La única hija del Kronprinz Rodolfo, heredero del Imperio Austrohúngaro y de su esposa, Estefanía de Bélgica, venía al mundo el 2 de septiembre de 1883. Como sucedía en cualquier familia real o imperial que se preciase, a la niña se le impusieron hasta cinco nombres, el primero de los cuales era en honor de su abuela paterna, la emperatriz “Sissi” y, como era también habitual, se le asignó un diminutivo, Erzsi, por el que todos la conocerían.
El matrimonio de sus padres, como tantos otros de la realeza, era un matrimonio impuesto por razones políticas y por lo tanto carente de afectividad, pero además se dio la circunstancia de que tras el nacimiento de Erzsi su madre, la archiduquesa Estefanía, quedó imposibilitada para concebir más hijos, razón por la cual el Kronprinz no volvería a acercarse al lecho de su esposa.
La corta edad de Erzsi la mantendría, probablemente, ajena a la tormentosa vida conyugal de sus padres. Contaba seis años cuando los terribles hechos sucedidos en Mayerling la dejaron huérfana de padre. Lo que estos hechos pudieron influir en la formación de la personalidad de la pequeña lo ignoramos pero lo que si sabemos es que su vida dio un giro y pasó a vivir bajo la tutela emocional y afectiva de su abuelo Francisco José. Al quedar viuda Estefanía - que no se encontraba integrada en la Corte vienesa - pasó a convertirse, al igual que su suegra la Emperatriz Sissi, en un pájaro errante que pasaba la mayor parte de su tiempo viajando. Así pues, Erzsi fue una niña mimada y educada por un abuelo que quería resarcir en ella las malas relaciones que había mantenido con su hijo, el padre de la que sin duda fue su nieta favorita.
Cuando contaba 16 años asistió a su primer baile y parece ser que causó sensación por su belleza: era rubia, de ojos azules, con un hermoso cutis y también alta y delgada. Pero esta apariencia de princesa de cuento de hadas dulce y frágil era, según nos dice en su libro sobre la Archiduquesa el historiador Friedrich Weissensteiner, tan solo eso, apariencia. Asegura Weissensteiner que ya entonces Erzsi era completamente consciente de su rango, sabía lo que quería y sabía también como conseguirlo.
Francisco José I
Fue precisamente en ese baile donde conoce a un oficial del ejercito muy apuesto y perteneciente a la nobleza: Otto Windisch-Greatz. La Archiduquesa quedaría altamente impresionada por este joven que era diez años mayor que ella.
Pocos meses después de estos hechos - y para disgusto de Erzsi - su madre, la archiduquesa viuda Estefanía, contraería nuevo matrimonio. Durante los esponsales, y tal vez para fastidiar la fiesta, Erzsi daría la noticia de que también ella iba a casarse con el hombre del que se ha enamorado. Parece ser que Otto, que era el hombre en cuestión, nada sabía de los propósitos de la joven y tuvo que ser el propio emperador Francisco José quien citara en audiencia a un sorprendido Otto, que argumentó la imposibilidad de poder aceptar la oferta puesto que ya estaba comprometido. Consideraba el Emperador que el matrimonio con un lugarteniente del ejercito no era el más adecuado para su nieta, pero como estaba dispuesto a satisfacer todos los deseos de Erzsi, dio al traste con los argumentos de Otto recordándole que como oficial del ejercito debía acatar las ordenes de sus superiores.
La boda se celebró en 1902 en el palacio de Hofburg. La novia había recibido una cuantiosa dote por parte de su abuelo y conservaba el titulo de Alteza Real pero había tenido que renunciar previamente a sus derechos sucesorios. El novio, por el contrario, se sentía verdaderamente infeliz. No es de extrañar pues que Otto buscara en los brazos de una actriz joven y hermosa, Louise Ziegler, una pequeña parte de la satisfacción sentimental que no sentía al lado de su esposa. Enterada Erzsi, parece ser que, loca de celos, irrumpió en el apartamento donde su esposo se veía con su amante y descerrajó dos tiros a la actriz. Esto al menos es lo que publicaba en marzo de 1904 el periódico The Call y también el The Kingston Daily, aunque aclarando que fuentes oficiales habían negado absolutamente los hechos y por lo tanto la noticia quedaba tan solo a nivel de la rumorología. Desde luego nada fue probado.
Isabel María y Otto
A pesar del desamor y las desavenencias el matrimonio tuvo cuatro hijos. Con el paso del tiempo las cosas irían empeorando y lo que un día fue amor, por parte de la Archiduquesa, se iría transformando en aversión. En 1911 Erzsi compra el castillo de Shönau y gasta una fortuna en amueblarlo, probablemente con la intención de pasar temporadas en él sin su marido pero además decide que pasará los inviernos en Istria con sus hijos porque el aire del mar - como a su abuela Sissi - le resultaba beneficioso.
Es en Istria donde conoce a un oficial de la Marina llamado Egon Lerch, con quien mantiene una “especial amistad” hasta que en 1915 el marino encontró la muerte en un submarino que explotó al chocar con una mina cerca de Venecia. Es en agosto de ese mismo año cuando decide separarse de su esposo y como correspondía a los miembros de la familia imperial, Erzsi necesitaría el permiso del Emperador para llevar a cabo la separación. Pero en este caso, la profunda religiosidad de Francisco José le impidió satisfacer la petición de su nieta y el permiso fue denegado.
A la muerte del Emperador en 1916 la Archiduquesa intenta de nuevo la separación y solicita la autorización del nuevo Emperador. No la obtiene y además su madre Estefanía y toda la familia imperial se posicionó en su contra y dieron su apoyo a Otto. Acostumbrada a conseguir lo que quería, abandonó a su esposo cogió a sus hijos y se trasladó a vivir al castillo Shönau. Empezaría entonces una encarnizada lucha por la custodia de los hijos. La policía, en cumplimiento de una orden del juez, que había concedido la custodia a Otto, acudió a Shönau con la intención de llevarse a los niños pero, un piquete de más de cien trabajadores rodearon el castillo impidiendo el paso a los gendarmes que finalmente desistieron. El incidente ocupó las paginas de la prensa y finalmente el juez dio la custodia a la Archiduquesa.
No olvidaría Erzsi el comportamiento de sus familiares y cuando el Imperio cayó no movería ni un solo dedo para ayudar a su familia.
En 1921 conoce al profesor Leopold Petznek, un político socialdemócrata diputado del Parlamento de Estado y tres años después se une sentimentalmente a él. Fue entonces cuando se produce el gran cambio en la personalidad de Erzsi. El viento que había recorrido Europa derribando instituciones centenarias sacudió sus hombros e hizo crecer en ella una conciencia social. El gran parque que rodeaba su castillo fue abierto para los niños de las barriadas obreras y en él se sembraban hortalizas que eran repartidas entre la gente necesitada. Ya entonces se la empezaba a llamar “la Archiduquesa roja”.
Leopold Petznek,
En 1927 conoce en un mitin político al que se convertiría en el canciller de la República Austriaca Bruno Kreisky y surgiría entre ellos una profunda amistad que afianzaría todavía más las ideas socialdemócratas de la otrora archiduquesa.
En 1929 Erzsi, que conservaba intacta su gran fortuna y disponía de ella para ayudar a su partido político compró la Villa Windischgraetz. Su ex marido y sus hijos, a los que había intentado educar en el espíritu socialista con escaso éxito, no parecían estar conformes con ello y la acusaron públicamente de dilapidar su fortuna en pro de la socialdemocracia. Las relaciones con sus hijos se enfriarían definitivamente.
Los tiempos empezaban a cambiar en Austria, el ambiente político entre conservadores y socialdemócratas se hizo cada vez más denso y enrarecido y en 1934 una lucha armada que duró varias semanas estalló en Viena. La socialdemocracia fue condenada a la clandestinidad y Petznek encarcelado por orden de la dictadura de Dolfuss. En 1944 fue internado en el campo de concentración de Dachau del que fue liberado al terminar la guerra.
En 1948 Erzsi obtiene al fin el divorcio de su primer marido y puede casarse con Leopold, su autentico amor, que moriría en 1956 dejándola sumida en una profunda tristeza.
A partir de ese momento vivió cada vez más recluida, se volvió huraña y desconfiada y poco a poco una enfermedad reumática la dejaría confinada a una silla de ruedas. Murió en 1963 como consecuencia de una enfermedad cardiaca.
Legó todos sus bienes a la ciudad de Viena y a cuatro ordenes religiosas. Sus hijos tan solo percibieron la parte que la ley les otorgaba. Por su expreso deseo fue enterrada en el cementerio de Hütteldorf, en una tumba sin inscripción ni nombre cercana a la de su esposo Leopold.
Hola, triste historia, la de una mujer que no fue feliz al igual que su mítica abuela. m encanta asomarme a tu espacio, mil gracias por todo y un beso!!
ResponderEliminarGracias a ti por pasar Elisa.
EliminarBesos
Una historia intensa y muy bien escrita te leo y me asombras
EliminarMuchas gracias. Encantada de que pases por este espacio.
EliminarTenia todo un carácter haciendo lo que ella quería hasta sus últimos tiempos pero no llegando a conseguir lo esperado quizás.
ResponderEliminarCiertamente era muy bonita, besos.
Hizo lo que quiso casi siempre y si no lo consiguió no fue por no intentarlo. Era una mujer muy bella por fuera.
EliminarBesos
Bueno, ya nos vamos acostumbrando a la infelicidad de la mayoría de los protagonistas de tu blog, pero claro, no es para menos, si tenemos en cuenta que el hecho de nacer en familias reales les pesaba como una losa sobre el pecho hasta el día de su muerte.
ResponderEliminarLamentables destino el de esta archiduquesa caprichosa, que al final conseguirá hacer cosas de verdadera "roja".
¡Salud!
No creo que a ella le pesase demasiado el hecho de pertenecer a una familia imperial. Era una Wittelsbach y eso, en algunos casos, marcaba carácter.
EliminarSaludos dissortat
Ciertamente. Los Wittelsbach eran de otra pasta, más soñadores, más idealistas...
EliminarLe paso como a su abuela, no pudo ser feliz, aunque si abuelo hiciera todo cuanto ella deseaba la vida no le pudo dar tanto como ella queria, Mil besicos y gracias por enseñarnos tanro
ResponderEliminarTenía muchas cosas de su abuela entre ellas la inestabilidad emocional.
EliminarGracias por el comentario. Besos
Gracias, profe. Así da gusto aprender Historia. Espero impaciente la siguiente lección.
ResponderEliminarTu siempre dando muestras de tu aguda ironía. Cuando te leo siempre acabo sonriendo.
EliminarBueno, es verdad lo que dice Macando, vengo a clase de historia encantada. Ameno, entretenido. Gracias!!!
ResponderEliminarGracias a ti Mª Angeles. Besos
EliminarTiempos complicados para todos. Mientras Europa se desangraba en dos guerras mundiales y asistió al imparable ascenso de los totalitarismos fascistas y comunistas, esta mujer, infeliz seguramente desde muy joven dado el panorama familiar, no pudo realizarse plenamente porque las circunstancias -y su propia familia- se lo impidieron. De nuevo, el emperador Francisco José tiene algo que ver, directa o indirectamente, con la desdicha de una mujer.
ResponderEliminarUn saludo.
Hizo lo que quiso y en el momento en que lo quiso, si exceptuamos el hecho de la separación de su primer esposo. Era caprichosa y si en lugar de enamorarse de un socialdemógrata como Petznek se hubiera enamorado de un monárquico absolutista, probablemente, no habría dado motivos para que se la llamara "la archiduquesa roja".
EliminarUn abrazo Cayetano
Interesante historia de está dama que no logro ser feliz...Ni los padres, ni el matrimonio...El partido parece que en algo la ayudo, pero aun así...
ResponderEliminarBesos
Si no nos falta lo básico, para ser feliz también hay que estar predispuesto a ello....no sé si me explico. Hay gente que nunca logra ser feliz por más cosas que le de la vida.
EliminarBesos
Es una historia muy dramática como la de tantas mujeres con corona o sin ella.
ResponderEliminarMuchas veces el matrimonio es un calvario que unas soportan y otras no, sin duda somos los hombres los que creamos esas desgracias o nuestras personalidades independientes.
Ya conocía poco acerca de esta nieta de Sissi la cual, sin duda, heredó de su abuela el republicanismo latente en la emperatriz contra su voluntad, no es de extrañar que resultará ser una mujer excepcional para su sociedad.
Saludes Ámbar, muy interesante blog
En este caso en concreto creo que el que fue realmente desgraciado fue su primer esposo. El pobre Otto fue obligado a dejar a su prometida y a casarse con la caprichosa Archiduquesa por "orden" del Emperador, desobedecer esta orden hubiese significado perder su empleo en el ejercito y que su padre - también a las órdenes del Emperador - saliese también perjudicado.
EliminarSaludos y gracias por el comentario.
Amiga, siempre dejas lo mejor de ti en tus letras, que llegan a mí como el principio de la primavera, luminosa y cálida, eres el mejor de los libros de historia, ameno siempre, que me haces soñar al leerte.
ResponderEliminarYo que siempre quise ser princesa de niña… pienso que la vida me trato mucho mejor que a la mayoría de ellas, casi siempre fui feliz, y tuve la suerte de vivir con el amor de mi vida. Te mando mi cariño amiga mía. Un beso.
Tuviste suerte de no ser princesa aunque soñaras con ello y también tuviste suerte de ser feliz. Será que te lo mereces.
EliminarBesos
Para sus familiares la archiduquesa sería la "oveja negra" en el literal sentido de la palabra: separada de su marido y unida a un político socialista, ¡un horror! ¿Qué diría la ponión pública?, ¡qué deshonor para la familia! Eso pensarían y dirían en voz alta, mientras los vientos de cambio barrían por completo los cimientos de un mundo que desaparecía. La archiduquesa quiso vivir su propia vida, romper con los grilletes aristocráticos y encontrar la felicidad.
ResponderEliminarUn beso
La Archiduquesa vivió, sin duda, su vida como quiso. Rompió grilletes, normas y lazos familiares...todo menos los bienes legados por esa familia a la que aborrecía.
EliminarBesos Carmen
Intensa vida y ciertamente triste. La verdad es que no conocía mucho de su historia. De "Sissi" he leído libros y estoy un poquito más enterada.
ResponderEliminarMil gracias por compartir tanta cultura histórica.
Un beso.
Es una archiduquesa poco conocida, tal vez, porque su padre y su abuela acapararon todo el protagonismo.
EliminarGracias por el comentario.
Un beso
Triste, triste historia....pero me encanta leerte, bien dice Chema, la clase de historia así hasta dan ganas de que no termine!! ;)
ResponderEliminarun beso =))))
Gracias Liliana. Besos
EliminarUna bella mujer con una triste historia que da para una novela. Siempre un placer asistir a tus clases. Besos.
ResponderEliminarYo, la verdad, no encuentro tan triste su historia. Fue una mujer que siempre se movió por sus impulsos y que aunque no tuvo el cariño de sus progenitores, fue sumamente querida por su abuelo. Gracias por el comentario. Besos
EliminarHay familias a las que les acompaña la desgracia, o una maldición no se como definirlo, me ha gustado mucho tu entrada Ambar y me ha sorprendido porque no recordaba a esta princesa. Un abrazo.
ResponderEliminarLa familia Wittelsbach, a la que pertenecía por la rama paterna, no era demasiado equilibrada. Eso, indudablemente, es una desgracia. Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesos Leonor
Interesante historia la de Erzsi.No conocía la existencia de esta nieta de Sissi.Aunque su abuelo le dio todos los caprichos,no fue una mujer feliz.Ha de ser muy triste llegar a la vejez abandonada de la familia y de los propios hijos.
ResponderEliminarMuy interesantes y muy bien redactadas todas las historia.Es un placer leerlas
Un abrazo
Muchas gracias por el comentario Carmen. Besos
EliminarFue una mujer muy bella, tal parece por lo que leo aquí, de carácter fuerte e independiente como su abuela paterna. Y pensante. Encontró el verdadero amor y tuvo un alto compromiso social y político; dada la época y las circunstancias creo que si se realizó en ciertos aspectos.
ResponderEliminarBesos
Era una mujer apasionada y por lo tanto si deseaba algo...lo deseaba más que nadie. Su compromiso social estuvo propiciado por el amor a un hombre. No existía en ella ningún sentimiento que se aproximara a la socialdemocracia hasta que no conoce a Petznek.
EliminarBesos Myriam
(te dejé comentario también en la del padre)
ResponderEliminarEn la entrada de Rodolfo te he dejado la respuesta a tu pregunta. Al menos lo que yo se que no es mucho.
EliminarVolví a leer esta entrada de la apasionada vida de Erzsi.
EliminarPuede que su conciencia social fuera propiciada por el amor al profesor,
también podríamos decir que este despertó en ella la conciencia social.
Como dice el dicho, "nunca es tarde si la dicha es buena" y a la postre, lo
que importan son los resultados, me parece a mi.
Besos, Ambar
y 'fascinante lectura usted! historia muy triste ... lo que yo estaba en Viena sólo para ver la residencia, que hermoso!
ResponderEliminarBueno querida por la noche ..
Gracias or el comentario. Saludos
EliminarMenuda vida la suya! Menos mal que al final conoció el amor! El amor que todo lo puede, hasta cambiar la manera de vivir, pensar y sentir...
ResponderEliminarUn verdadero placer seguir aprendiendo contigo Ámbar.
Un beso enorme desde Camboya.
En su caso cambió totalmente su vida y su modo de sentir y pensar. Gracias por pasar por aquí.
EliminarUn beso
¡Cuánto aprendo contigo y de qué forma tan extraordinaria relatas estos sucesos históricos! Muchas gracias Ámbar, es un placer leerte. Un beso.
ResponderEliminarGracias a ti por pasar por éste rincón, yo también disfruto visitando tu espacio.
EliminarBesos
Hola Ambar, muy interesante la historia de la Archiduquesa Roja, por cierto una mujer muy bella, aunque durante años fuera desgraciada y "posiblemente asesinara a la amante de su marido" al final cambió su vida y pensamientos al conocer a Leopold. Gracias por compartir.
ResponderEliminarUn beso.
Si hubo o no "asesinato" por parte de la Archiduquesa, se mantuvo oculto. No existen pruebas de que lo hiciera.
EliminarBesos Conchi
Cada día disfruto más con los retazos de historia y la vida de esos personajes que tan magnificamente nos cuentas.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante la vida de esta mujer. Me gusta mucho la pasión con la que vive su vida, su decisión de encontrar el amor a toda costa. Una vida muy intensa.
Un beso, querida amiga.
Yo también encontré interesante la personalidad de ésta mujer, por eso la traje al blog. Dio muestras de rebeldía y pasión desde su infancia y supongo que sus progenitores tuvieron mucho que ver en el desarrollo de su carácter.
EliminarUn beso Maripaz
Me he entretenido leyendo esta historia familiar , Erzsi me parece un poco distinta a su abuela Sisi, de la cual tengo mas conocimientos pero les encuentro similitud en la parte social. Ambar es un buen relato Saludos.
ResponderEliminarTuvieron en común la rebeldía ante los convencionalismos sociales y la búsqueda de un desarrollo personal que, tal vez, la nieta encontró al abrazar la socialdemocracia. La paz interna que, seguramente, buscaban creo que no llegaron a alcanzarla ninguna de las dos.
EliminarBesos Eva
PRECIOSA LECCIÓN DE HISTORIA uN SALUDO
ResponderEliminarMuchas gracias por pasar por aquí y por el comentario.
EliminarSaludos
Una historia que desconocía y que me ha resultado interesante, aunque la considero una mujer valiente, no me hubiera gustado tenerla por madre.Muy bien escrita.
ResponderEliminarmariarosa
Me alegra que te haya interesado. Al igual que tu, yo tampoco hubiera deseado tenerla por madre.
EliminarGracias por el comentario. Saludos
Pensando ser feliz ella, ni lo fue, ni dejo serlo a los demás.
ResponderEliminarQué interesante historia, de la que no sabía nada.
Un saludo.
Una personalidad compleja a la que le tocó vivir en un ambiente en el que todo lo que había conocido se iba desmoronando.
EliminarSaludos dlt
Hola Ambar, fantástica y interesante la historia de la Archiduquesa Roja. Esta gente de la realeza, la felicidad no es su mejor compañera, ya es causalidad que la abuela tampoco lo fuera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal vez no es casualidad que su abuela tampoco fuera feliz. Ambas se desarrollaron en el mismo ambiente, ambas compartían genética, ambas estaban bajo la influencia del Emperador....
EliminarGracias por comentar. Besos
La vida de Erzsi es de película, lo relatas de una forma deliciosa, parece un culebrón de desamor, celos, riquezas, conciencia social y enfermedades. Todos los personajes de la corte austriaca dan para muchos relatos, es fascinante, como si las sucesoras de Sissí heredaran algo del caracter insatisfecho de ella.
ResponderEliminarProbablemente algo del carácter de la Emperatriz-icono austriaca heredaron sus descendientes. Gracias por el comentario.
EliminarSaludos
Y no han hecho un culebrón televisivo con toda esta historia? Aquí hay material que da para mucho ;)
ResponderEliminarUn saludo.
Da para una película y para un culebrón pero desconozco si se han hecho .
EliminarSaludos
¡Hola Ambar!!!
ResponderEliminarDe nuevo nos dejas otra historia súper interesante: Esta claro que la riqueza no la que proporciona la felicidad, aunque las penas son menos penas con dinero. Pero también lo pasa mal tanto por desamor como por otras circunstancias de la vida.
Me ha entado pasar a leerte, mi buena amiga.
Te dejo mi abrazo grande, mi estima y gratitud.
Se muy muy feliz.
Me alegra que te haya resultado interesante. Gracias por el comentario.
EliminarBesos
Me ha encantado, pasar a leerte. Ambar, amiga.
ResponderEliminarI love the black and white photos and also to look after the style and the fashion back! :)
ResponderEliminarHave a lovely eve my dear :)
Grace
http://thatisammore.blogspot.it/
That’s amore
Gracias por el comentario.
EliminarBesos
Una mujer caprichosa, pero sorprendente.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
Un abrazo.
Gracias Valverde.
EliminarUn abrazo
Qué manera de cambiar de vida ...después de esa vida holgada, un tanto caprichosa en gustos pasar a ser luchadora política....para terminar mas bien sola....pienso que esa carencia afectiva materna de su niñez influyó en su vida...
ResponderEliminarUn placer leer estos hechos históricos tan bien presentados
Fuerte abrazo Ambar y gracias siempre
Los hechos vividos en la infancia siempre nos marcan. La falta de cariño de sus padres fue, seguramente, determinante en la formación de su carácter.
EliminarBesos Stella
Me gusta la forma ,con la que aprendo con tus letras.
ResponderEliminarGracias por ello.
Besitos
Muchas gracias Inma.
ResponderEliminarBesos
Ambar,
ResponderEliminarLi com atenção o seu excelente trabalho, cujo título é: Isabel María de Austria, "la archiduquesa roja". Como já disse aqui, em outros comentários, sempre aprendo um pouco mais de História como você. Obrigado por compartilhar.
Abraços.
Pedro.
Muchas gracias por el comentario.
EliminarSaludos Pedro
Hola Ambar!
ResponderEliminarAhh, a esta mujer la conozco, qué interesante. Me interesa muchísimo la vida y muerte de su padre y de toda su familia. Leí la autobiografía de su tía la archiduquesa Marie Valerie, y me fascinó.
Mil gracias por tu comentario en Macondo.
Me quedo por aquí.
Besos
Vaya una vida movida y con cambiaos. Parece ser que caprichosa pero al final de su vida al menos es un poco más coherente. Muy interesante la vida de esta mujer, nieta de Sisi. Bss
ResponderEliminarUn mujer que se ha ganado un lugar en la historia!!!es siempre un placer pasar por este espacio donde siempre aprendemos!!!
ResponderEliminarVisitar esta página es aprender cada día algo nuevo y muy interesante. Muchas gracias.
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