Jaime de Borbón
Fue el segundo hijo de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg y por lo tanto Infante de España. Nació el 23 de junio de 1908 en el Palacio Real de la Granja, a la una y media de la madrugada. D. Jaime nació sordo aunque algunos sostienen que quedó sordo a los cuatro años como consecuencia de una mastoiditis. En aquel momento, el "defecto" fue ocultado a la opinión pública, como también lo fue la hemofilia de Alfonso, su hermano mayor.
Según explica José Aperazena el hecho de ser sordo constituyó una limitación que lo marcó de por vida y que tuvo consecuencias políticas para él y sus sucesores.
Su educación se confió a dos religiosas, sor María y sor Avelina que tenían experiencia pedagógica con niños sordos y gracias a ellas, D. Jaime aprendió a leer en los labios y a hablar en español y más tarde también aprendería a hacerlo en francés, ingles, alemán e italiano. Tenía eso sí una voz gutural y se ayudaba mucho con los gestos, a pesar de lo cual representó al Rey Alfonso XIII en numerosos actos oficiales.
Durante años fue tratado por distintos especialistas en un vano intento de solucionar su problema. Acudía regularmente a Burdeos para recibir tratamiento de los Dres Portman y Moore , también en Italia fue tratado por el Dr Trafelli sin resultados positivos.
Según José María Zavala, D. Jaime era una persona sensible, muy inteligente, inseguro, dependiente de su entorno y proclive a dejarse influenciar por quienes lo rodeaban. Sentía un profundo amor por su madre y estaba muy unido a su hermano mayor, el Príncipe de Asturias, D. Alfonso.
D.Jaime y D. Alfonso de Borbón
D. Jaime acompaña a su madre hacia el exilio la noche del 15 de abril de 1931. El Rey Alfonso XIII ya había partido hacia Cartagena. Las banderas republicanas ondeaban en las calles y plazas de Madrid.
Ya en el exilio y dos años después de la proclamación de la República, el entonces Príncipe de Asturias, D. Alfonso, renunciaría al trono español para contraer matrimonio morganático con la cubana Edelmira Sanpedro. Automáticamente D. Jaime pasaría a ser el heredero legítimo de la Corona de España. Esta situación no era del agrado de Alfonso XIII que deseaba como heredero a su hijo Juan, el único varón "sano" de la Familia Real.
D.Jaime es llamado por su padre a Fontainebleau. Allí el Rey, junto con el marques de Torres de Mendoza, Luis Miranda, Calvo- Sotelo y el conde de Ruidoms le convencen para que realice su renuncia al trono. Le dicen que dada la situación política en España, su minusvalía significaría una seria dificultad para la restauración monárquica y le aseguran que en el futuro no tendrá ningún problema económico, ya que, este sacrificio será recompensado, se sufragarán todos sus gastos y podrá llevar la vida que corresponde a un príncipe. D. Jaime se apresuraría a firmar. Era el 23 de junio de 1933. A partir de entonces utilizó el titulo de Duque de Segovia.
A pesar de la renuncia, Alfonso XIII tenía sus dudas y consideró que lo mejor sería casar a D. Jaime con una persona "no adecuada" lo que evitaría posibles tentaciones de su hijo en cuanto a invalidar el documento firmado. Así pues, se le buscó una esposa acorde con sus intereses, lo bastante aristocrática para emparentar con un Borbón pero sin sangre real. De este modo, la renuncia de D. Jaime quedaba asegurada al contraer como ya hiciera su hermano un matrimonio morganático
La elegida fue Emmanuela de Dampierre y Rúspoli, hija de un noble francés y de una princesa italiana, y el matrimonio se celebró en Roma, en la iglesia de San Ignacio de Loyola el 4 de marzo de 1935. Fue una boda, como tantas otras, de interés, sin que mediara el amor por parte de ninguno de los contrayentes. De este matrimonio nacieron dos hijos, Alfonso y Gonzalo. La renuncia que había firmado D. Jaime impedía a sus descendientes aspirar al trono de España y este hecho junto con la falta de amor , algunas infidelidades y las penurias económicas- puesto que el Rey no cumpliría la promesa que le hiciera en Fontainebleau- pesaron tanto en el ánimo de Emmanuela que tomó la decisión de romper el vinculo matrimonial. Se divorciaron en mayo de 1947, en Bucarest.
Boda de D. Jaime de Borbón
Dos años más tarde, en agosto de 1949, D. Jaime contrae nuevo matrimonio. La elegida sería una prusiana cantante de ópera llamada Carlota Tiedemann y que lo llevaría a la ruina económica y moral.
La ley de sucesión promulgada por Franco en 1947 requería que el futuro sucesor tuviera más de 30 años y fuera de estirpe real, así que la ambiciosa Carlota consideraría que su flamante marido cumplía con todos los requisitos y parece ser que instó a D. Jaime para que reclamara su derecho al trono, sobre la base de que su renuncia, al amparo de la nueva ley de sucesión no tenía trascendencia jurídica. El documento intentando invalidar la renuncia se presentó en diciembre de 1949. A partir de ese momento las relaciones con su hermano Juan, convertido en heredero al trono, se deterioraron.
Su matrimonio con Carlota fue turbulento, ella bebía alcohol en exceso, las discusiones entre la pareja eran constantes y el poco dinero que tenían estaba siendo dilapidado. Esta última circunstancia fue el argumento que utilizaron sus hijos cuando en 1960 iniciaron un expediente ante un tribunal francés pretendiendo incapacitar a su padre por un supuesto desequilibrio mental. El Dr. Alajouamine asistido por el Dr, Denike fueron los encargados del examen, concluyendo ambos que D. Jaime estaba en pleno uso de sus facultades mentales. Eso sería lo que el tribunal dictaminó, obligando a sus hijos a pagar las costas. Duro trance para un padre.
Cuando en 1969, Franco decide que la monarquía en España será "instaurada" a su muerte, y que el sucesor a titulo de rey será su sobrino D. Juan Carlos, cesa en sus pretensiones como heredero.
Moriría seis años después en el hospital suizo de Saint-Gall a causa de una hemorragia cerebral tras estar tres semanas en coma. Según explica Zavala, la hemorragia se produjo como consecuencia de un botellazo en la cabeza que le propinó su esposa Carlota en el transcurso de una discusión. No se realizó autopsia.
D. Jaime de Borbón
Los restos de D. Jaime de Borbón y Battenberg, heredero a la Corona de España durante diez días y Duque de Segovia y de Anjou, fueron trasladados 10 años después de su muerte y por deseo del Rey D. Juan Carlos I al Panteón de Infantes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.