Sofía Dorotea - Henri Gascar - Residenzmuseum im Celler Schloss
El Ducado de Brunswick-Luneburgo surgió a finales del siglo XII, en la Baja Sajonia. Debido a la costumbre feudal de entregar a cada uno de los distintos hijos una parte del territorio, el ducado sería dividido en muchas ocasiones y uno de estos territorios desgajados fue el Principado de Calemberg que pasó a ser Ducado de Hannover y elevado a Reino después de que las potencias europeas decidieran otorgarle esa categoría en el Congreso de Viena de 1814. El Reino de Hannover contenía, entre otros, el Ducado de Brunswick-Luneburgo y el de Celle.
Sofía Dorotea nació mucho antes de que esto sucediera, concretamente el 15 de septiembre de 1666. En ese año, en Inglaterra reinaba Carlos II Estuardo y poco podía imaginar nadie en aquel momento que el hijo de Sofía acabaría siendo Rey de Inglaterra.
Sofía era hija del amor y era considerada ilegítima por su familia paterna. Su madre, una dama francesa llamada Eleanor, era de buena familia pero no poseía titulo y su padre era el Duque Jorge Guillermo de Brunswick-Luneburgo, al que no le estaba permitido un matrimonio morganático.
Siguiendo la costumbre, el Ducado había sido repartido por el padre de Jorge Guillermo entre sus hijos y a Jorge le correspondió Luneburgo. El menor de sus hermanos, Ernesto Augusto, era codicioso y Jorge era un hombre enamorado de una plebeya y sin ningún deseo de contraer matrimonio con la esposa que se le había asignado: Sophia del Rin, Princesa del Palatinado - un territorio que hoy constituye uno de los 16 estados federados o Land de Alemania - que además era nieta de Jacobo I de Inglaterra y por lo tanto estaba incluida en la linea de sucesión de Gran Bretaña. Sophia era considerada un gran partido.
Jorge Luis - G. Kneller
Reunidos los hermanos llegaron a un acuerdo: Ernesto Augusto se casaba con Sophia del Rin y Jorge Guillermo le entregaba Luneburgo y prometía además no casarse nunca y no tener descendencia. A cambio se le concedía el pequeño Ducado de Celle y se le dejaba vivir en paz con su querida Eleanor. Lógicamente, Celle volvería a manos de Ernesto cuando Jorge Guillermo falleciera.
Por amor se pueden hacer promesas pero también se pueden romper y Jorge Guillermo acabó casándose con su amada Eleanor y concibiendo un año después a la única hija de ambos, Sofía Dorotea, que era considerada ilegítima precisamente por ser morganático el matrimonio de sus padres.
Unos años más tarde moriría, sin descendientes varones, un hermano de Ernesto y de Jorge y este último reclamaría el territorio por la herencia que al ser el de mayor edad, le correspondía. Con el deseo por parte de Ernesto de aunar todo el Ducado y las ganas de obtener la gran fortuna con la que Jorge Guillermo dotaba a su hija si la familia la legitimaba, ambos hermanos, reunidos de nuevo, decidieron que Jorge Luis, hijo de Ernesto y Sofía Dorotea, hija de Jorge Guillermo se casaran. De ese modo los hijos habidos en ese matrimonio heredarían la totalidad de un gran Ducado que además, y a partir de entonces, no podría volver a dividirse y pasaría íntegramente a la linea de primogenitura.
Sofía tenía 16 años y su prometido 22 y ni ellos ni sus respectivas madres estaban de acuerdo con el enlace. La madre de él porque seguía considerando a Sofía una bastarda y la madre de ella porque deseaba que su hija se casara por amor y no por intereses políticos. Así las cosas, la boda, que a pesar de las suplicas, lloros y desmayos de Sofia se celebró, no pudo ser más lúgubre.
Como es lógico pensar, el matrimonio fue infeliz desde el primer momento. Sofía no podía soportar que su marido la tocase, "me asquea ese hocico de cerdo" solía decirle a su madre y Jorge Luis, tal vez influenciado por la suya, la seguía considerando una bastarda sin suficiente categoría para él. No obstante, y venciendo el asco de ella y el desprecio de él, la pareja tuvo dos hijos : Jorge Augusto - que llegaría a aunar todo el territorio y a convertirse en el Rey Jorge II de la Gran Bretaña - y Sophia Dorotea.
Sofía Dorotea con sus hijos - Jacques Vaillant - Museo Bomann
Para cuando nacieron sus hijos Jorge Luis ya tenía una amante, la condesa
Melusine von Schulenburg, que se convirtió en su favorita y cuya relación era notoria y patente importándole muy poco lo que su esposa pudiera pensar. Sofía más que sufrir encontró en ello una liberación de los deberes conyugales.
Cuando parecía que la tranquilidad iba a ser su compañera a Sofia le llegó el amor. Philipp von Königsmark era un conde sueco, militar de profesión que llegó a Hannover con la aureola que le confería haber luchado en importantes batallas. Era atractivo y Sofía se enamoró de él al instante. El amor fue reciproco.
Empezaron entonces los grandes errores de Sofía y de Philipp. Tuvieron poco cuidado y a pesar de que en público guardaban las distancias los ojos de ambos los delataban al mirarse. También se escribían fogosas cartas sin pensar en que podían caer en manos enemigas. Ambos se convirtieron en la comidilla de medio Hannover. Sus habitantes, que habían admitido, con una sonrisa entre pícara y comprensiva, la relación extramatrimonial de Jorge Luis, criticaban abiertamente a Sofía.
Eleanor se daba cuenta del peligro y suplicó a su hija que dejase la relación por su bien y el de sus hijos pero Sofía no estaba dispuesta y de hecho ambos amantes habían planeado huir de Hannover para poder vivir su amor en libertad ya que las cosas se estaban poniendo muy difíciles y eran vigilados constantemente.
Philipp von Königsmark
En la mañana del 2 de julio de 1694, el conde sueco abandonaba los aposentos de Sofía en el palacio de Leine. Se habían jurado amor eterno y habían planeado cómo escapar pero esa sería la última vez que se verían porque Philipp von Königsmark desapareció esa madrugada. Nadie le volvió a ver, nadie volvió a saber nada de él, era como si se hubiera volatilizado en el aire.
Se empezó diciendo que el conde había sido abordado por un grupo de encapuchados que le apuñaló hasta matarle y que su cadáver había sido arrojado al río Leine. Se señaló como instigador del asesinato al marido y al suegro de Sofía. Lo cierto es que su cuerpo nunca se encontró y nada pudo probarse.
Unos días después de la desaparición, Sofía fue puesta en arresto domiciliario por su esposo al ser considerada adúltera. Posteriormente, y con el consentimiento del padre de Sofía, que consideraba que su hija había desacreditado a la familia y debía ser castigada duramente por ello, se pronunció la disolución del matrimonio. No se la acusó de adulterio sino de haber abandonado a su esposo, de éste modo el castigo podía ser más riguroso. Entre las cláusulas del documento de disolución se incluía el encierro de Sofía durante toda su vida en el castillo de Ahlden. También se le impedía volver a ver a sus hijos y a sus padres. Sofía tenía 29 años cuando sucedieron los hechos.
Su reclusión duró treinta años durante los cuales estuvo sola, acompañada tan solo por el personal de servicio que se le había asignado. No se permitió que la visitara ningún ser querido, ni tan siquiera a su madre le fue permitido verla. Mientras tanto, su otrora marido fue coronado Rey de la Gran Bretaña, a su hijo se le nombró Príncipe de Gales y su hija casó con el heredero al trono de Prusia. Las cartas de ésta última desde aquel país fueron su único consuelo.
Castillo de Ahlden
Sofía Dorotea murió el 23 de noviembre de 1726 víctima de un cáncer de garganta. No se hicieron funerales y ningún miembro de su familia acudió para darle sepultura.
El palacio de Liene, donde vivió Sofía hasta su reclusión, alberga hoy el parlamento Regional de la Baja Sajonia. Durante el verano de 2016 se estaban realizando unas obras de restauración y los trabajadores que las llevaban a cabo encontraron un esqueleto al desescombrar.
Entonces se recordó lo acaecido más de 300 años antes y se dispararon las alarmas. ¿ Pertenecían esos huesos al conde Philipp? ¿ fue asesinado y emparedado su cuerpo para que no existiera ningún rastro del delito?. El profesor del Instituto de Medicina Legal que fue consultado por la policía aseguró que los huesos tenían más de 50 años y por tanto cualquier delito estaba ya prescrito.
Los huesos fueron llevados al Instituto de Antropología Histórica de la Universidad Georg-Albrecht en Göttingen y según la revista National Geographic el 14 de noviembre de 2016 los investigadores dieron el caso por cerrado asegurando que los huesos pertenecían al menos a cinco personas diferentes y ninguna de ellas era el conde Philipp von Königsmark.
El misterio continua, seguimos sin saber qué pasó aquella madrugada de 1694.
Pues menudos entramados de sucesiones y legados se gastaban en la época y al final quien termina pagando el pato como siempre es la descendiente femenina, mientras que marido e hijos vivían a cuerpo de rey. La vida puede ser muy cruel para algunas.
ResponderEliminarUn beso.
Para Sofía -Dorotea la vida fue muy cruel. Fue obligada a casarse con tan solo dieciséis años y hasta su muerte apenas conoció la felicidad.
Eliminarbesos Lola
Muy entretenido, la verdad. Si te lo hubieras inventado no hubiera quedado tan folletinesco.
ResponderEliminarBesos.
Todo un folletín, tienes razón. La vida de ésta antepasada de Felipe VI viene a demostrar que la realidad supera muchas veces a la ficción.
EliminarBesos
Muy interesante. La historia nos trae misterios que el tiempo no resuelve, en este caso. Las historias de amor, como esta, tienen a veces ese punto de locura, cuando nada puede frenar la pasión de esa relación. Hacer desaparecer al amante, tal vez emparedado en otro lugar, o matarlo en una emboscada cualquiera era un precio muy alto. Llama la atención que siempre, si el infiel es el hombre , no pasa nada, pero qué distinto si es la mujer. En eso hemos cambiado poco.
ResponderEliminarUn abrazo
La infidelidad masculina siempre ha sido mejor tolerada por la sociedad y pienso que todavía no hemos desterrado esa hipocresía.
EliminarLa crueldad del marido y del padre de Sofía-Dorotea fue muy extrema. No le permitieron ver a sus hijos y ni siquiera su madre pudo acercarse a ella.
Besos
Misterio. Hoy, con las nuevas técnicas de investigación, la policía científica lo habría desentrañado enseguida; pero en aquellos tiempos cualquiera sabe si el "emparedado" era el amante desaparecido o un personaje de un cuento de Poe.
ResponderEliminarUn abrazo, Ambar.
No creo que ni siquiera hoy hubiera sido fácil dar con el cadáver. Por desgracia, hoy en día, sigue habiendo muchos desaparecidos a los que no se encuentra.
EliminarUn abrazo, Cayetano
Madre mía, pobre Sofía Dorotea, qué vida tan triste. Damos por hecho que en aquellos años a los hombres se les perdonasen ciertas cosas y a las mujeres no, peor esto me parece horrible.
ResponderEliminarY qué intriga la desaparición del conde. ¿A qué 5 personas pertenecerán esos huesos?
He disfrutado muchísimo con la lectura.
Besos.
El Castillo de Liene ha sido destruido y reconstruido en varias ocasiones. En la Segunda Guerra mundial quedó prácticamente arrasado y se piensa que los huesos encontrados podrían pertenecer a gente que estuviera en aquel lugar durante los bombardeos. Nada se sabe.
EliminarBesos
Interesantísima y tristísima historia. No conocía para nada estos personajes. Qué terrible y cruel la venganza del marido (y sy familia) cuando él tenía su amante. ¡Puaaaj y encima termina siendo Rey de Inglaterra!.
ResponderEliminarBesos, Ambar
Pues si, el cruel marido terminó siendo rey de Gran Bretaña y como la Reina Victoria I, una de sus descendientes, emparentó a través de sus hijos con media Europa, podríamos decir que ambos esposos figuran como antepasados de gran parte de las testas coronadas del viejo continente.
EliminarBesos
Wow. Interesting post. I like it a lot. I hope the mystery is resolved sometime.
ResponderEliminarNo creo que el misterio sea fácil de resolver en el momento actual. Gracias por el comentario, Matti.
EliminarQue interesante la vida de esta mujer, la desconocía por completo.
ResponderEliminarLo que siempre decimos en estos casos, muchas nobles iban obligadas al matrimonio y claro luego pasaba lo que pasaba y en este caso el marido era cruel y mala persona.
En cuanto a ese misterio, nos quedamos con la intriga, lo bueno es que ella al final encontró el amor aunque de poco le sirvió.
Te felicito Ambar por la elección de este personaje.
Besos
Puri
El poco tiempo que vivió feliz, si es que así fue, la condenaron a una vida de sufrimiento.
EliminarGracias por el comentario, Puri.
Un beso
Hola Ambar:
ResponderEliminarDesconocía por completo a esta dama. Y el misterio que le rondaba.
La dama pagó culpas ajenas...Era fácil culparla a ella por no ser noble.
Besos.
Por no ser noble y por ser mujer. La infidelidad femenina no era aceptada.
EliminarBesos
Casada tan jovencita con un hombre que no le gustaba, tuvo que sufrir mucho la pobre Sofia Dorotea.Por suerte,en este sentido, han cambiado mucho las cosas.
ResponderEliminarGracias por contar tan bien la historia de todos estos nobles.
Un abrazo Ambar
Carmen
Afortunadamente las cosas han cambiado aunque menos de lo que las mujeres desearíamos.
EliminarUn abrazo, Carmen.
Una tremenda injusticia , como siempre la mujer es quien debe aguantar en mucho la.arrogancia del hombre y de la sociedad...
ResponderEliminarPobre mujer, muchas Sofía aun viven por ahi
Y ni sus hijos se comparecieron.
Gracias, estés muy bien.
Cuando Sofía y su marido se separan su hijo apenas contaba once años de edad. No se le permitió volver a su madre. El hijo jamás perdonó a su padre por haberle impedido la relación con Sofía.
EliminarGracias por pasar. Un beso
Ay! qué injusto para Sofía, en cambio el marido siguió como si nada!
ResponderEliminarGracias Ambar.
Besos =)))
Y todavía nos quejamos. Suerte que no nacimos en el siglo XVII.
EliminarBesos
Qué terrible vida. Qué crueldad de ese marido, él mismo infiel y de ese padre amador de sí mismo; pero me llaman la atención los demás: si la madre y la hija no podían hacer nada, ¿el hijo tampoco? ¿Nadie? Así algunos son descartados, como si nada.
ResponderEliminarLos hijos eran muy pequeños y nada se les permitió hacer. Su madre se instaló en Ahlden cerca del castillo donde permanecía encerrada su hija con la esperanza de poderla ver pero, que sepamos, se le impidió hacerlo.
EliminarUn beso.
¡Pero los hijos crecieron! Si duró treinta años ahí... :( No me extraña que la madre fuera quien permaneciera cerca, esperanzada con verla.
EliminarUn beso, Ambar.
Que crueldad de tiempos poco se le permitía a la mujer ser infiel.
ResponderEliminarNo conocía a esta dama pero me ha gustado la historia, aunque triste.
Un abrazo.
Para que una mujer pudiera ser infiel en ese siglo sin acabar maltrecha había que ser muy discreta y muy lista. Ninguna de estas características parece que poseía Sofía.
EliminarUn beso
No se andaban con chiquitas en aquellas épocas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sobre todo con las damas.
EliminarUn abrazo
Eso de encerrar de por vida a las mujeres que no se resignaron a vivir sin amor, no así a los hombres, cuánta amargura dejó y cuánta injusticia. Aunque al menos la bella protagonista, durase lo que durase,conoció esa dicha.
ResponderEliminarSu encierro duró treinta años. No sé si la dicha del amor compensaron tanta reclusión.
EliminarTriste la historia de Sofía Dorotea. Recuerda a muchas historias de la literatura que se basaron en las reales, como esta. Muy buena entrada Ambar Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ainhoa. Un beso
EliminarEl encierro de Sofía me recordó el de nuestra Juana la Loca, desde luego qué diferente vara de medir para un hombre o una mujer. Como siempre un placer. Abrazos.
ResponderEliminarLa mujer estaba absolutamente supeditada al varón, formaba parte de sus pertenencias y por tanto no tenía derecho a decisiones ni tan siquiera a expresar sus deseos. Las más listas callaban y satisfacían sus deseos de forma oculta y solapada. Eran supervivientes.
EliminarBesos, Mara
Ambar, es una historia interesante, ni que decir tiene que muy triste. Vaya faena que la hicieron a la pobre, en cerrarla de esa manera, si que pago caro lo que hizo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy triste pero real, aunque parezca un folletín. Muchos miembros de las casa reales de Europa descienden de ésta desdichada mujer.
EliminarBesos
Una historia triste y cruel. Interesante y misteriosa .
ResponderEliminarUn largo encierro.
Un beso.
La mitad de su vida transcurrió en ese castillo sin más compañía que la de sus sirvientes que también eran contratados y vigilados por su familia.
EliminarBesos
¡Hola Ámbar!
ResponderEliminar¡Que crueldad había por aquel entonces en la alta alcurnia, pobre Sofía! o sea que el pueblo no protesta por lo que hiciera el marido, no importaba que tuviera una amante a ojos vista, pero ella tenía el deber de aguantar y ser sumisa. Si hay infierno, estarán ardiendo, y que ardan!!!
A Dios gracias que cambiaron las cosas, aunque aún quedan restos si no iguales, muy parecidos.
He pasado un interesante rato leyendo la triste historia.
Un abrazo y mi inmensa gratitud y estima.
Se muy, muy feliz.
Gracias Marina, por pasar por aquí y por el comentario.
EliminarUn beso
Me encantan estas historias Ambar, me hacen ver esos fragmentos de historia de otra manera. Desde luego estas personas ponían su corona por encima de todo, los hijos se usaban y se cambiaban como cromos.
ResponderEliminarVaya misterio, me he quedado con las ganas de saber qué pasó con el pobre amante, un misterio, ella lo pagó muy caro. Cuánta crueldad.
Besos
El marido fue cruel e injusto, sobre todo porque no la quería y los celos no fueron el desencadenante, tan sólo primó el orgullo. Lo que a mi me cuesta más entender es la actitud del padre.
EliminarBesos
Después de lo que hicieron pasar a Sofía lo del conde tuvo que ser de terror. Un abrazo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarAh por cierto, Sofía seguro que era prima no muy lejana de "nuestra reina": Isabel Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel.
EliminarTe dejo mi enlace:
http://historiasdetorrelaguna.blogspot.com.es/2012/02/una-reina-para-el-imperio-espanol.html
Efectivamente eran primas, creo que en quinto grado.
EliminarMuy interesante tu entrada, me ha gustado mucho.
Un abrazo
Que historia tan triste. Cuanta crueldad en aquella época.
ResponderEliminarMuy interesante como siempre Ambar.
Es un placer visitarte siempre.
Besos.
Gracias Maripaz. Besos
EliminarNo me esperaba este final. Así que sigue el misterio, aunque la lógica dicta que fuera asesinado. Es curioso, aunque no sorprendente, que ella fuera una adúltera pero él no tuviera ninguna reprobación.
ResponderEliminarUn abrazo.
lo lógico es que fuera asesinado. Lo que se hizo con su cadáver poco importaba, si alguna vez salía a la luz nadie se
Eliminaratrevería a decir nada.
Un abrazo
Mire que nos ha mostrado vidas desgraciadas aquí, muchas resultado de matrimonios concertados, pero esta de hoy, de las que recuerdo supera a cualquier otra. Y tan infame el comportamiento del rey como pocos.
ResponderEliminarUn saludo.
Esta es un auténtico folletín pero real.
EliminarSaludos dlt y gracias por el comentario.
Hoy tu lección de historia está plagada de tristeza.
ResponderEliminarCariños y buen fin de semana.
kasioles
Gracias por pasar Kasioles.
EliminarUn beso.
Magnífico trabajo, aunque hoy me has dejado boquiabierto con ese trágico y sorprendente final, que podía servir de guión para una buena película, porque no le falta un detalle.
ResponderEliminarGracias, y un beso.
De ser una película pensaríamos que el guionista había cargado las tintas con el melodrama. Lo triste es que fue real.
EliminarUn beso
El amor te lleva a prometer cosas que luego no puedes cumplir, pero también a tomar riesgos excesivos. Lo peor es cuando lejos de traerte la felicidad es causa de tristeza o desgracia.
ResponderEliminarHay un sitio en Canadá llamado Brunswick. Vendrá de aquí el nombre?
Efectivamente el Brunswick canadiense es un territorio al que se puso ese nombre en honor a Jorge III, que era nieto de Sofía Dorotea.
EliminarUn abrazo
Pobre Sofia Dorotea!! Que vida más triste le tocó vivir y cuando encuentra un amor verdadero lo hacen desaparecer. Tu entrada como siempre muy interesante Ambar, contigo aprendo mucho sobre historia.
ResponderEliminarBesos de Espíritu sin Nombre.
Muchas gracias Conchi. Yo también aprendo mucho con las tuyas.
EliminarBesos
Que historia más bien documentada, como me gustan tus entradas.
ResponderEliminarMe apetecía mucho volver a leerte, aunque en este tiempo que he estado fuera de onda sí que te leí algunas veces, me gusta tanto la historia que no podía dejar todo así por que sí.
Encantada de volver, y me daré una vuelta por el blog y leeré lo que me he perdido. Un abrazo grandote.
Me alegra tu vuelta. he estado unos días de vacaciones pero voy poniéndome al día con vuestras entradas.
EliminarBesos
Sigo leyéndote y aprendiendo es maravilloso lo bien que escribes y creas
ResponderEliminarMuchas gracias, tus comentarios siempre me suben la moral.
EliminarUn beso
Me gustó mucho el texto y tu blog en general.
ResponderEliminarAdoro la historia y me encanta la historia de la vida privada
Muy bueno tu blog.
Saludos desde cristaldeestrella.blogspot.com, planetasdecristal.blogspot.com, o cristalpoesiaerotica.blogspot.com.
Paula.