lengua sería el inglés y en ella hablaría con sus padres y hermanos pero, los estudios, tanto él como sus hermanos, los realizarían en griego moderno y aprenderían además alemán y danés. Gorgi, según sus preceptores no era un buen estudiante, no prestaba atención y no parecía tener predilección por ninguna asignatura. Era un niño retraído, tímido y sumamente sensible.
Cuando Jorge tiene catorce años sus padres deciden que, dado su carácter y sus dificultades con los estudios, lo mejor es enviarlo a Dinamarca y alistarlo en la Marina Real danesa. El padre de Gorgi, el rey Jorge I, acompañaría a su hijo y lo dejaría al cuidado de su hermano Valdemar que contaba entonces 25 años de edad y que ya ocupaba un alto cargo en la Marina. Gorgi se instala en la residencia de su tío, el palacio de Bernstorff, a pocos kilómetros de Copenhague. Al poco tiempo entre tío y sobrino nacería un amor tan profundo que perduraría toda su vida.
Valdemar de Dinamarca
Valdemar contrae matrimonio dos años después, en 1885 pero no por ello cesa el romance entre los dos hombres. El príncipe Jorge, que había mejorado notablemente en su aprendizaje, no dejará el palacio de Bernstorff hasta 1891, fecha en que se le solicitará que acompañe a su primo el zarevich Nicolás de Rusia a un viaje por el extremo oriente.
En 1896 se celebran los I Juegos Olímpicos en Grecia y tanto Jorge como sus hermanos contribuirán a su éxito. Dada su vinculación con la Marina, Jorge será el presidente del subcomité para los deportes náuticos.
Dos años después y, tras la Guerra de los Treinta Días, el príncipe Jorge es nombrado Alto Comisionado de la isla de Creta. Allí se establece, emprendiendo su cometido con autentica ilusión pero, sus enfrentamientos con Venizelos – que acabaría siendo Primer Ministro de Grecia- le llevarán a presentar su dimisión en 1906. Desilusionado por lo que considera un fracaso, el príncipe se establecerá en París, sin tener ninguna ocupación específica. Es entonces cuando se compromete con Marie Bonaparte. Ella era una mujer conveniente a su estatus y Jorge cuenta ya treinta y siete años.
La boda tendrá lugar en 1907, primero se realizaría una ceremonia civil en París y la religiosa se celebraría después en Atenas. Marie es una rica heredera, nieta del fundador del casino de Montecarlo y descendiente de Napoleón I pero, es también una mujer de fuerte personalidad, estudiosa, inquieta y muy adelantada a su tiempo.. Según contaría la propia Marie, las relaciones intimas fueron frustrantes, tanto, que Gorgi se apresuró a contarle a su joven esposa su homosexualidad y también su deseo de que ambos cumplieran con lo que de ellos se esperaba: que engendraran algún hijo. Tuvieron dos: Pedro y Eugenia.
Marie Bonaparte
La familia dividía su tiempo entre París, Atenas y Bernstorff, lugar en el que Gorgi se reencontraba con su autentico amor, ya que a pesar de que Valdemar también estaba casado, la pasión entre los dos hombres continuaba. El suyo fue un amor que solo finalizó con la muerte de Valdemar. Marie, mientras tanto, tenía sus amantes y se dedicaba con empeño a estudiar las causas de la frigidez que sufría.
Grecia atravesaba por unos años sumamente difíciles. En 1917, el rey Constantino I, hermano de Jorge, deja Atenas y parte para el exilio. Algunos de sus familiares también deben exiliarse, todos ellos encuentran refugio en la casa de Marie y Jorge. El exilio durará dieciséis años, hasta 1936 la familia real no pisará suelo griego.
Mientras tanto Marie, que ya había conocido a Freud se encuentra inmersa en el estudio del psicoanálisis. La relación del matrimonio, basada en una profunda amistad, era extraordinaria y ambos se toleraban y comprendían.
Tres años después, en 1939, Gorgi pierde al amor de su vida, Valdemar muere dejándolo sumido en una gran depresión. La pareja decide continuar en París. Marie, que ya había ayudado a Freud a salir de Austria sigue trabajando para sacar a más familias judías de la persecución de los nazis. Pocos días después de estallar la Segunda Guerra Mundial, fallece Freud en Londres.
Jorge y Marie deciden continuar en París y desde allí colaboran con organismos como la Cruz Roja. Cuando los nazis invaden Francia huyen a Grecia. De allí partirán para el exilio, primero a Egipto, después a Sudáfrica.
En este difícil entorno la salud de Jorge se deteriora, en 1942 sufre una hemorragia retiniana . En 1944 empieza a encontrarse mal, sufre una importante pérdida de peso y afonía. Es diagnosticado de laringitis pero, al llegar a Londres el diagnóstico cambia. Se trata de un carcinoma de laringe del que es intervenido. Un año después se instalan en París.
Inician a partir de ese momento una serie de viajes por Estados Unidos y Canadá. En Europa, Jorge, representa en algunos actos oficiales a su sobrino, el rey Pablo de Grecia. La familia real griega los tiene en gran estima. Cuando Federica , la reina griega, organiza en 1954 un crucero a bordo del Agamenón para los hijos de las familias reales, Gorgi y Marie también son invitados.
Jorge cuenta ya 88 años cuando a mediados de 1956 debe ser intervenido de urgencia de una hernia estrangulada. La operación acaba bien pero, a pesar de los cuidados que los médicos y su esposa le prodigan, el fin se acerca. En octubre sufre una hematuria que es el primer síntoma de la insuficiencia renal que le llevaría a la muerte.
Jorge murió el 25 de noviembre de 1957 en Saint-Cloud. Siguiendo sus deseos sus restos fueron trasladados a Grecia y se le dio sepultura en el cementerio real de Tatoi. Su viuda Marie colocó en las manos de su esposo un a fotografía de Valdemar. Y se despidió de su marido con un beso en la frente, ya que, para Jorge, los labios – como ella misma contaría más tarde –sólo le pertenecían a Valdemar, el amor de su vida.
Las historias de amor a veces se encuentran dentro de intrincados vericuetos y laberintos. Unos tiempos realmente convulsos y complicados para los que deciden amarse a contracorriente de lo que impone la sociedad. Afortunadamente, la elevada posición de Jorge y Valdemar les permitían ciertas libertades que eran prohibitivas para los ciudadanos de a pie. Pese a todo, creo que Marie era una persona interesante de estudiar. Creo que enfrentó la situación como una leona, aunque tuvo que ser decepcionante descubrir el secreto que escondía su marido. Su beso final de despedida en la frente del fallecido nos podría indicar una relación de afecto aunque no la hubiera de otro tipo, impensable por otra parte.
ResponderEliminarComo anécdota añadir algo:
Cuando hice la mili, nos armaban una buena si se nos hubiera ocurrido ponernos la gorra de plato a la manera de Gorgi. Nos hubieran dicho: así se la ponen los carteros y los conductores de tranvía. En este caso, venía a ser un simple signo de coquetería. Y no de un cartero, precisamente.
Un saludo, Ambar.
Más que la elevada posición de Gorgi y Valdemar lo que les permitía una mayor libertad era el parentesco de ambos y la comprensión de quienes les rodeaban.
EliminarSaludos Cayetano
Saludos,
ResponderEliminarNo conocía la historia de Jorge y Valdemar. Creo que hoy no nos sorprendería su homosexualidad sino que fuesen tío y sobrino.
Me parece muy interesante la figura de Marie Bonaparte y la relación de tolerancia y cariño que estableció con su esposo. La imagino como una mujer intelectual y avanzada para su época. También me llamó mucho la atención el papel de la pareja durante la Segunda Guerra Mundial.
Bisous!
Mi próxima entrada será sobre Marie Bonaparte, una mujer extraordinariamente avanzada para su época.
EliminarGracias por tu visita y tu comentario.
La homosexualidad en aquella época, y más para los personajes de familia real, era un tema tabú, no hace falta decirlo. Lo más impactante de la vida de Jorge es que encontró a una mujer comprensiva que decidió pasar el resto de su vida con él bajo la tiranía de la simulación. A mí me parece que en realidad se querían. Sólo hay que ver el respeto con que ella depositó en sus yertas manos la fotografía del amor de su vida, su primo Valdemar.
ResponderEliminarUn beso
La homosexualidad ha sido un tema tabú hasta hace muy poco tiempo. A mi no me cabe ninguna duda respecto al cariño que Gorgi y Marie se tenían.
EliminarBesos Carmen
Hola Ambar.
ResponderEliminarInteresante historia. Una mujer comprensiva, que fue amiga y compañera. La forma de despedirlo lo demuestra. Lo quiso a su manera. Es posible incluso que hayan sido felices juntos. Aunque quizás hubiesen querido no guardar apariencias
Besos Ambar. Me contenta que andes por estos rumbos.
Era inconcebible reconocerse homosexual en aquellos años, sobre todo si se pertenecía a los estratos más elevados de la sociedad.
EliminarBesos para ti Manuel.
Saludos Ambar: Gracias por esta entrada, Jorge y Marie son una de las parejas que mas me fascinan de la realeza. El amor entre el tío y el sobrino y la fortaleza de Marie,y sus inquietudes sacaron su unión adelante cosa que no era tan frecuente, muchas parejas de postin acababan separándose aunque fuera manteniendo las apariencias. un saludo.
ResponderEliminarEs verdad que son una pareja fascinante o un trio fascinante, según se mire.
EliminarGracias por tu comentario
Desconocía la historia de este matrimonio, tan interesante, como bien contado con esa sutil amalgama de historia y medicina, Como siempre Ambar es un placer leer tus entradas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias dlt.
EliminarAbrazos
Una historia donde el amor y la tolerancia son los protagonistas. En cuanto a la homosexualidad de la realeza en aquellas épocas no me sorprende demasiado, pues además de de Jorge de Grecia y de su tío Valdemar, podemos encontrar a Luis II rey de Baviera; al archiduque "de los baños" Víctor de Austria, hermano pequeño del emperado Francisco José; al infante Luis Fernando de Orleáns-Borbón, primo hermano de Alfonso XIII; al príncipe Jorge de Inglaterra al que ya dedicaste una entrada en tu blog, y muchos más...
ResponderEliminarImagino que la homosexualidad de la realeza no sería mayor que la del resto de la sociedad. La verdad es que has hecho una buena enumeración. Muchos de los personajes que citas son realmente interesantes, no tanto por su inclinación sexual como por el hecho de haber tenido que vivir contra corriente.
EliminarQue gesto mas bonito el de María con la foto de Valdemar dejada en las manos de Gorgi.
ResponderEliminarMe ha gustado leerla, pues desconocía la historia, siempre escribes muy claro.
Un abrazo.
Fue un gesto de profundo cariño y de enorme sensibilidad.
EliminarUn abrazo
Una historia curiosa, fascinante y atrevida. Hoy día también la realeza se casa con alguien y se enamora de otro. No es nada nuevo. Gracias por contarnos esta historia.
ResponderEliminarYa sabes...nada nuevo bajo el sol.
EliminarSaludos
Cuanto has tardado en publicar pero en verdad que ha merecido la pena la espera.
ResponderEliminarQue historia más fascinante, que amor tan fuerte el primero, y cuanta complicidad con su esposa, hay personas maravillosas encerradas en historias no deseadas que saben aprovechar para no volverse locos con el entorno. Gracias por tu entrada. Un beso.
Gracias a ti por el comentario.
EliminarUn beso
Me ha encantado la entrada y el amor tan profundo que se profesaron Jorge y Valdemar, así como la situación en que se encontró Marie, al conocer la orientación sexual de su marido pero que no impidió que sintiera por él un afecto que duraría hasta su muerte.
ResponderEliminarUn beso, Ámbar.
Un amor profundo que tuvieron que vivir sus protagonistas en la oscuridad. Eran otros tiempos.
EliminarBesos Valverde
¡Hola Ámbar!!!
ResponderEliminar¡No te imaginas cuanto me ha gustado esta historia! Gracias por traerla a este estupendo rincón de tu vida y de la nuestra. La situación no debió haber sido nada fácil para los dos; dios sabe cuanto han sufrido, sin embargo han sabido estar a la altura de las circunstancias.
Ha sido un placer pasearme por estas letras que enmarcan una historia de época con momentos de amores y desencantos: igual que puede suceder, y sucede hoy día pero que ya son pocos los que se asustan... A Dios gracias.
Te dejo mi cálido abrazo y mi estima siempre.
Besiños junto a mi gratitud.
Se muy muy feliz.
Me alegra mucho que te haya gustado y tienes razón, la situación no debió ser fácil, las convenciones sociales les obligaron a vivir separados mucho tiempo, a verse tan sólo en algunas épocas del año y a disimular.
EliminarBesos Marina
Hoy en día todo podría haber sido distinto, pero hay que trasladarse a esa época y la situación era tan difícil que la unión entre dos hombres era completamente imposible.
ResponderEliminarHas llevado el relato de la historia de este personaje, de forma tan amena que, mientras lo leía, me he metido tan de pleno en él, que hasta he llegado a imaginarme lo que sintió esa mujer cuando se enteró de las apetencias de su esposo.
Por fuerza, tengo que admirar la valentía que ha tenido para afrontarlas y llegar como una esposa admirable hasta el final de la vida de su marido.
Cariños.
Kasioles
Creo que el matrimonio de Marie y Gorgi es un claro ejemplo de profunda amistad y cariño. Ambos fueron muy queridos por la familia real griega.
EliminarBesos Kasioles
Hola Ambar! No sabes cuanto he echado de menos tus historias.
ResponderEliminarEn esta historia a pesar de la tristeza en tuvo que vivir durante toda su vida Gorgi por no poder sacar a la luz su homosexualidad, la peor parte se la tuvo que llevar la pobre Marie. Una gran persona al poner la foto de Valdemar en las manos de su marido en el momento de su muerte.
Un abrazo
Carmen