En 1886 nacía Alejandro, primer hijo de la princesa Beatriz del Reino Unido y de su esposo Enrique de Battenberg. Al igual que el resto de sus hermanos nació en el país de su madre y bajo la tutela y el amparo de su abuela la reina Victoria I, la cual, para dar su permiso al enlace de la más pequeña de sus hijas con un miembro de “rango menor” del Ducado alemán de Hess-Darmstadt, puso como condición que el matrimonio viviera a su lado. Alejandro, al que la familia llamaba Drino, estudió primero en el Stubbington House School y después completó su educación en el Wellington College, que había sido inaugurado años antes por su abuela.
más miembros de su familia se irían incorporando, incluido el príncipe Felipe de Edimburgo.
La única hermana de Alejandro, Victoria Eugenia de Battenberg, se había casado con el rey de España y tanto Drino como sus dos hermanos la visitaban con frecuencia pasando largas temporadas en el Palacio Real, en La Granja y también en Santander. Alejandro se convirtió en una persona muy cercana a Alfonso XIII, de hecho formaba junto a los primos del rey, Fernando de Baviera y Alfonso de Orleáns, su núcleo más próximo.
La renuncia al apellido Battenberg había supuesto para Alejandro la renuncia a sus títulos y al tratamiento que pudiera corresponderle del ducado del que provenía su padre y como compensación el rey Jorge V tuvo a bien concederle los títulos de Marqués de Carisbrooke, Conde de Berkhamsted y Vizconde Launceston. Así pues ganó con el cambio puesto que los títulos alemanes poco le proporcionarían en el futuro.
Un mes después de los trágicos hechos que propiciaron el cambio de apellido de los Sajonia-Coburgo-Gotha y de los Battenberg, Alejandro contraía matrimonio en la Capilla Real del Palacio de St. James con Lady Irene Denison, única hija del conde de Londesborough. La boda fue sencilla y sin recepción después de la misma ya que los tiempos no estaban para festejos pero no por ello estuvo exento el enlace de la presencia del rey y de gran parte de la familia real.
Alejandro continuó en la Guardia de Granaderos hasta junio de 1919, fecha en la que habiendo finalizado la guerra presentó su renuncia pasando a la Reserva General de Oficiales. Fue en esa misma época cuando dejó embarazada a su esposa de la única hija que tendrían.
A partir de ese momento, Alejandro inició su andadura por el mundo de los negocios y según parece lo hizo con cierto éxito y recorriendo distintos aspectos del espectro comercial. Se inició en la casa bancaria de Lanzard Brothers, más tarde fue director de Lever Brothers después de lo cual trabajó en la Metropolitan Housing Corporation, haciéndose cargo de la labor social relacionada con las fincas que ésta controlaba. Todo ello le proporcionó un prestigio en el mundo empresarial. El prestigio en la alta sociedad británica ya lo tenía ganado y se debía al hecho estar emparentado con la Familia Real y de ser cuñado del rey de España.
Alejandro era un hombre al que gustaba la notoriedad y el boato y de hecho jamás se perdió la inauguración anual al Parlamento, lo cual le permitía desfilar luciendo pomposamente la túnica parlamentaria.
También Irene, su esposa, procuraba ser el centro siempre que participaba en actividades de la alta sociedad. Trabajó en numerosos comités de recaudación de fondos con fines caritativos y en todos los eventos que con tal fin se realizaban. Le gustaba el golf y se unió a la Asociación Parlamentaria de Golf Femenino. Su amor a los animales también la llevaría a participar en todos los eventos sociales con ellos relacionados. Mantenía una gran cercanía con el rey Jorge V y la reina María, lo cual también la tenía sumamente entretenida.
Se decía que tanta actividad era una manera de "hacer la vista gorda" ante las aventuras homosexuales de su marido. Siempre había habido rumores sobre la sexualidad de Alejandro, rumores que, en aquellos años, se intentaban acallar con un matrimonio aunque, claro está, no siempre se consiguiera. Hay, no obstante, pocas pruebas de que realmente existieran esas relaciones si exceptuamos los diarios publicados por Cecil Beaton en los que afirmaba que durante muchos años Alejandro fue el amante del anticuario Simon Fleet.
Cuando dió comienzo la Segunda Guerra Mundial Alexander tenía 50 años a pesar de lo cual se unió a la Reserva de Voluntarios de la Royal Air Force, llegando a ser Comandante en Jefe del Comando de Cazas de la RAF. Renunció al cargo unos meses antes de la finalización de la guerra.
Alejandro Mountbatten, marqués de Carisbrooke falleció en febrero de 1960 en el Palacio de Kensington a consecuencia de un derrame cerebral, tenía 73 años. Su hija Iris, que vivía en Canada, acababa de llegar a Londres para asistir a otro sepelio de la Familia Real lo cual le permitió asistir a las exequias por su padre aunque, por desgracia, no pudo ver a su progenitor con vida.
La personalidad de Alexander quedó seguramente marcada por el hecho de ser medio alemán, medio británico. Una dualidad que se vería acrecentada por dos guerras en las que, sirviendo a su país, se enfrentaba a un ejercito en cuyas filas sabía que estarían algunos de sus parientes. Su deseo de pompa y boato, de figurar con notoriedad en cualquier acto, podría explicarse por el hecho de que muchos de sus primos eran príncipes herederos de reinos europeos. Su misma hermana se había casado con un rey y él, que no recibía asignación real, había tenido que conformarse con formar parte del ejército británico y dedicarse al comercio para poder mantener lo que Alexander consideraba el "mínimo status" que le correspondía. Sea como fuere intentó disfrutar de aquellas cosas que la vida, por su posición y por su trabajo, le proporcionó.
Fue enterrado en la Capilla Battenberg en la isla de Wigth.
Muy interesante, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué interesante tu historia. Siempre es un lujo leerte,.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Sabía algo del cambio de apellidos, pero nada comparado a lo que tu nos traes Ambar. Muchas gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
Mantuvo su pabellón personal bien alto.
ResponderEliminarBesos.
Conozco bien la vida de su hermana la reina Victoria Eugenia, porque he escrito algunas cosillas sobre ella, ya que hizo mucho por Sevilla, en la que era muy querida por el pueblo, pero, de su hermano no tenía ni idea, hasta hoy, gracias a ti. Muy curioso lo de los cambios de apellidos, como también de la forma como se ganó la vida con éxitos militares así como sociales, para poder mantener su status dentro de la nobleza.
ResponderEliminarGracias, Ambar por lo muchos que nos enseñas, y de forma tan amena e interesante.
Un fuerte abrazo.
Desconocía esta historia del hermano de la reina Victoria Eugenia.
ResponderEliminarEs muy interesante.
Te había perdido la pista, y te acabo de encontrar de nuevo. ¡Qué bien!
Me encanta la historia, y tú la cuentas tan bien...
Muchas gracias y un abrazo inmenso.
Un extraordinario relato de la vida de esta persona, aristócrata británico de elevada importancia allá en Reino Unido en su momento.
ResponderEliminarMuy interesante Ambar el cambio de Batrenberg a Windsor. La verdad es que las guerras obligan a cambios nunca deseados.
ResponderEliminarUn beso.
La renuncia al apellido Battenberg