Federica de Hannover
La que llegaría a convertirse un día en Reina de Grecia y también en madre de un rey y de una reina nació en Blankerburg, Alemania, el 18 de abril de 1917. Era hija de Ernesto Augusto III, Duque de Brunswick y de la princesa Victoria Luisa de Prusia. Su madre era la única hija del emperador Guillermo II de Prusia y de Victoria de Holstein-Sonderburg-Augustenburg por lo tanto biznieta de Victoria I del Reino Unido. Así pues, por las venas de esta niña a la que se impuso el nombre de Federica, corría sangre alemana e inglesa.
La revolución de noviembre de 1918 en Alemania supuso el fin de la Monarquía y la constitución de la República, por tal motivo el 8 de noviembre de 1918 el padre de Federica, que había llegado a ser general del ejército alemán, se ve obligado a abdicar. Al día siguiente lo haría el kaiser Guillermo II y tres días después finalizaría la primera guerra mundial con la victoria de los aliados.
Con miedo a ser asesinados el matrimonio, junto con sus hijos, toman un tren rumbo a Austria. Se instalaran en Gmunden, en la villa Weinberg. Federica contaba un año de edad. Tras la abdicación de Ernesto Augusto, se fundó el Estado Libre de Brunswick como parte de la República de Weimar.
Federica con sus padres y hermanos
No corrían buenos tiempos para la familia pero Federica asegura en sus memorias que su infancia fue muy feliz. Todos sus hermanos eran varones y a pesar de que según parece se la rodeo de institutrices y gobernantas no se pudo impedir que participara en las aficiones de sus hermanos. Pasaban temporadas en Blankenburg, donde vivían sus abuelos, en el distrito de Herz, en la alta Sajonia y, según nos cuenta la propia Federica, este lugar tuvo una gran influencia sobre ella.
Cuenta Federica, que aunque veían a sus padres a menudo en pocas ocasiones se hablaba de cosas privadas en su presencia. Según refiere las comidas, al estar presentes en ellas su institutriz y el preceptor de sus hermanos, se convertían en un acto oficial. También nos dice que apenas se recibía a nadie ajeno a la familia y al séquito, y como no se celebraban ni bailes ni banquetes las diversiones eran muy escasas. Se puede deducir, por lo tanto, que si bien tuvo una infancia feliz, ésta debió ser también bastante aburrida.
En 1930, Federica ingresa en las Juventudes Hitlerianas, tenía apenas trece años y según relata en sus memorias, su padre se vio obligado a inscribir a sus hijos puesto que se había promulgado una ley que así lo ordenaba pero, lo cierto es que la pertenencia a esta organización no fue obligatoria hasta 1939. Con los años, las fotografías en las que luce el uniforme de las Juventudes Hitlerianas le traerían no pocos disgustos.
Federica y sus hermanos con uniforme de las J.H
En 1934, tal vez para completar su educación o tal vez para apartarla de la influencia del nazismo, Federica es enviada al Reino Unido. El internado, North Foreland Lodge, se encontraba en Kent y en él la futura Reina de Grecia empieza a dar muestras de su carácter impetuoso y dominante. Dos años después es enviada a una escuela norteamericana, patrocinada por la Sociedad de Naciones, en Florencia. En sus memorias nos cuenta que fue en ésta ciudad donde conoció al Príncipe Pablo y donde ambos se enamoraron. El 9 de enero de 1938 se celebró la boda en Atenas. El trono griego estaba ocupado por el hermano de Pablo, el Rey Jorge II, y puesto que no tenía hijos, sería Pablo el legítimo heredero.
Lógicamente Federica tuvo que ingresar en la iglesia Ortodoxa. La primera hija del matrimonio nacería el 2 de noviembre de1938, se le impondría el nombre de Sofía y llegaría a ser Reina de España. En 1940 nace su segundo hijo, Constantino que sería, pasados los años, Rey de Grecia.
En abril de 1941, en plena guerra mundial, Alemania ataca a Grecia y la familia real es evacuada a Creta. Después irían a Alejandría y a Sudáfrica, Allí, en Ciudad del Cabo nacería Irene, la última de sus hijas. Finalmente se trasladarían a Londres. En septiembre de 1946 Grecia, mediante plebiscito, restituye el trono al Rey Jorge II, que muere un año después. Pablo sería el nuevo Rey y Federica se convertíria en Reina consorte.
Federica y Pablo de Grecia el día de su boda
Tras la guerra, Grecia estaba en la pobreza y Federica fue la impulsora de la creación de orfanatos para niños huérfanos o hijos de familias que habían quedado desestructuradas como consecuencia de la guerra. Por esta razón, en un primer momento la opinión que los griegos tenían de su Reina era bastante buena. Más tarde el carácter de Federica fue poniendo al pueblo en su contra.
Los viajes, las fiestas, las joyas y la constante ingerencia en la política del país volvieron a la opinión pública en su contra.
En 1962 la mayoría del pueblo griego estaba atravesando grandes dificultades económicas. Federica haciendo gala de autoritarismo, falta de tacto y delirios de grandeza se empeñaría en celebrar la boda de su hija Sofía con el futuro rey de España, Juan Carlos, de un modo fastuoso. Para ello no solo le bastó cargar los gastos de la misma al Erario Público sino que además exigió que se promulgara una ley mediante la cual el gobierno griego pagaría la dote de la Princesa. Toda la oposición voto en contra pero, la ley fue aprobada. Ningún político de la oposición asistió a la boda.
Dos años después, en 1964, fallece el Rey Pablo y asciende al trono un jovencísimo e inexperto Constantino aconsejado e influenciado por su madre. El pueblo griego sigue siendo crítico con Federica y con los enormes gastos que la boda del nuevo Rey habían ocasionado. Dos años después se produce un golpe de estado militar y da comienzo la Dictadura de los Coroneles. A los ocho meses el Rey y su familia se verán obligados a huir del país.
En un primer momento, Federica, se instala en Roma, ya no tiene ni patria ni corona, tampoco puede ejercer ese papel de consejera que tanto le gustaba y que tanto poder le proporcionó. Las relaciones con su hijo no pasaban por su mejor momento desde que tuvieron que huir hacia el exilio. Siempre le había atraído el misticismo y la filosofía de los Vedas, así que junto a su hija Irene se instalará en Madrás. Allí, en 1974, recibirán a su hija Sofía y a su esposo el todavía Príncipe Juan Carlos que se encontraban en visita oficial en la India.
En febrero de 1981 Federica se encuentra en Madrid. Los Reyes van a pasar el fin de semana esquiando junto a sus hijos y Federica se despide de ellos. Va a someterse a la resección de unos xantelasmas parpebrales, una intervención quirúrgica muy sencilla que realizará el Dr Vilar Sancho en la clínica de La Paloma. El Dr Zurita, esposo de la infanta Margarita, estará presente así como el Dr Aguado. Normalmente esta intervención solo requiere anestesia local, pero en el caso de Dª Federica se realizó bajo anestesia general. Dos horas después de la intervención y ya recuperada se la trasladaría a su habitación en la clínica. Allí sufriría un infarto de miocardio masivo. La reanimación se intentó sin éxito. Tras el fallecimiento fue trasladada al palacio de La Zarzuela. Tenía 63 años.
Seis días después sus restos fueron trasladados a Grecia para recibir sepultura, junto a su esposo, en Tatoi. Grandes medidas de seguridad rodearon los funerales ya que los monárquicos deseaban estar cerca del que para ellos seguía siendo su rey, por el contrario, los republicanos consideraban que el entierro de Federica en Grecia era un desafío a la voluntad popular. Tras el sepelio, todos los familiares que habían asistido regresaron a sus respectivos países. El depuesto rey Constantino sólo había recibido autorización para permanecer seis horas en suelo griego.
Que vueltas da la vida. Está claro que la realidad supera la ficción. Vivió una vida bastante azarosa. Si la monarquía no fue favorable a los griegos, lo que vino después menos a aún. Buen post. Bss
ResponderEliminarVivió en muchos sitios y conocer otras culturas siempre es fascinante.
EliminarBesos katy
El parecido físico de nuestra reina Sofía con la primera de las fotos de su madre es notable.
ResponderEliminarAfortunadamente el parecido con su madre en otras cosas no ha sido tan grande.
Un abrazo Ambar.
Afortunadamente el único parecido con su madre residió en las características físicas. Dª Sofia siempre ha sabido cual era su lugar.
EliminarUn abrazo dlt
En la primera foto, nadie puede dudar del parentesco de Sofía con aquella reina destronada que fue zarandeada por el devenir de la historia.
ResponderEliminarUn saludo.
Supo mantenerse erecta a pesar de los zarandeos. Tenía demasiado orgullo como para permitirse caer.
EliminarSaludos Cayetano
Como Cayetano, hay un asombroso parecido entre nuestra reina Sofía y su madre, aunque disparidad de caracteres. No se puede dudar que Sofía no salió en cuanto a su tacto y saber estar a su madre. Quizá tenerla cerca le sirvió de ejemplo de lo que no debía hacer si quería llegar a ser una reina querida por su pueblo.
ResponderEliminarUn beso
Es posible que así fuera, a veces, los ejemplos negativos ayudan mejor a formar el carácter que los que son positivos.
EliminarBesos Carmen
Una mujer de fuerte carácter y no querida por todos, hace poco he leído sobre otro familiar de la familia real Griega Pedro de Grecia primo por la ley de Federica no parecían tenerle mucho aprecio.Se dedica a dar charla y conferencias en contra de ella, También se han dicho mas que escrito sobre ella y su estancia en tierras españolas bastantes cosas. Sofía posiblemente de su madre haya heredado una educación Prusiana que de alguna manera habrá dejado en sus hijos. un saludo y buena semana.
ResponderEliminarCreo que Pedro de Grecia se enfadó cuando al ser coronado rey Constantino se nombró a la princesa Irene heredera al trono. Consideraba que debía ser él heredero por el hecho de ser varón, así que volcó su indignación contra Federica por considerarla culpable de su frustración.
EliminarBesos Leonor
Que gran parecido físico con Sofia, verdad?
ResponderEliminarSi que se parecen, sobre todo en las fotografías de cuando ambas eran jóvenes.
EliminarSaludos
Me ha gustado leer toda la historia.
ResponderEliminarFue muy bonita.
Lástima que no le fue muy bien en el gobierno y más con los gastos excesivos que tuvo con la boda de su hija.
Un abrazo.
No se la quería demasiado en Grecia. El pueblo lo estaba pasando mal y Federica lucía demasiadas joyas y gastaba en exceso.
EliminarBesos Mari_Pi-R
Hola Ambar:
ResponderEliminarLa foto de la abuela de Felipe VI se parece mucho a la reina madre o no sé cual es el título de Sofía.
Esa fastuosa boda...A veces se pierden los papeles...
Hace poco leía un articulo sobre infarto de miocardio que sobrevienen después de la anestesia general. No son tan infrecuentes como pensaba.
Besos
No son infrecuentes los infartos tras la anestesia general, lo que si es infrecuente es requerir anestesia general para la resección de unos xantelasmas.
EliminarBesos Manuel
Al parecer la reina Federica quiso más de lo que su pobre reino podía asumir, y lo pagó con el trono, ella y sus descendientes.
ResponderEliminarSaludos.
Tras estudiar un poco al personaje la sensación es la de que perdió los papeles. No se daba cuenta de que su esposo y ella estaban allí para servir al pueblo y no para lo contrario. Demasiadas fiestas con los riquísimos armadores griegos de aquellos años. Tanto brillo le impidió ver la realidad del pueblo griego.
EliminarSaludos dissortat
Era una mujer de peculiar carácter. Su muerte se produjo, además, en unos momentos de especial gravedad para España.
ResponderEliminarSaludos.
Un adjetivo muy apropiado para referirse a la Reina Federica.
EliminarSaludos
Eso de cargar a las cuentas públicas los gastos de las celebraciones parece ser que está cambiando un poco, afortunadamente. Tuvo mala suerte con esa operación, era todavía muy joven.
ResponderEliminarNo tuvo suerte con la intervención quirúrgica, era sencilla y el tiempo de anestesia sería presumiblemente corto pero, es una de las complicaciones que pueden ocurrir.
EliminarSaludos
Querida amiga tenía atrasada la historia anterior,y esta me ha encantado lo ameno que lo presentas y con todo detalle,es un lujo leerte,un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Amatista.
EliminarBesos
Me apasiona este blog aunque no pueda leerlo con la frecuencia que desearía. Algunos episodios los conocía, otro no, como su pertenencia a las juventudes hitlerianas. Es sorprendente.... si alguien quiere aprobar algo pero todos están en contra ¿para qué votar?, si va a a ser, sí o sí. Las monarquías deben tener sumo cuidado con los lujos y pompas, y más cuando el pueblo no se lo puede permitir y aunque el pueblo no atravesara por dificultades, lo correcto es cargar los gastos de la boda de los hijos a la cuenta personal. ¡Contabilidad abusadora!.
ResponderEliminarEn la foto de su boda, recuerda mucho a las fotos de juventud de su hija Sofía.
Un abrazo.
No es momento para lujos y pompas, tampoco lo era durante el reinado de Federica. Es, sin duda, un personaje muy conocido pero muy interesante, con muchas luces y sombras.
EliminarAgradezco mucho tu comentario
No se como no te comente esta entrada, y es que esta la vivimos de cerca. La madre de nuestra reina murio en una operacion ( pequeña) de estetica, ella queria estar guapa y la entiendo, los años no deben ser obtaculo para arreglarse un poco mas.
ResponderEliminarEncantada de leerte una vez mas. Un beso.
¿Pudo el infarto masivo de miocardio
ResponderEliminardeberse a la anestesia general?
¿O igual le hubiera dado?
Besos
Puede ser una complicación de la anestesia general.
EliminarBesos Myriam
Vuelvo a leer esta entrada y está clarísimo como Federica - tanto por sus antecedentes como por su carácter- no era del agrado del pueblo griego. Quizás si hubiera sido considerada y con el pueblo, si hubiera escuchado sus necesidades y tratado de ayudarles, le hubieran perdonado su pasado germanófilo y germanogenético.
ResponderEliminarBesos