miércoles, 25 de enero de 2017

Zarevich Nicolás Aleksándrovich de Rusia




Zarevich Nicolás. Sergey Zaryanko


Cuando el heredero del zar Alejandro II vino al mundo su padre todavía no era emperador. Nacido en septiembre de 1843 no sería hasta 1855 cuando sería proclamado Zarevich. En esa fecha moría su abuelo y su padre se convertía en el nuevo emperador de Rusia y Nicolás en el heredero. 

Había nacido en Tsárskoye Selo - residencia de la familia imperial - cerca de San Petersburgo y para festejar su nacimiento se repartieron 20.000 rublos entre la gente más necesitada. Su carácter dulce y tímido como el de su madre, María de Hesse-Darmstadt, le granjearon la simpatía de quienes lo trataron desde su más tierna edad. 

La familia le llamaba Nixa y al cumplir los cinco años desaparecerían de su vida las niñeras e institutrices y se encargaría de su educación al general Nikolai Zinoviev. No fue el único profesor puesto que la educación del Zarevich sería muy completa. Junto a sus hermanos y otros jóvenes de la nobleza terminaría sus estudios en una novedosa escuela cuyo proyecto había sido desarrollado por Vladimir Titov: el Liceo. 

Al cumplir los 18 años y en la sala de St. George Hall del Palacio de Invierno juró  fidelidad al país y al servicio del Estado como heredero de la corona. Tras el juramento tuvo lugar una recepción con todos los diplomáticos representantes de los distintos países. 

Nicolás era alto, delgado, guapo y según Chicherin inteligente, alegre y tan agradable que podía llegar a fascinar. Pero no todo eran halagos, había también quien opinaba que el heredero era suave y blando en exceso. Su salud no había sido demasiado buena y desde pequeño sufría de escrofula - inflamación de los ganglios linfáticos - por cuya causa acudía todos los veranos a Liepaja para aliviarse tomando baños de mar.

Juramento del Zarevich Nicolás. Gottfried Willewalde

Nicolás también había sufrido en 1860 una caída de un caballo mientras participaba en las carreras de Tsárskoye Selo, dañándose la espalda y como consecuencia, sufriría dolores el resto de su corta vida. No obstante y a pesar de ello, sería en ese mismo año cuando iniciaría junto al conde Stróganov y por ordenes de su padre, su primer viaje por Rusia con el propósito de irse familiarizando con el territorio que un día le correspondería gobernar. 

Al siguiente año realizaría otro viaje por Rusia. Durante cuatro meses y medio recorrería la parte sur del país y parece ser que durante el mismo todo tipo de personas fueron invitadas a acercarse al heredero. Nicolás parecía interesarse por todo, por la situación de los agricultores, por la situación económica de los sitios visitados, por sus artistas e incluso por la artesanía y las canciones populares. El Príncipe parecía sentir un enorme amor por su tierra y esto originaba en las gentes un enorme amor hacia él.

En 1864 el Zar decide que ya es hora de que Nicolás viaje al extranjero. El viaje tiene un doble objetivo, por una parte darse a conocer en las cortes europeas, por otra tratar de encontrar esposa entre las princesas casaderas.

De nuevo acompañado por el conde Stroganov y un reducido grupo de personas emprende viaje. La relación entre el Príncipe y su comitiva es de compañerismo. Chicherin escribe en sus memorias "Viajamos como un círculo de amigos, de diferentes edades, diferentes posiciones, pero todos conectados por el sentido común y las aspiraciones comunes". El primer país que visitaron fue Alemania después vendrían Holanda y Dinamarca.

En Copenhague le esperaba la que su padre consideraba - en aquel momento político - la novia ideal, Dagmar de Dinamarca, Minnie para la familia, la segunda hija del rey Cristian IX. Si Nicolás se enamoró o no durante las tres semanas que permaneció en tierras danesas es algo que desconocemos.

Ella era bonita, educada y tenía 16 años, cabe suponer que seria al menos de su agrado. El compromiso fue anunciado el mismo día que Nixa cumplía los 21 años. En San Petersburgo los cañones se dispararon para celebrar el anuncio.

Nicolás y Dagmar

A principios de octubre de 1864 Nicolas continuó con el programa establecido de su viaje por Europa y, a través de Stuttgart, Nuremberg, Munich y el Tirol iría a Venecia. Fue precisamente en esta ciudad donde, tal vez por la humedad de su clima, se empezarían a manifestar intensos dolores de espalda y un gran cansancio. A pesar de ello continuó con el viaje y acudió a Turin donde tenía programada una cena con el rey Victor Manuel II.

Cuando la comitiva llego a Florencia, Nicolás volvió a sufrir una crisis dolorosa muy aguda, tan intensa que le obligo a guardar cama y en los pocos momentos en que se ponía en pie se veía obligado a andar encorvado, postura que le resultaba menos dolorosa. Los médicos reunidos determinaron que la causa de la enfermedad era un reumatismo y se le prescribieron masajes durante un mes.

En diciembre se le trasladaría a Niza pensando que el clima más suave de ésta ciudad le sería beneficioso y donde además había acudido su madre María que, alarmada por las noticias sobre la salud de su hijo, decide acudir a su encuentro.

La Emperatriz María. Winterhalter


Se forma un consejo de médicos que no consiguen llegar a un diagnostico y ni tan siquiera logran aliviar al Príncipe del dolor que sufría. Poco a poco Nicolás se va debilitando, adelgaza, está pálido, macilento y los dolores son cada vez mayores, hasta el punto de que ya no consigue ponerse en pie.

A finales de marzo y ante las terribles noticias que llegan desde Niza, su hermano, el Gran -Duque Alejandro, al que siempre había estado muy unido el heredero, sale de San Petersburgo para acudir a su lado. Pocos días después el zar Alejandro II junto al resto de sus hijos emprende el camino hacia Francia con un solo pensamiento en la cabeza, lograr ver vivo a su hijo. Durante el camino se le une la Princesa Dagmar y la madre de ésta. Ambas desean estar al lado del enfermo.

Antes de la llegada de sus familiares Nicolás había empezado a sufrir fuertes dolores de cabeza que se acompañaban de grandes vómitos llegando a perder el conocimiento por breves momentos, durante estas crisis.

Ante la gravedad del cuadro el día 11 de abril se reúne el consejo de médicos y se decide llamar a consulta a los eminentes doctores Nikolai ZdekauerN. Pirogov y es entonces cuando, tras deliberar, se llega a un diagnostico del que se informa a la familia. Nicolás sufre una meningitis tuberculosa cerebro-espinal. Se acaban pues las esperanzas de salvación.

Esa misma tarde entraría en coma muriendo durante la mañana del siguiente día, el 12 de abril de 1865 a los 21 años de edad.

Unos días después la fragata "Alexander Nevsky" trasladaría su cuerpo hasta Rusia. En la Catedral de San Pedro y San Pablo se le daría sepultura el 28 de mayo.


Catedral ortodoxa de San Nicolás. Niza


Años más tarde su madre, la emperatriz María, haría construir un templo en el lugar donde su hijo encontró la muerte. La catedral de San Nicolás es el mayor templo ortodoxo de Europa. Cuando finalizaron las obras en 1912 el propio zar Nicolás II acudió a Niza para la consagración del templo.
En el momento actual la catedral a vuelto a ser propiedad de Rusia.

La leyenda dice que el propio Nicolás, mientras se debatía con la muerte, hablo con su hermano Alejandro y le hizo prometer que se casaría con Dagmar. Fuera ésta la causa o fuera que a Rusia interesaba la alianza matrimonial con Dinamarca, lo cierto es que Minnie acabó convirtiéndose en zarina de Rusia por su matrimonio con el que se convertirá en Alejandro III y también en la madre del último zar, Nicolás II.

lunes, 16 de enero de 2017

Maria I Estuardo. Reina de Escocia




María Estuardo. F. Clouet

María, hija del rey de Escocia Jacobo V y de María  de Guisa, vino al mundo el 8 de diciembre de 1542 en el palacio de Linlithgow, cerca de Edimburgo. La singularidad y la tragedia que marcaron su vida casi desde el nacimiento dieron a su  existencia un aura de folletín que sigue perdurando con el paso de los siglos.

Tenía pocos días cuando falleció su padre, tras ser herido en una batalla contra su tío el rey inglés Enrique VIII, circunstancia que la catapultó a ser coronada reina de Escocia cuando apenas contaba un año de edad. El rey de Inglaterra debió pensar que conseguir el trono de Escocia por la vía del matrimonio sería una buena jugada y propuso a los nobles escoceses el matrimonio de su hijo  y heredero, Eduardo, con la pequeña reina con la condición de que María fuese educada en Inglaterra hasta que el matrimonio  se produjese. La madre de la pequeña, María de Guisa, era una ferviente católica y se negó rotundamente a que su hija pudiera ser trasladada a Inglaterra y educada como protestante. Así pues, rompió el acuerdo y rápidamente la comprometió con Francisco, el Delfín de Francia, enviándola a este país para que estuviera protegida hasta que el matrimonio pudiera celebrarse. Madre e hija nunca volvería a verse.

 En París se le proporcionó casa propia y se la trató con honores de reina. Se relacionaba con los príncipes franceses  y cabe suponer que de no ser por la manifiesta animadversión de su futura suegra, Catalina de Médicis, su adolescencia habría sido grata. El 24 de mayo de 1558, María contraía matrimonio en la catedral de Notre-Dame con Francisco, en una ceremonia llena de pompa y boato. Tan sólo un año después y debido a la prematura muerte de su suegro María se convertía en reina consorte de Francia. Su reinado sería breve, su esposo Francisco moría en diciembre de 1560 dejándola viuda. Poco tardó Catalina de Médicis en apartarla de la corte francesa y en situarse como regente.



Maria Estuardo y Francisco II. F. Clouet


En Inglaterra había muerto ya Enrique VIII y también su sucesora, la triste María "La sanguinaria" y había subido al trono Isabel, la hija de Enrique y Ana Bolena, cuya legitimidad era cuestionada por los católicos. Consideraba María Estuardo que siendo sobrina-nieta de Enrique VIII, tenía más derecho al trono inglés que la mujer bastarda que en aquel momento se sentaba en él y la defensa de ese derecho sería la principal razón de su regreso a la tierra que la vio nacer.

Pocos meses después de la muerte de su esposo, María, regresó a su país encontrándose con una complicada situación entre católicos y protestantes, agudizada por las intrigas de la nobleza y para la que desde luego no estaba preparada. Su educación había sido muy completa y refinada pero, nadie la había instruido en política. 

Colocó a su hermano bastardo, Jacobo Estuardo, como consejero principal e inició una política de tolerancia religiosa, aceptando que tanto católicos como protestantes estuvieran presentes en el gobierno pero, ni los unos ni los otros estaban contentos.

Aparece entonces en escena Lord Darnley, un joven atractivo, arrogante y caprichoso. Era hijo del conde de Lenox - que veinte años atrás había tenido que exiliarse a Inglaterra - y aunque él había nacido en tierra inglesa  y era súbdito de Isabel I, poseía tierras en Escocia y a ellas acudió al poco de la llegada de María. Conquistó a la joven reina escocesa que tomó la decisión de contraer matrimonio con su enamorado, siendo ésta una de las peores decisiones que tomaría en su vida. Los nobles se rebelaron, su hermano Jacobo se alzó en armas contra ella y su flamante esposo le exigió, al poco tiempo de contraído el matrimonio, ser coronado rey de Escocia y compartir de ese modo las tareas de gobierno.

María, que se encontraba ya embarazada, optó por dar largas a su esposo y mientras éste se divertía en Edimburgo ella pasaba el tiempo con un músico italiano, David Rizzio, que pasó de ser músico de la corte a secretario de las relaciones con Francia. Esta situación no gustó nada a Lord Darnley que pactó  con la facción de nobles rebeldes para hacer desaparecer al italiano de la vida de la Reina. El 9 de marzo de 1566 estos nobles entran en los aposentos de María y apuñalan a Rizzio hasta ocasionarle la muerte. Tras este suceso, María se trasladaría al palacio de Edimburgo donde tres meses después daría a luz a su hijo Jacobo.



Lord Darnley. Anónimo. National Gallery Escocia


Tanto María como los nobles que la apoyaban estaban hartos de las exigencias de Darnley. Como las relaciones de los esposos se habían deteriorado optaron por dejar de convivir y él pasó a ocupar Kirk O’Field, una casa cercana al palacio. En esta casa se produjo una explosión  antes de cumplirse el año de la muerte de Rizzio, concretamente en febrero de 1567. El cuerpo de Lord Darnley, semidesnudo, fue hallado en el jardín pero no había muerto por la explosión sino estrangulado.

En la investigación que siguió al hallazgo del cadáver, se comprobó que la pólvora de la explosión había sido suministrada por el conde de Bothwell, uno de los favoritos de la Reina y del que se rumoreaba que era su amante. María se vería obligada a organizar un simulacro de juicio del que Bothwell lograría salir absuelto y enriquecido, ya que, se le devolvieron todas las tierras que en su día le había arrebatado Darnley. No es de extrañar que la sombra de la duda sobre quién había instigado el asesinato de su esposo planeara también sobre la cabeza de María.

Poco después y cuando María viajaba de Edimburgo a Linlithgow la comitiva fue asaltada y la Reina secuestrada por los soldados de Bothwell y conducida a la fortaleza de Dunbar. Lo que allí sucedió se desconoce pero, cuando María regresó a Edimburgo y comunicó que se casaba con Bothwell, explicando que había sido violada por él y debía lavar su honra, nadie la creyó. Fue el principio del fin de la Reina.

Los nobles que habían deseado la caída de Darnley y habían ayudado a conseguirla se alzaron en armas contra María y el conde Bothwell. Al frente de estos nobles estaba el hermano bastardo de María, Jacobo Estuardo. En la batalla de Carberry Hill, María fue apresada y recluida en el castillo de Loch Leven. Bothwell logró huir a Dinamarca. Durante su cautiverio María sufrió un aborto y además fue obligada a abdicar en su hijo Jacobo, que fue proclamado Jacobo VI de Escocia.

En mayo de 1568 María se escapa del castillo disfrazada de lavandera. Con los nobles que todavía le eran fieles logra formar un pequeño ejercito y se enfrenta a su hermano en la que sería su última batalla. Es derrotada y huye hacia Inglaterra, con la esperanza de que su prima Isabel la ayudaría. Nada más lejos de la intención de Isabel que apresó a María de inmediato. La mantuvo recluida en diversas fortalezas y así, estrechamente vigilada, paso los siguientes 19 años de su vida. Fue acusada en varias ocasiones de conspirar contra Isabel I y finalmente  condenada a muerte por alta traición.



María Estuardo camino del patíbulo. Vannutelli


A primera hora de la mañana del día 8 de febrero de 1587 María I de Escocia fue decapitada. Esta Reina pasaría a la Historia como una depravada según los protestantes y como una mártir según los católicos. De lo que no hay duda es de que fue una mujer muy apasionada, con muy poco criterio y probablemente muy desgraciada. Un personaje trágico de enigmática personalidad.

Fue sepultada en la Catedral de Peterborough. Años más tarde su hijo, Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra, mandó trasladar sus restos a la Abadía de Westminster.