Alejandro III
Alejandro vino al mundo en San Petersburgo en marzo de 1845 y cuando nació nada hacía pensar que un día pudiera convertirse en zar de Rusia, teniendo en cuenta que era el tercero en la linea de sucesión. Cuando aquel 10 de marzo Alejandro vio por primera vez la luz, su abuelo todavía era emperador de todas las Rusias y él era el segundo hijo del heredero al trono.
Alejandro no se parecía en nada a su padre, ni a su madre, ni a su hermano y ni siquiera su hijo llegó a parecérsele. No poseía el refinado aspecto de ninguno de ellos, tampoco su elegancia ni sus educados modales. Era grande, alto, robusto, de fuerte complexión, y además era muy tosco en sus ademanes. A decir de muchos parecía más un patán que el hijo de un emperador.
Como correspondía a un príncipe segundón su educación no fue tan completa como la de su hermano Nicolás - el heredero - y tan sólo se le preparó para la carrera militar. El encargado principal de su educación fue el profesor de Derecho Konstantín Pobedonóstsev, que no se mostraba demasiado satisfecho de su alumno, llegando a decir : "Después de las primeras clases le pregunté sobre lo aprendido para ver qué es lo que se quedó en su mente, resulta que no quedó nada. El gran príncipe presenta pobreza de datos y de ideas".
Parece pues que la inteligencia de Alejandro era mediocre pero en él calaron y muy profundamente las ideas de su preceptor convirtiéndose en un nacionalista exagerado y reaccionario muy alejado de las ideas liberales de su padre, razón por la que nunca estuvieron bien avenidos.
Todo cambia para Alejandro en Abril de 1865, fecha en la que su hermano, el zarevich Nicolás, muere tras una corta enfermedad. A partir de ese momento se convertirá en heredero al trono y poco después en el prometido de la novia de su hermano fallecido.
Dagmar de Dinamarca
Se dice que fue el propio Nicolás, en su lecho de muerte, quien pidió a su hermano que desposará a Dagmar de Dinamarca - su prometida en esos momentos - pero también es verdad que a Rusia le interesaba esa unión con la familia real danesa que, por otra parte, estaba emparentada con gran parte de las monarquías de Europa. Cabe suponer que también a Dinamarca le interesaba una unión matrimonial con Rusia.
En junio de 1866 Alejandro visita a Dagmar en Cophenage y se formaliza el compromiso, tres meses después Dagmar llega a Rusia para contraer matrimonio. Tras convertirse a la religión ortodoxa pasaría a llamarse María Fiódorovna. La ceremonia de la boda se celebraría el 9 de noviembre en el Palacio de Invierno de San Petersburgo.
No hay duda de que Alejandro se había enamorado de Dagmar pues siempre le fue fiel y nunca se le conoció ninguna amante y esta devoción también acabó por enamorar a su esposa.
Desde el momento de su matrimonio y ya como Zarevich, Alejandro fue invitado a participar en los consejos de ministros y representó a su padre en algunos eventos en el extranjero.
Mientras tanto, María Fiódorovna, nada interesada en la política, cuidaba de los cinco hijos que tuvo la pareja.
Boda de Alejandro y Dagmar
En marzo de 1881, su padre, el zar Alejandro II es asesinado en un atentado perpetrado por el grupo terrorista "Voluntad Popular". Ocurrió en el momento en el que se disponía a firmar una serie de documentos con los que pretendía continuar con las reformas liberales que ya había emprendido y llegar, de ese modo, a una Monarquía Constitucional.
Automáticamente el zarevich se convierte en zar de Rusia con el nombre de Alejandro III.
Los ministros de su padre le aconsejan continuar con la política liberal iniciada por éste, pero no está dentro de la mente del nuevo zar continuar con lo emprendido por su padre. En abril de ese mismo año aprobó un manifiesto que con el titulo "Sobre la firmeza del poder absoluto" proclamaba la necesidad del poder total de los zares para conseguir el bienestar del pueblo.
Alejandro suspendió la reforma administrativa iniciada por su padre y abolió la autonomía de los centros de educación universitaria, limitando la admisión de los judíos en las universidades y prohibiendo a los colegios admitir a los hijos de sirvientes. No fueron éstas las únicas medidas contra los judíos ya que, aún sin pruebas, los consideraba culpables del asesinato de su padre y a partir de su entronización se iniciaría uno de los "pogromos " más violentos de los que se dieron en Rusia y que obligarían a huir a miles de judios.
Alejandro fue también el fundador de la Ojhrana, una policía política dependiente del Ministerio del Interior, que tenía como objetivo evitar actividades revolucionarias en la población y por supuesto proteger a la familia imperial de cualquier atentado. Se dice también que algunos de los pogromos fueron apoyados por ésta policía secreta.
En 1887 la Ojhrana desmanteló a un grupo que conspiraba para atentar contra el zar. Sus integrantes fueron ejecutados, entre ellos se encontraba Aleksandr Uliánov, el hermano de Vladimir Lenin.
No obstante, a nivel económico Alejandro logró la estabilidad. Los nuevos impuestos aduaneros y la reforma del rublo tuvieron efectos beneficiosos sobre la economía del país. También hizo ahorros personales, disminuyendo el presupuesto general destinado a palacio y ahorrando a base de limitar el número de sirvientes, las fiestas y hasta prohibiendo que se sirviera vino extranjero en su mesa y se utilizara tan sólo el autóctono.
En lo que nunca ahorró fue en las obras de arte y el Palacio de invierno y los museos de San Petersburgo están llenos de obras adquiridas por él.
También durante su reinado se iniciaron las obras del ferrocarril Transiberiano.
En 1894 Alejandro empezó a encontrarse mal, tenía nauseas, dolor de cabeza y perdía peso. Sus médicos, entre los que se encontraba el eminente doctor Sergey Petrovich Botkin diagnosticaron una nefritis. Su cuñada, Olga, le ofreció su palacio de la isla de Corfú para que se repusiera y Alejandro y su esposa emprendieron viaje hacia Grecia. Nunca llegarían.
Cuando se encontraban en Crimea la debilidad del zar era demasiado grande como para seguir viajando y decidieron instalarse en el Palacio de Livaida. Allí lo encontró la muerte.
Alejandro murió el 1 de noviembre a la edad de 49 años. Todos sus descendientes serían asesinados 23 años después.
Fue enterrado en la fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo.
Alejandro murió el 1 de noviembre a la edad de 49 años. Todos sus descendientes serían asesinados 23 años después.
Fue enterrado en la fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo.