Gustavo nació en 1858, en el palacio Drottningholm. En el momento de su nacimiento reinaba en Suecia su tío, Carlos XV, que no tenía hijos varones, aunque cabía esperar que todavía pudiera tenerlos. Por tanto la educación que recibió en sus primeros años fue la misma que se le dio al resto de sus hermanos.
Cuando tenía once años la familia se trasladó a Estocolmo y se establecieron en pleno centro de la ciudad, en el Palacio del Príncipe Heredero, ya que los hijos varones del Rey seguían sin llegar. Allí y junto a sus hermanos acudiría a una escuela para continuar su educación. Le gustaba mucho el deporte y a pesar de haber nacido debilucho y frágil su fuerza de voluntad y su constancia en el ejercicio físico le convertirían en un hombre fuerte, atlético, de gran estatura y muy elegante.
Su tío murió en 1872 y su padre, debido a la Ley Sálica imperante, se convertiría en el rey Oskar II y como consecuencia Gustavo pasaría a ser el nuevo Príncipe heredero. Esto trajo consigo el traslado al Palacio Real y el dejar de asistir a una escuela pública para recibir educación de un modo privado.
Su formación fue buena, cursó estudios de derecho y política en la Universidad de Upsala y también se formó militarmente. Llegado el momento emprendió un viaje por Europa. Conocer a las Monarquías vecinas y a sus pueblos era una asignatura que ningún príncipe europeo de la época dejaba de cursar.
En este viaje conoció a Victoria de Baden que habría de convertirse en su esposa por un acuerdo entre las familias de ambos. Tanto Victoria como Gustavo se plegaron a lo que, sin duda, era un matrimonio de conveniencia y la boda se celebró en 1881. Lógicamente el matrimonio no fue en absoluto feliz.
Victoria de Baden
Gustavo mantenía una vida diplomática y social muy intensa y en los primeros años su esposa solía acompañarlo. En 1897 inauguró la exposición de de las Artes de Estocolmo, hecho que tuvo una gran repercusión. Su interés por el deporte y por su fomento le llevaría a presidir lo que sería la asociación precursora de La Real Federación Deportiva Sueca. Introdujo también la practica del tenis entre los suecos, deporte que le encantaba y que el mismo practicaba.
En el invierno del año 1907 moría el rey Oskar II y Gustavo pasaba a ocupar el trono. No quiso ninguna ceremonia de coronación pero intervino en la política de su país enfrentándose al primer ministro Karl Staff, un pacifista liberal que se negaba a aumentar el armamento de Suecia. El asunto concluyó con la dimisión de Staff como protesta a la injerencia del Rey en los asuntos políticos.
La reina Victoria, prusiana hasta la médula, no gozaba de las simpatías de los suecos por su germanofilia. Gustavo y ella mostraban abiertamente sus simpatías por Alemania y se creía que la Reina ejercía una fuerte influencia en su marido. No obstante, cuando estalla la Primera Guerra Mundial es el propio Gustavo el que propicia una reunión en Malmö de los Reinos nórdicos a fin de establecer una política de solidaridad y declarase neutrales en el conflicto bélico.
Al terminar la guerra, la pandemia de la mal llamada gripe española que asoló Europa y que causó una enorme mortalidad, se llevó la vida de Erik, uno de los tres hijos del Rey.
El final de la Gran Guerra no solo trajo consigo la gripe, también se produjeron muchos cambios sociales y políticos en todo el continente europeo y Suecia no fue ajena a estos cambios.
Durante los años 20 los suecos rompieron las viejas formas y dieron paso a lo nuevo: la industrialización y un gran partido de izquierdas. El poder real se vio limitado por el Parlamento.
La reina Victoria, que solía permanecer grandes temporadas en el extranjero, apenas pisó suelo sueco desde la muerte de su hijo. Su salud - sufría una enfermedad pulmonar - la obligaba a permanecer en climas más cálidos, aunque también es cierto que su matrimonio estaba roto y no era más que puro teatro de cara a la opinión pública.
A finales de los años treinta ya se fraguaba en Europa la Segunda Guerra Mundial. Los países nórdicos volvieron a declararse neutrales en el caso de que el conflicto bélico se desatara. Cuando llegó la guerra, tan solo Suecia se libraría de ser invadida aunque, para ello, tuvo que hacer algunas concesiones a Alemania.
No estuvo ajeno Gustavo V a todas estas situaciones y según el Primer Ministro Hansson, el Rey lo presionó para que aceptara el paso de las tropas alemanas en su camino hacia Finlandia y Noruega. Sea cierto o no, lo que si sabemos es que Hansson dio permiso a Hitler para transportar en trenes suecos a las tropas alemanas que, tras la invasión, pretendían ocupar los territorios de Noruega y Finlandia. Suecia también seguiría proporcionando a Alemania los minerales que ésta necesitaba para su armamento, sobre todo el hierro.
Gustavo V, su hijo y Hermann Göring
Gustavo V, utilizando toda su habilidad diplomática, se ofrecería como mediador entre Alemania y el Reino Unido.
Al final de la guerra, Suecia obtuvo los fondos de ayuda de Estados Unidos a través del Plan Marshall, lo que llevó al país a un desarrollo económico que le permitiría grandes reformas sociales. Gracias a ellas los suecos lograrían el Estado de Bienestar mayor de todo el continente.
La homosexualidad de Gustavo era un secreto bien guardado y él fue un hombre discreto durante toda su vida hasta que llegaron los años de su vejez en los que, ya viudo desde 1930, no se preocupaba en ocultarlo.
Gustavo murió en el Palacio de Drottningholm el 29 de octubre de 1950 como consecuencia de una infección bronquial complicada. Tenía 92 años.
Dos años después de su muerte estalló el caso Haijby. Una supuesta relación homosexual del Rey con Kurt Johansson, alias Haijby, y casi cuarenta años más joven que Gustavo V, desató el escándalo. Según parece la relación se había iniciado en 1912 cuando Kurt contaba solo 15 años.
Se demostró que la Corona había pagado durante años grandes sumas de dinero para acallar a Kurt, además de enviarlo a Estados Unidos e incluso ingresarle en un psiquiátrico.
Todo salió a la luz pública cuando Haijby denunció ante la Fiscalía General de Suecia haber sido objeto de un secuestro ilegal al ser encerrado en un psiquiátrico sin su consentimiento y sin causa real que justificara el ingreso. Según se dijo, la oficina del fiscal filtró al periodista y escritor Vilhelm Moberg los documentos.
Haijby fue acusado de chantaje y condenado. Acabó suicidándose en 1965.