domingo, 15 de noviembre de 2015

Marie Bonaparte. Princesa de Grecia








Marie nació en Saint-Cloud el 2 de julio de 1882. Era hija de Roland Bonaparte, descendiente de Napoleón I y de Marie Félix Blanc, hija del fundador del casino de Montecarlo y dueño de una inmensa fortuna. Su madre murió un mes después de su nacimiento. Fue, por tanto, criada en St Cloud, a pocos kilómetros de París, primero por una nodriza y después por una institutriz y bajo la vigilancia de su abuela paterna. Le gustaba estudiar y sobre todo le gustaba saber pero vivía aislada bajo la atenta mirada de su abuela con la que no tenía demasiada empatía. Veía poco a su padre, que pasaba la mayor parte de su tiempo en la Sociedad Geográfica, y que se negaba a que Marie ampliara sus estudios, argumentando que su destino era el matrimonio.

 Fiel a su idea, le procuró un matrimonio de conveniencia que consideró colmaba las ambiciones de cualquier padre. El elegido era el príncipe Jorge de Grecia, el segundo de los hijos del rey Jorge I. Era un hombre alto, guapo y trece años mayor que Marie. No le importaba el dinero de su prometida y firmó un documento antes del matrimonio renunciando a utilizar ni un solo céntimo de la fortuna de su esposa. Este hecho acabó de convencer al padre de Marie de que había encontrado en Jorge el esposo perfecto para su hija. Parece ser que ella se sintió muy atraída por su prometido y aunque no le apetecía dejar París y trasladar su residencia a Atenas, se caso con él en 1907, convirtiéndose a partir de ese momento en princesa de Grecia y Dinamarca.




Pronto se dio cuenta Marie de que su marido no compartía sus inquietudes intelectuales y también de lo distante y frío que se mostraba en las relaciones íntimas. No tardó en comprender la razón de su frialdad, Jorge era homosexual y de quien estaba realmente enamorado era de su tío Valdemar. A pesar de ello, tuvieron dos hijos en los primeros tres años de su matrimonio.

Aunque sus intereses eran tan distintos, la pareja logró una relación sólida, de profunda amistad, en la que el adulterio estaba presente por las dos partes y era bien tolerado por ambos. Marie buscó la felicidad en otros hombres, algunos de ellos muy conocidos como Aristide Briand, Primer Ministro francés, el cirujano Halban o el psiquiatra Löwenstein pero, con ninguno de ellos logró alcanzar unas relaciones sexuales que le fueran satisfactorias. La "volupté", como ella llamaba al orgasmo, le era negada. 

Marie, empezó a obsesionarse por la frigidez que sufría y a estudiar anatomía, fisiología y también a interesarse por el psicoanálisis con el fin de lograr una solución a su problema. Sus estudios la llevaron a formular una serie de teorías que se dispuso a confirmar y para ello entrevistó a 243 mujeres sobre sus relaciones sexuales, sobre su satisfacción en las mismas, y también sobre la anatomía de sus genitales. En abril de 1924 publica el estudio realizado en la revista Bruxelles Médical, y lo firma con el nombre de A.E. Narjani, el título del trabajo era: "Considérations sur les causes anatomiques de la frigidité chez la femme".

El psiquiatra Löwenstein, uno de sus amantes, le habla de Sigmund Freud y Marie decide ir a Viena y someterse a tratamiento. Su esposo intenta hacerla desistir de su empeño pero, a los 44 años, Marie considera que se debe a si misma el intentar luchar por obtener los goces que todavía no ha sentido. Marie conoce a Freud en 1925, y a pesar de que el psicoanalista había sido ya diagnosticado de cáncer y padecía grandes dolores, se iniciaría entre ellos una estrecha relación. Sigmund Freud se convertiría en su confesor, su maestro, su consejero y su amigo. También Marie se convertiría en un gran apoyo para Freud. Fueron los contactos y el dinero de Marie los que moverían los hilos para lograr que Freud y su familia pudieran huir de Viena cuando los nazis persiguieron a los judíos austriacos. También ayudó a otras doscientas familias judías a ponerse a salvo del terror que se cernía sobre sus vidas.




Marie estaba tan impresionada por el psicoanálisis que decidió convertirse en psicoanalista. Este trabajo, que ejercería hasta su muerte, no fue su única dedicación. Tradujo al francés la obra de Freud, fue fundadora, junto a otros miembros, de la "Sociedad Psicoanálitica de París" y de la "Revista Francesa del Psicoanálisis" y además continuó escribiendo y estudiando.

De sus obras, tal vez, la más emblemática sea la que escribió sobre Edgard Allan Poe. Marie se sentía emocionalmente muy cercana a Poe, posiblemente porque ambos habían sufrido la ausencia de la madre. Los estudios realizados por Marie sobre la obra de E. A. Poe ofrecen observaciones muy interesantes sobre la psicología del escritor.

Los príncipes Jorge y Marie celebran sus bodas de oro en 1957, rodeados de su familia y de sus amigos. Tan sólo cuatro días después Jorge fallece. Para Marie su pérdida es muy dolorosa. Su marido había sido un amigo fiel y comprensivo junto al que había pasado cincuenta años de su vida, su unión, basada en el respeto y la tolerancia, había constituido el pilar más fuerte de su vida. 



Marie fue una mujer excepcional, vivió en una época en la que las mujeres estaban relegadas a servir de acompañamiento al hombre y a la maternidad. Y en este marco social ella reclamó su derecho al placer y a la felicidad.

En su vejez confesó que el psicoanálisis le había procurado la posibilidad de trabajar, mucha paz mental y una gran resignación, pero que su vida estaba marcada por el fracaso y el deseo de esa volupté que nunca consiguió sentir.

Marie enfermaría de leucemia cinco años después de la muerte del príncipe Jorge. Fallecía en Saint-Tropez, el 21 de septiembre de 1962. Fue incinerada y sus cenizas depositadas en Grecia junto a su esposo.

30 comentarios:

  1. Una persona inquieta, comprensiva, inteligente, con la cabeza bien amueblada y que, posiblemente, hubiera cambiado gustosa su vida por la de una mujer corriente que fuera feliz con su pareja y disfrutara de su relación.
    Un saludo.

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    1. Como tu dices era una mujer con muchas inquietudes. No estoy muy segura de que se hubiese conformado con un matrimonio feliz.
      Saludos Cayetano

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  2. Este capitulo completa el anterior así lo creo y me ha gustado ya que he podido apreciar todo lo bueno de Marie.
    Me ha gustado lo dicho ''su unión, basada en el respeto y la tolerancia, había constituido el pilar más fuerte de su vida''. Creo que es muy importante en un matrimonio cuando no hay un amor vivo.
    Un abrazo.

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    1. Y aunque haya amor. El respeto y la tolerancia son la base de toda convivencia.
      Besos Mar-Pi-R

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  3. Un personaje muy curioso en todos los sentidos y se merecía uno de tus artículos, como curiosidad diré que he encontrado en youtube una película sobre la princesa Marie y su relación con Freud y su interés por tener lo que tanto deseaba. un saludo Ambar y un placer como siempre.

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    1. No conozco esa película. La relación con Freud cambió su vida y la hizo adentrarse en el mundo del psicoanálisis.
      Gracias por el comentario Leonor

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  4. Como dice Mari-Pi-R, esta entrada complementa a la dedicada a Jorge de Grecia. Esta mujer, desconocida totalmente por mí, me parece muy adelantada a su tiempo, y de gran inteligencia. Su tolerancia, y sus actos de generosidad para con los judíos son encomiables. Una gran mujer, sin duda.

    Saludos

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    1. en aquella época la mayoría de las mujeres de buena posición no se decantaban por el estudio. Fue efectivamente una mujer adelantada a su tiempo que siempre, al menos eso creo yo, procuró luchar por las cosas en las que creía.
      Saludos dissortat

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  5. Hola Ambar:

    Ella quiso buscar una solución a sus problemas de intimidad y fue tenaz en ello, sobretodo en una época en que la mujer era considerada poco más que objeto decorativo.

    Fue incluso más allá: Aceptar que su marido era homosexual y aún así, seguir acompañándole...

    Besos

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    1. No encontró en Jorge un hombre con el que poder tener una relación completa pero tuvo en él al mejor de los amigos. Había estado muy sola y tener un compañero comprensivo y respetuoso con sus intereses fue suficiente para ella.
      Besos

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  6. Adelantarse al tiempo siempre tiene su precio,tus entradas son como los buenos libros para releer ,un abrazo

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  7. Supongo que los convencionalismos, y la condición de príncipes, impidieron la separación entre quienes no se podían entender ni intelectual ni físicamente. Así que hicieron lo que pudieron: ser civilizados, pero cada uno por su lado.
    Un saludo.

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    1. Fueron grandes amigos y con eso se conformaron. No creo que fuera su condición de príncipes lo que les impidió separarse. Su relación era compleja pero enriquecedora para ambos.
      Saludos

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  8. ¡Hola Ámbar!!!

    Bueno, pues es el fin de una historia un tanto atípica, pero interesante por cierto, que lo dos como personas civilizadas y humanas, supieron llevarla has su final, mas no sin un gran sufrimiento y con dolor seguramente, luchando por la felicidad en contra de un destino tan frío que les toco vivir.

    Te felicito, ha sido un encanto leerlo.
    Un abrazo grande, toda mi gratitud y mi estima.
    Se muy muy feliz.

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    1. Me alegra que te haya gustado. Gracias por el comentario.

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  9. Ya veo que continúas con tu relato anterior.
    Maríe Bonaparte me merece todos mis respetos y admiración, compartir una vida con un hombre así, no todas las mujeres lo soportarían.
    De todas formas, también pienso que pudo llenar sus vacíos sentimentales con amistades sinceras que le proporcionaron inquietudes para estudiar y ejercer una labor humanitaria, al salvar a tantos judios, que la han colocado en un buen lugar de respeto y agradecimiento.
    Siempre es interesante leerte.
    Cariños en abrazos.
    kasioles

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    1. Fue una pareja que se gano el cariño de mucha gente. La familia real griega los tenía en gran estima, incluso fueron invitados al crucero que la reina Federica organizó para que se conocieran los príncipes de las distintas casas reales.
      Besos kasioles

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  10. Ya ves amiga que las personas inteligentes saben hacer de las cosas malas una vida capaz de ser vivida aunque no sean felices. Se ve que era una gran persona, con la mente clara, y la lucha por lo que ella creía que se merecía. Es bueno no dejarse vencer en malos momentos, ella supo hacerlo lo mejor posible y a su manera todo lo supero, menos volupté, que jamás llego a sentir, no encontró las manos expertas que la hicieran sentir como ella merecía.
    Una entrada genial de verdad, no te puedes imaginar lo que me gusta leer vidas tan interesantes. Un beso amiga.

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    1. Es una suerte tenerte como seguidora, siempre animas mucho.
      Besos

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  11. Interesante la vida de esta mujer, que siempre le buscó un sentido a su vida y no le importó investigar y estudiar hasta dar respuesta a sus inquietudes.
    Un saludo.

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    1. Tuvo dinero y un marido comprensivo, eso le facilito el estudio y los trabajos posteriores. En aquellos años era difícil para una mujer desarrollarse a nivel intelectual del modo que ella lo hizo.

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  12. Pues si que era una mujer con inquietudes, y decidida a ser feliz, aunque la vida no le dio esa felicidad esperada ,pero no por culpa de ella. Mil besicos amiga, y gracias por enseñarnos siempre cultura he historia

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  13. Yo también sigo intrigada con Sandro.
    Cariños en abrazos.
    Kasioles

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  14. Hola Conchi, paso de nuevo releer esta historia, y me detengo en la humanitaria mujer que tanto bien ha hecho en salvar vidas judía.
    Un abrazo y mi gratitud por tu buen hacer y por tu cercanía.
    Ten un feliz día.

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  15. Ambar, perdón que te cambié en nombre, tenía a Conchi en mi mente para dejarle un comentario... Soy un desastre. Y además le como letras!... Paso de nuevo a releer esta historia. Vidas judías....
    De nuevo Perdón. Un besazo.

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  16. Hola paso de visita por tu blog, me parece muy interesante la biografía que has hecho me encantan de una mujer con muchos recursos para todo. Saludos

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  17. De ella sabía lo que atañe al psicoanálisis y a su labor humanitaria
    de salvar judíos. Desconocía otros hechos como lo de su marido homosexual,
    o lo de su matrimonio basado en la tolerancia y el respeto mutuo.
    Un gran ejemplo.

    Besos

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  18. (debo seguir con mi ronda de blogs, otro día vuelvo)

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